
Eitan Horn, un rehén liberado de casi 40 años, perdió casi la mitad de su peso y se vio obligado a caminar durante alrededor de 12 horas por los túneles que hay bajo Gaza cuando sus captores querían trasladarlo, dijo su cuñada, Dalia Cusnir, en una entrevista.
La esposa de Elkana Bohbot, otro sobreviviente del cautiverio de Hamás, dijo en una declaración en video que él había vuelto con dolores de estómago intensos porque sus captores habían intentado engordarlo antes de su liberación, después de meses sin recibir alimentación suficiente.
Y los amigos de un rehén liberado de nombre Yosef-Chaim Ohana dijeron el jueves a la televisión israelí que había estado tan aislado del mundo durante los dos últimos años que no había oído hablar de ChatGPT.
Cuando Hamás devolvió el lunes a Israel a los últimos 20 rehenes vivos que tenía en su poder, sus familias, al igual que muchos israelíes, esperaban con inquietud conocer el estado de los cautivos, que habían permanecido prácticamente incomunicados, con poca comida y, en algunos casos, encadenados. En muchos casos, habían sido retenidos en túneles húmedos y oscuros bajo tierra, en lo profundo de Gaza.
Todos ellos habían sido capturados, junto con decenas de personas más, durante el mortífero ataque dirigido por Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, que detonó la devastadora guerra de dos años en el enclave palestino.
Liberados en virtud de un acuerdo de alto al fuego que entró en vigor hace una semana, fueron canjeados por casi 2000 detenidos y presos palestinos retenidos por Israel, entre ellos muchos que cumplían cadena perpetua por atentados mortales contra israelíes.
En el transcurso del último año, algunos de los cautivos habían sido obligados a aparecer en videos con aspecto demacrado, angustiado y suplicando por sus vidas.
Las primeras imágenes de ellos ya liberados trajeron cierto alivio. Aparecieron delgados y pálidos, pero todos caminaban por su propia cuenta.
"Todos ellos han soportado adversidades y horrores inimaginables", dijo el profesor Itai Pessach, vicepresidente del Centro Médico Sheba, cerca de Tel Aviv, y fundador de su equipo médico para rehenes, en una declaración en video sobre el estado de los 10 rehenes liberados que se recuperan en el hospital.
Todos los rehenes atendidos en el Sheba habían llegado en condición estable, afirmó. Sin embargo, "probablemente necesitarán semanas, meses e incluso años para sanar", dijo, añadiendo: "Ahora están en casa, y ahora empieza la curación".
El jueves, después de someterse a revisiones médicas y recibir atención inicial médica, nutricional y psicológica, dos de los rehenes liberados, Nimrod Cohen y Horn, fueron dados de alta del Hospital Ichilov, también conocido como Centro Médico Sourasky de Tel Aviv. Multitudes los esperaban en las calles cercanas a sus hogares para recibirlos.
Horn, uno de los rehenes de más edad liberados esta semana, llegó a su casa de Kfar Saba, en el centro de Israel, poco después de que Tamir Nimrodi, otro rehén liberado, fuera enterrado en el cementerio de esa localidad, un reflejo del tipo de vaivén emocional que muchos israelíes están experimentando. Nimrodi, que era soldado, fue capturado con vida, pero murió en cautiverio. Su cuerpo fue devuelto esta semana.
Ni médicos ni familiares han revelado mucho sobre las experiencias de los rehenes liberados, diciendo que no es una historia que les corresponda contar a ellos. Sin embargo, han empezado a surgir algunos detalles sobre el tiempo que pasaron los rehenes en cautiverio.
Idit Ohel, la madre de Alon Ohel, un pianista que fue secuestrado, herido, mientras intentaba huir del festival de música Nova, dijo que había vivido dos años con metralla en el ojo derecho y en la cabeza. Comentó que lo iban a operar, añadiendo que los médicos creían que su vista podría mejorar de manera significativa.
Ohel dijo que su hijo había regresado exhausto. Aun así, poco después de llegar al hospital Beilinson, también conocido como Centro Médico Rabin, cerca de Tel Aviv, se sentó a tocar un piano "después de más de 700 días en el silencio de los túneles".
La madre de un soldado liberado, Matan Angrest, le dijo a los periodistas en el hospital donde se está recuperando que estaba volviendo a aprender lo que significa la vida normal, cosas sencillas "como sentarse a comer con cuchillo y tenedor".
Un grupo de rehenes, que durante mucho tiempo no tuvo acceso a la naturaleza, fue llevado a la playa para ver la puesta de sol con sus familias.
Algunos llevaban casi dos años retenidos solos, según sus familiares.
Uno de ellos, Rom Braslavski, fue filmado el jueves diciendo que se sentía como si hubiera "renacido". Cuando le regalaron un nuevo iPhone 17, comentó que no sabría cómo utilizarlo.
Avi Ohana, padre de Yosef-Chaim Ohana, dijo a la prensa que su hijo había persuadido varias veces a sus captores de que no lo mataran, argumentando que no ganaban nada con ello y que era más valioso para ellos vivo.
En una publicación de Instagram, Bar Kupershtein dijo que había pasado por un periodo difícil, "por decirlo suavemente". Dio las gracias a todos los que habían rezado por él y no habían perdido la esperanza, y sobre todo, "al Creador, al Padre que está en el Cielo".
"Me ha tomado algo de tiempo adaptarme", dijo, "pero lo más importante es que estoy aquí, con mi familia, mis amigos y la gente a la que quiero".
Johnatan Reiss colaboró con reportería desde Tel Aviv.
Isabel Kershner , corresponsal en Jerusalén, ha estado informando sobre la política israelí y palestina desde 1990.
Johnatan Reiss colaboró con reportería desde Tel Aviv.
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