
El acervo de perfiles de ADN de Francia ha ayudado a resolver delitos de gran repercusión, como el atraco del Louvre, y sigue creciendo.
La policía tardó menos de una semana en localizar a dos de los sospechosos que, según dicen, entraron en el Louvre y se llevaron ocho de las joyas históricas de la corona francesa. Una tercera persona, presunto cómplice, fue localizada el miércoles.
En los tres casos, el ADN fue un elemento esencial de la búsqueda.
La fiscala jefe, Laure Beccuau, dijo que el ADN de los dos hombres que entraron en el museo y robaron joyas por valor de 100 millones de dólares se encontró en la ventana y en una de las dos motocicletas que utilizaron los ladrones para huir.
El ADN del cómplice acusado se encontró en el cubo de la escalera mecánica montada en un camión que se utilizó para subir a dos de los ladrones al balcón del segundo piso del Louvre, dijo Beccuau en una entrevista a la emisora de radio France Info.
Aunque el espectacular atraco pudo parecer un anuncio de la falta de seguridad en los museos europeos, la rapidez con la que se localizó a los sospechosos fue un testimonio del poder del ADN en las investigaciones policiales en Francia.
También es una señal de la torpeza de los ladrones, después de llevar a cabo lo que parecía un robo bien planeado en uno de los museos más famosos del mundo a plena luz del día. Entre los objetos que abandonaron en su prisa por eludir a la policía y a los guardias de seguridad había un guante, una corona que se les cayó y el camión con la escalera mecánica, al que intentaron prender fuego sin éxito.
Los investigadores han procesado 150 muestras forenses relacionadas con el crimen, procedentes del lugar de los hechos y de objetos que los ladrones dejaron abandonados. Las tres personas que fueron detenidas ya tenían su ADN fichado debido a sus antecedentes penales, la mayoría por robo.
"Estoy convencido de que no habríamos encontrado a estas personas si el ADN hallado en este robo no hubiera coincidido con el de esta base de datos", dijo Gaëtan Poitevin, abogado penalista de Marsella, cuya tesis de maestría versó sobre la base de datos de ADN de Francia.
¿Cómo funciona la base de datos de ADN?
La base de datos francesa, el Archivo Nacional Automatizado de Huellas Genéticas, tenía 4,4 millones de perfiles de ADN a finales del año pasado. Esos perfiles se han recogido durante casi tres décadas de personas sospechosas o condenadas por delitos, así como de personas fallecidas en catástrofes naturales.
Se ha convertido en un elemento básico de las investigaciones policiales, en las que los investigadores forenses recogen muestras de saliva, sudor, pelo, piel, semen y sangre, y los envían a secuenciar a laboratorios públicos y privados certificados. Los laboratorios envían los resultados para compararlos con el contenido de la enorme base de datos, en busca de coincidencias exactas.
"Ahora, en pocas horas, podemos tener un resultado positivo de ADN", dijo Olivier Halnais, jefe del sindicato nacional de policías forenses.
¿Cómo empezó la base de datos de ADN de Francia?
Francia puso en marcha su base de datos de ADN en 1998, tras la detención del asesino en serie Guy Georges, conocido como el "asesino del este de París".
Georges había sido encarcelado por agredir a una mujer con un arma, y la policía recogió su ADN. Pero Francia no tenía entonces una base de datos centralizada, por lo que los agentes no pudieron cotejar su ADN con el hallado en las escenas de cinco asesinatos de mujeres que también habían sido violadas.
Tras salir de la cárcel, Georges violó y mató a otras dos mujeres. Fue detenido de nuevo y finalmentecondenado por los asesinatos de siete mujeres. El caso impulsó la creación de una base nacional de datos de ADN.
Al principio, la base de datos solo contenía el ADN de delincuentes sexuales. Pero, en los cinco años siguientes, creció hasta incluir a personas condenadas --o simplemente sospechosas-- de una gama mucho más amplia de delitos, como asesinato, terrorismo, tráfico de drogas, agresión, robo y daños a la propiedad.
El proceso para ser eliminado de la base de datos de ADN es tan pesado que pocos lo siguen, dijo Poitevin. Quien se niegue a dar una muestra de ADN se enfrenta como mínimo a un año de prisión y a una multa de al menos 15.000 euros, casi 17.400 dólares.
De 2018 a 2022, un promedio de 680 personas al año fueron condenadas por negarse a proporcionar ADN, menos del uno por ciento de las personas acusadas cada año, según el Ministerio de Justicia.
"Entre mis clientes, absolutamente ninguno se niega, porque para ellos es una admisión de culpabilidad", dijo Poitevin.
Como resultado, la base de datos no ha dejado de crecer. Y los investigadores franceses pueden cotejar el ADN recogido con más de otras 30 bases de datos nacionales europeas de ADN, así como con otras, incluida la que mantiene Estados Unidos.
La base de datos y los casos sin resolver
Aunque la base de datos se utiliza regularmente para investigaciones básicas, ha demostrado ser especialmente útil en casos sin resolver.
Los investigadores dijeron que el ADN relacionaba a Dominique Pelicot, quien fue condenado el año pasado por drogar a su esposa, Gisèle, e invitar a decenas de hombres a violarla, con un intento de violación cometido más de dos décadas antes. El caso de intento de violación de 1999 había permanecido paralizado durante años hasta que la policía detuvo a Pelicot en 2020, recogió su muestra de ADN y la pasó por la base de datos; así se encontraron coincidencias con las antiguas muestras recogidas en la escena del crimen. (Pelicot ha sido imputado por el intento de violación).
En 2011, un agente francés que investigaba un asesinato sin resolver ocurrido nueve años atrás utilizó la base de datos para buscar, no coincidencias perfectas, sino perfiles de ADN que fueran similares. Eso condujo a los investigadores hasta el padre del asesino, lo que ayudó a resolver el crimen.
Estas búsquedas de familiares directos llevan mucho más tiempo y solo se utilizan para delitos graves como el asesinato o la violación, dijo Joëlle Vailly, socióloga que ha estudiado cómo utiliza el ADN el sistema judicial francés.
¿En qué se diferencia el sistema francés del estadounidense?
El sistema francés es muy similar al estadounidense, denominado Sistema Combinado de Índices de ADN, que contiene más de 24,9 millones de perfiles de ADN de delincuentes condenados y de quienes han sido detenidos, así como 1,4 millones de perfiles de ADN de escenas del crimen.
En los últimos años, las fuerzas del orden estadounidenses han utilizado también bases de datos genealógicas de consumidores, como GEDmatch o FamilyTreeDNA, que utilizan millones de personas sin antecedentes penales para encontrar parientes lejanos o rastrear su ascendencia.
Estas bases de datos comerciales ofrecen a la policía un conjunto de coincidencias parciales de ADN que luego acotan utilizando otras técnicas.
La práctica de utilizar bases de datos comerciales adquirió notoriedad en 2018, cuando los detectives utilizaron una para identificar a un asesino en serie conocido como el asesino de Golden State.
En 2022, un investigador canadiense contabilizó más de 800 casos en los que se utilizó la genealogía genética forense en Estados Unidos.
Tres estados norteamericanos han aprobado leyes para regular esta práctica, dijo Natalie Ram, profesora de Derecho de la Universidad de Maryland.
Las empresas privadas de genética de consumo están prohibidas en Francia, en buena parte porque la práctica de rastrear la propia ascendencia es delicada, dijo Vailly, dada la historia del país. La ascendencia judía de muchos ciudadanos franceses se utilizó para enviarlos a campos de exterminio durante la Segunda Guerra Mundial.
El mes pasado, el ministro de Justicia francés, Gérald Darmanin, dijo que tenía previsto presentar una ley que permitiera a los investigadores de delitos graves que llevan más de 18 meses sin resolverse acceder a los datos de empresas privadas extranjeras, principalmente estadounidenses, especializadas en pruebas genealógicas.
Aunque algunos abogados especializados en casos sin resolver elogiaron el anuncio, otros calificaron la idea de hipócrita y peligrosa, ya que tales empresas están prohibidas en Francia.
Vailly, la socióloga, afirmó que, en su opinión, la práctica de utilizar la genealogía genética forense infringía los derechos a la privacidad, puesto que una persona que utilizara un servicio de genética de consumo esencialmente estaría ofreciendo el ADN de familias enteras, por no hablar de futuras generaciones, a las fuerzas del orden.
"Se convierten en sospechosos genéticos", dijo.
Ségolène Le Stradic y Ana Castelain colaboraron con reportería desde París.
Catherine Porter es reportera internacional del Times y cubre Francia. Está radicada en París.
Ségolène Le Stradic y Ana Castelain colaboraron con reportería desde París.
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