Las autoridades de salud de Gaza reportan 100 personas muertas tras ataques de Israel

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Los ataques comenzaron a última hora del martes, después de que el gobierno israelí acusara a Hamás de violar la tregua.

Ataques israelíes mataron al menos a 100 personas en Gaza durante la noche, dijeron funcionarios de salud locales, en lo que parecía ser el día más mortífero desde que Israel y Hamás acordaron un alto al fuego hace tres semanas.

Los ataques comenzaron por la noche del martes, después de que el gobierno israelí acusó a Hamás de violar la tregua al no devolver los cuerpos de las personas cautivas fallecidas y de atacar a las fuerzas israelíes en Rafa, al sur de Gaza. El ejército israelí dijo que uno de sus soldados había muerto en el ataque de Rafa.

El miércoles, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, dijo que "decenas de comandantes de Hamás" habían muerto en los ataques.

El ejército dijo que el alto al fuego se reanudó a las 10 a. m. hora local, pero el miércoles por la tarde emitió un comunicado en el que decía que había atacado un depósito de armas en el norte de Gaza. No se informó inmediatamente que hubiera bajas.

Las autoridades de salud de Gaza dijeron que los ataques israelíes durante la noche habían causado la muerte de al menos 100 personas y herido a unas 250 más.

Munir al-Bursh, director general del Ministerio de Salud de Gaza, dijo que entre los muertos había 35 niños. Dijo que los hospitales del enclave "siguen enfrentándose a una grave escasez de recursos y a una importante falta de medicamentos". Los datos del ministerio no distinguen entre civiles y combatientes.

El servicio de rescate de emergencia de la Defensa Civil de Gaza también dijo que al menos 100 personas habían muerto.

Riyad Rihan, de 21 años, dijo que estaba durmiendo en una tienda de campaña al borde de la carretera en la ciudad central de Deir al-Balah cuando comenzaron las explosiones cerca de allí.

"Me desperté con los gritos de mis hijos", dijo Rihan, que huyó de la ciudad norteña de Jabaliya al principio de la guerra. "Fragmentos de metralla atravesaron el techo de mi carpa".

El presidente Donald Trump dijo el miércoles que apoyaba los ataques de Israel en Gaza y afirmó que Israel "debería devolver el golpe" cuando mataran a sus soldados. Pero añadió que "nada va a poner en peligro" el alto al fuego, que se basa en un plan de paz que él propuso el mes pasado.

"Hamás es una parte muy pequeña de la paz en Medio Oriente, y tiene que comportarse", dijo a los periodistas a bordo del Air Force One durante un viaje a Corea del Sur. Y añadió: "Si no se portan bien, se acabará con ellos".

En un comunicado, Hamás acusó a Israel de intentar socavar el alto al fuego y criticó al gobierno estadounidense.

El miércoles, el primer ministro de Catar, Sheikh Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, mediador clave en el conflicto, dijo que el recrudecimiento de la violencia en Gaza había sido "muy decepcionante y frustrante de ver para nosotros".

En su intervención en un acto celebrado en Nueva York, dijo que los ataques eran "un acontecimiento significativo", pero que Catar y otros mediadores, en particular Estados Unidos, "siguen enfocados en asegurarse de que el alto al fuego en sí se mantenga".

El miércoles, en el hospital Nasser de Khan Younis, en Gaza, un periodista de The New York Times vio a mujeres llorando sobre los cuerpos de niños. Ahmed al-Farra, médico y funcionario del hospital, dijo que la institución había recibido los cuerpos de 21 personas muertas en los ataques, entre ellas 13 niños.

Los ataques se produjeron tras una semana de escalada de tensiones por los retrasos en el intercambio de cautivos fallecidos entre Israel y Hamás, un pilar clave del frágil acuerdo de alto al fuego que entró en vigor este mes.

Las tensiones estallaron el martes cuando unos hombres armados atacaron a un grupo de soldados israelíes en Rafa, al sur de Gaza. El ejército dijo que los militantes habían abierto fuego contra tropas israelíes que estaban desmantelando un túnel de Hamás en una zona bajo control militar israelí en el este de Gaza.

También el martes, el ejército israelí hizo público un video grabado con un avión no tripulado que, según dijo, demostraba que Hamás intentaba "crear una falsa impresión" sobre sus esfuerzos por localizar a los cautivos fallecidos.

Hamás negó su implicación en el atentado de Rafa. Ha insistido en que actúa de buena fe para localizar y devolver los restos de las personas que secuestró en Israel durante el ataque del 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra.

Las imágenes del avión no tripulado mostraban lo que el ejército israelí dijo que eran miembros de Hamás fingiendo el hallazgo de un cautivo fallecido mientras observadores de la Cruz Roja lo atestiguaban. El grupo de ayuda dijo que su personal no sabía que se había trasladado un cuerpo antes de su llegada. "Es inaceptable que se escenificara una falsa recuperación", dijo la Cruz Roja en un comunicado.

Ante preguntas acerca del video realizadas el martes, Hamás remitió al Times a un comunicado anterior en el que acusaba a Israel de crear pretextos falsos para la acción militar.

Después de que el gobierno israelí anunció su decisión de atacar Gaza, David Mencer, portavoz del primer ministro Benjamín Netanyahu, calificó tanto el tiroteo como los hechos descritos en el video de violaciones del alto al fuego.

Los habitantes de Deir al-Balah pasaron el miércoles recuperándose de los ataques. Mostafa al-Attar, de 40 años, estaba sentado en una carretera cerca del hospital Al-Aqsa, preocupado por el futuro.

"Estábamos casi celebrando o felices por el alto al fuego, queríamos que durara para siempre", dijo. "Pero la noche nos recordó lo frágil que es todo".

Contó que su hijo Saber, de 18 años, y su hija Layan, de 9, murieron en la guerra, y que estaba listo para que esta terminara.

"Ya he tenido suficiente", dijo. "No quiero que este alto al fuego vuelva a fracasar".

Gabby Sobelman, Rawan Sheikh Ahmad, Abu Bakr Bashir e Iyad Abuheweila colaboraron con reportería.

Liam Stack es un reportero del Times que cubre la cultura y la política de la región de la ciudad de Nueva York.

Gabby Sobelman, Rawan Sheikh Ahmad, Abu Bakr Bashir e Iyad Abuheweila colaboraron con reportería.