Israel ataca Gaza tras acusar a Hamás de romper la tregua

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Israel dijo que había suspendido temporalmente la ayuda humanitaria después de acusar a Hamás de disparar contra sus soldados y matar a dos de ellos.

Israel lanzó el domingo su mayor oleada de ataques contra Gaza desde que se firmó un frágil alto al fuego hace una semana y dijo que había suspendido temporalmente la ayuda humanitaria después de acusar a Hamás de violar la tregua al disparar contra sus soldados y matar a dos de ellos.

Al caer la noche, el ejército israelí dijo en un comunicado que había "comenzado la aplicación renovada del alto al fuego" tras llevar a cabo una serie de ataques importantes contra objetivos de Hamás y de acuerdo con una directiva del gobierno.

El mortal brote de violencia del domingo y la suspensión temporal de la ayuda fueron las pruebas más severas hasta la fecha del alto al fuego, negociado bajo fuertes presiones del gobierno de Donald Trump y firmado a bombo y platillo por el propio presidente Trump.

La ayuda fue interrumpida debido a la intensidad de los ataques israelíes, y se esperaba que se reanudara una vez finalizados los bombardeos, según un funcionario israelí que habló bajo condición de anonimato para tratar un asunto delicado. Funcionarios israelíes habían dicho inicialmente que la ayuda humanitaria se suspendería hasta nuevo aviso, pero más tarde parecieron retractarse de esa decisión.

Israel dijo que dos de sus soldados habían muerto a primera hora del domingo cuando militantes palestinos atacaron a fuerzas que operaban en una zona en la que el ejército israelí está autorizado a estar en virtud del acuerdo de alto al fuego. Las muertes provocaron una enérgica respuesta.

Las autoridades de salud de Gaza informaron de la muerte de 44 palestinos en todo el territorio el domingo.

Tanto Israel como Hamás se han acusado mutuamente de violar la tregua tras los repetidos estallidos de violencia de los últimos tres días. Pero ambas partes dejaron claro el domingo que seguían comprometidas a mantener la tregua.

El ejército israelí dijo que los combatientes palestinos habían disparado un misil antitanque contra sus soldados y luego les habían disparado en la zona de Rafah, en el sur de Gaza, que permanece bajo control israelí.

El ejército calificó este hecho de "violación flagrante" de la tregua. En respuesta, dijo el ejército, las fuerzas israelíes atacaron la zona "para eliminar la amenaza" y desmantelar pozos de túneles y otras estructuras militares.

El domingo por la tarde, el ejército intensificó sus ataques y afirmó que había alcanzado decenas de objetivos de Hamás en toda la franja de Gaza. Las fuerzas israelíes también atacaron a un grupo de personas que identificaron como militantes armados que cruzaban la línea de alto al fuego en el norte de Gaza, dijo el ejército en un comunicado.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, culpó a Hamás de los recientes actos de violencia. Dijo que había consultado con su ministro de Defensa y sus jefes de seguridad y les había dado instrucciones para que actuaran enérgicamente contra objetivos militantes en Gaza.

El ala militar de Hamás dijo en un comunicado que "no tenía conocimiento de ningún suceso o enfrentamiento que tuviera lugar en la zona de Rafah", y afirmó que habían perdido el contacto con sus combatientes allí hacía meses.

Hamás dijo en un comunicado que una delegación de sus dirigentes había llegado a El Cairo el domingo para hacer un seguimiento de la aplicación del acuerdo de alto al fuego con los mediadores y otros grupos palestinos. Un funcionario de Hamás, Izzat al-Rishq, acusó el domingo en otra declaración a Israel de seguir violando la tregua y de fabricar "pretextos endebles" para justificar sus ataques.

El viernes, el ejército israelí disparó contra un vehículo en el norte de Gaza y mató al menos a nueve personas, entre ellas cuatro niños, según un servicio de rescate de Gaza que forma parte del Ministerio del Interior del territorio, dirigido por Hamás.

En relación con ese episodio, el ejército israelí dijo que el vehículo había cruzado una línea de demarcación a la que las fuerzas de Israel se han retirado en virtud de los términos del alto al fuego. El ejército añadió que sus fuerzas habían disparado contra el vehículo, que calificó de "sospechoso", después de que este hiciera caso omiso de los disparos de advertencia.

El ejército israelí ha advertido repetidamente a los civiles que no crucen las nuevas líneas ni se acerquen a sus soldados en las zonas controladas por Israel, pero muchos gazatíes --que carecen de internet, que desconocen mapas poco claros o que simplemente se han perdido en el devastado enclave-- a veces no están seguros de si han entrado en una zona restringida.

El acuerdo de alto al fuego había previsto un aumento significativo de la ayuda humanitaria. Se suponía que el número de camiones que entrarían en Gaza se habría duplicado, pasando de unos 300 a 600 al día.

El enclave se ha visto asolado por el hambre generalizada en los últimos meses. La mayor parte de su población, de unos dos millones de personas, ha sido desplazada en múltiples ocasiones. Muchos carecen de refugio, pues hay barrios enteros arrasados por las fuerzas israelíes y muchos de los edificios del resto de Gaza ahora están dañados o destruidos.

Tras la violencia del domingo, miembros del gobierno de línea dura de Netanyahu pidieron inmediatamente la reanudación total de la ofensiva israelí contra Hamás, el grupo militante que dirigió el ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel que desencadenó la guerra.

Itamar Ben-Gvir, el ultranacionalista ministro de Seguridad Nacional, pidió la reanudación de los combates "con toda su fuerza". Cualquier idea de que Hamás acataría el acuerdo de alto al fuego, añadió, "está resultando previsiblemente peligrosa para nuestra seguridad".

Ben-Gvir fue uno de los ministros de extrema derecha que se opusieron al alto al fuego en primer lugar, por considerar que Israel debía haber seguido luchando hasta que Hamás estuviera totalmente derrotado.

Israel sigue controlando aproximadamente la mitad del territorio de Gaza y ha acusado a los combatientes de Hamás de operar desde túneles situados bajo zonas aún bajo control israelí.

Los funcionarios israelíes también han expresado su frustración por la lentitud con la que Hamás ha entregado los restos de los cautivos fallecidos como parte del acuerdo de alto al fuego.

Hamás ha liberado a los últimos 20 rehenes israelíes vivos y ha entregado los cadáveres de 12 cautivos durante la semana pasada, según el gobierno israelí. Los expertos forenses descubrieron que un decimotercer cadáver entregado por Hamás a Israel no correspondía a ninguno de los cautivos.

Israel ha liberado a casi 2000 prisioneros palestinos y ha enviado a Gaza los cadáveres de más de 100 palestinos.

Israel identificó a dos rehenes muertos cuyos cadáveres fueron entregados a última hora del sábado como Ronen Engel, de 54 años, y Sonthaya Oakkharasri, de 30 años, un ciudadano tailandés que había estado trabajando en agricultura en Be'eri, una comunidad fronteriza.

Engel murió en Nir Oz, otra comunidad fronteriza israelí devastada durante el ataque dirigido por Hamás contra Israel en 2023. Su cadáver fue trasladado a Gaza.

Los cadáveres de otros 16 cautivos siguen en Gaza, según el gobierno israelí.

Hamás ha dicho en repetidas ocasiones que será difícil localizarlos y recuperarlos a todos. Algunos están enterrados a gran profundidad bajo los escombros y se necesita maquinaria pesada para extraerlos.

Gabby Sobelman, Johnatan Reiss, Abu Bakr Bashir e Iyad Abuheweila colaboraron con la reportería.

Isabel Kershner , corresponsal en Jerusalén, ha estado informando sobre la política israelí y palestina desde 1990.

Gabby Sobelman, Johnatan Reiss, Abu Bakr Bashir e Iyad Abuheweila colaboraron con la reportería.