La IA está transformando las aplicaciones de citas

The New York Times: Edición Español

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SAN FRANCISCO -- Después de usar por inercia durante años aplicaciones de citas como Hinge y Tinder, Emma Inge, una gestora de proyectos de 25 años de San Francisco, decidió probar algo diferente.

En septiembre, después de que un anuncio la llevara hasta la página web de una empresa emergente llamada Known, Inge pasó 20 minutos confiando en un casamentero de inteligencia artificial. El casamentero, básicamente un chatbot de IA, le preguntó por teléfono qué buscaba en una pareja, y ella le transmitió sus preferencias (atlético) y sus señales de alarma (codependiente).

Una semana más tarde, recibió una notificación en su teléfono. Tenía una pareja compatible y, por una cuota única de 25 dólares, podía quedar de verse con él en un bar.

"Como están las citas en la actualidad, pensé: "Bueno, vamos a intentarlo", comentó Inge. "Hagámoslo para ver qué pasa".

Su experiencia es un ejemplo de cómo la IA está transformando el sector de las aplicaciones de citas. A medida que surgen nuevas empresas con servicios de búsqueda de pareja basados en IA, las principales aplicaciones de citas (Hinge, Tinder, Bumble y Grindr) están tratando de aprovechar la tecnología para reinventarse. Están marcando el comienzo de una nueva era de citas en línea en la que las personas pagan por unas cuantas parejas prémium seleccionadas por la IA a la semana, en lugar de suscribirse a un flujo interminable de perfiles.

"La IA ya desempeña un papel importante en nuestro negocio, pero creo que tiene el potencial de suponer un cambio radical, el próximo salto tecnológico", afirmó en una entrevista Hesam Hosseini, director de operaciones de Match Group, propietaria de Hinge y Tinder.

El cambio no podría llegar en mejor momento para las aplicaciones de citas, muchas de las cuales han estado pasando apuros. La mayoría de las aplicaciones permiten a los usuarios crear cuentas gratuitas con la opción de pagar por otras ventajas, como deslizamientos ilimitados. Pero la satisfacción con las aplicaciones ha disminuido, al igual que el número de personas dispuestas a pagar por ellas. (La mayoría de las suscripciones cuestan alrededor de 30 dólares al mes).

Durante el último año, Bumble perdió el 9 por ciento de sus suscriptores de pago, mientras que Match Group perdió el 5 por ciento, a pesar de que ambos aumentaron su número total de usuarios. Aunque los suscriptores de pago son una pequeña parte de los usuarios, generan una gran parte de los beneficios. El 20 por ciento de los usuarios de Match Group que pagan por funciones y suscripciones representan el 97 por ciento de los ingresos.

Las acciones de Match Group se han desplomado un 80 por ciento desde su máximo en 2021, mientras que las de Bumble han bajado un 90 por ciento desde su oferta pública inicial ese mismo año. Las dos empresas representan la mayor parte del mercado de las aplicaciones de citas.

Las aplicaciones de citas se han topado con un obstáculo que el sector denomina "el ciclo de la desesperación". Se produce cuando las personas descargan una aplicación de citas, se cansan de deslizar el dedo o de que las "ghosteen" y la borran, para volver a descargarla meses después.

Según Hosseini, el cambio hacia los intermediarios románticos basados en IA recordaría a los inicios de las citas en línea, cuando sitios web como eHarmony hacían 80 preguntas a los usuarios sobre sí mismos para crear un perfil.

Aunque muchas empresas emergentes ofrecen servicios de emparejamiento basados en IA, las aplicaciones más grandes están empezando a presentar sus propias versiones. Tinder está probando un servicio de emparejamiento basado en IA llamado Chemistry, que tiene previsto ampliar este mes. Los usuarios podrían dar acceso a la aplicación a su carrete de fotos, que la IA escanearía para obtener más información sobre ellos. El servicio sería gratuito en un principio, aunque Tinder podría empezar a cobrar por él más adelante.

Grindr, una aplicación de citas para hombres homosexuales, también ha presentado seis funciones de IA que denomina gAI (pronunciado "gay-ai"). Entre ellas se incluyen un "compañero de ligue" de IA que da consejos sobre conversaciones, una herramienta de IA que puede volver a presentar antiguos emparejamientos y resúmenes generados por IA de los perfiles de las personas. Grindr tiene previsto incluir las funciones más populares en un nivel de suscripción prémium, según ha declarado George Arison, director ejecutivo.

Hinge, con alrededor de 15 millones de usuarios, utiliza una herramienta de IA para ofrecer a las personas comentarios sobre sus perfiles. Este año, la empresa reprogramó su algoritmo de emparejamiento con IA generativa para conocer mejor las preferencias de los usuarios, lo que ha aumentado el número de emparejamientos en un 15 por ciento, según Hosseini.

Bumble ha anunciado que tiene previsto lanzar una aplicación de emparejamiento con IA a finales de año, y ha añadido que aún no ha concretado el modelo de negocio, pero que podría cobrar por cada emparejamiento.

Las principales empresas de aplicaciones de citas están probando de manera interna otras herramientas de IA que quizá nunca se lancen al mercado, como asesores de citas que pueden ofrecer comentarios y consejos después de cada cita y clones de IA que pueden salir juntos y comunicar los resultados a sus creadores humanos. Facebook Parejas, el servicio de citas de la aplicación de Facebook, ha introducido recientemente una función de IA que permite a los usuarios describir a su pareja ideal (morena, que trabaje en tecnología, que viva en Nueva York) para ponerlos en contacto con personas reales que se ajusten a esa descripción.

Pero las empresas también se enfrentan a una creciente resistencia a la "basura" de la IA y a la automatización no deseada. Hinge, por ejemplo, no etiqueta sus funciones de IA como tal.

Muchos de los cambios se han producido bajo un nuevo liderazgo. El invierno pasado, Match Group contrató a Spencer Rascoff, cofundador de Zillow, como director ejecutivo. Este reorganizó con rapidez la empresa y supervisa personalmente Tinder. Whitney Wolfe Herd, que fundó Bumble en 2014 y dejó la empresa en 2024, regresó como directora ejecutiva en marzo.

"No se trata de una moda pasajera", afirmó Wolfe Herd sobre las citas con IA en una conferencia tecnológica el año pasado. "Vamos a apostar por ello a gran velocidad y con furor".

Mientras las empresas de aplicaciones de citas se enfrentan a los cambios, algunos inversionistas ven una oportunidad. Entre otras medidas, Francisco Partners y Permira, dos empresas de capital privado, se han puesto en contacto con aplicaciones de citas como Bumble y Grindr para comprarlas, según dos personas con conocimiento del asunto. Indicaron que querían crear una cartera de unas seis aplicaciones para rivalizar con Match Group, según estas personas.

Francisco Partners y Permira se negaron a hacer comentarios.

Known, la empresa emergente con el emparejador de IA, la fundaron en mayo Celeste Amadon de 22 años y Asher Allen de 21, que abandonaron Stanford para crear la empresa. Ellos y un grupo de psicólogos idearon las preguntas del emparejador de IA.

Pagar por una cita en lugar de una suscripción mensual era "más atractivo para que la gente saliera al mundo real y tuviera citas", explicó Amadon, y añadió que Known ha organizado 10 noches para solteros en San Francisco con más de 200 asistentes cada una.

Inge, la directora de proyecto en San Francisco, dijo que se había registrado en Hinge y Tinder en la universidad, pero que rara vez encontraba conexiones significativas. Ahora está "en general en contra de aplicaciones de citas", dijo, y ha intentado conocer gente en la vida real. Incluso se inscribió en un club de corredores a las 6 de la mañana para socializar, pero no funcionó. Eso la llevó a probar Known.

Para su cita a ciegas organizada por IA el mes pasado, Inge dijo que fue a un bar de San Francisco y quedó gratamente sorprendida por el encuentro. Ella y su cita hablaron durante dos horas y conectaron gracias a su interés común por el transporte público y los nuevos restaurantes. Él trabajaba para una empresa de taxis robotizados y era "el tipo de chico que se inscribiría en una agencia matrimonial de IA", dijo ella.

Intercambiaron números para concretar una segunda cita, que nunca se llevó a cabo. Inge dijo que él le dejó de contestar.

"Eso fue lo curioso, que la IA realmente encontró compatibilidad", dijo. "Fue la parte humana la que no funcionó".

Conoce a tus casamenteros de inteligencia artificial. Las herramientas de IA están cambiando las aplicaciones de citas, por lo que los usuarios ya no tienen que deslizar el dedo por un sinfín de perfiles. (Olivier Heiligers/The New York Times)