
La salida de Ferrer representa un golpe a la oposición cubana cuando el país sufre su peor crisis económica en décadas y muchos jóvenes abandonan el país.
Uno de los disidentes más destacados de Cuba, José Daniel Ferrer, quien lleva años desafiando al régimen comunista de su país, fue excarcelado el lunes e inmediatamente abandonó la isla para exiliarse en Estados Unidos con su familia.
El Ministerio de Relaciones Exteriores cubano dijo que Ferrer había sido excarcelado debido a una petición formal del gobierno de EE. UU. después de publicarse este mes una carta en la que Ferrer decía que quería abandonar el país debido a las duras condiciones de reclusión y a las amenazas contra su familia.
"El ensañamiento de la dictadura en mi contra ha sobrepasado todo límite", escribió el mes pasado y dijo que sufrió "golpizas, torturas, humillaciones, amenazas y condiciones extremas".
La salida de Ferrer representa un golpe para la oposición cubana en un momento en que el país sufre su peor crisis económica en décadas y muchos cubanos jóvenes abandonan el país. Pero su llegada a Miami fue bien recibida por el secretario de Estado Marco Rubio, quien es hijo de padres cubanos exiliados.
Su "liderazgo e incansable defensa del pueblo cubano fue una amenaza para el régimen, que lo encarceló y torturó repetidamente", dijo Rubio en un comunicado refiriéndose a Ferrer. "Nos alegramos de que Ferrer esté ahora libre de la opresión del régimen".
Ferrer, de 55 años, ha estado al frente del movimiento opositor cubano durante dos décadas.
Si bien la mayoría de los líderes opositores tenían su base en La Habana, la capital, el movimiento de Ferrer se localizaba en Santiago de Cuba, la segunda ciudad más grande del país, en la parte oriental. Fue detenido durante una protesta que formaba parte de las manifestaciones celebradas en toda la isla en julio de 2021 y que perturbaron al gobierno y fueron brutalmente reprimidas.
Ferrer ya había estado en prisión anteriormente, formaba parte de un grupo de 75 disidentes detenidos en 2003 y considerados "presos de conciencia" por grupos internacionales de derechos humanos.
Cuba niega tener presos políticos, y argumenta leyes que prohíben las actividades en contra del gobierno.
Ferrer fue liberado en 2015 junto con otros 52 presos en el marco de un acuerdo histórico entre Cuba y Estados Unidos bajo la presidencia de Barack Obama. Aquel acuerdo dio lugar a un fugaz momento de esperanza de que las relaciones entre ambos países pudieran mejorar tras décadas de hostilidad. Pero la distensión duró poco y las hostilidades han vuelto a recrudecer.
Tras unirse a las protestas masivas contra el gobierno en 2021, Ferrer fue detenido rápidamente y condenado a cuatro años de prisión. Fue liberado en enero en un acuerdo negociado por el Vaticano, como parte de un acuerdo de última hora alcanzado en los últimos días del gobierno de Biden para retirar a Cuba de la lista estadounidense de países que patrocinan el terrorismo.
Ese acuerdo se rompió inmediatamente después de que Donald Trump asumió el cargo. Cuba volvió a figurar en la lista de países que patrocinan el terrorismo y Ferrer fue enviado de nuevo a prisión, donde, según informes, su salud se resintió.
Ferrer había sido una de las pocas figuras de la oposición que no se habían exiliado.
"Es un día triste para todos los cubanos cuando la única solución a los problemas políticos es salir del país", dijo Joe Garcia, cubanoestadounidense y exmiembro del Congreso por Miami.
Pero pocos le reprocharán a Ferrer su decisión después de tanto sacrificio personal, dijo Garcia. "No se le puede culpar. Es producto de unas expectativas imposibles y de una presión abrumadora".
Aunque durante mucho tiempo se consideró a Ferrer firme en su determinación de no irse nunca de Cuba, su decisión de marcharse no fue del todo inesperada.
Sucede después de un flujo constante de disidentes y periodistas que han elegido el mismo camino, así como a un éxodo de varios millones de personas comunes y corrientes desde que se instauró el régimen comunista tras la revolución cubana de 1959. La migración ha alcanzado sus niveles más altos en los últimos años a medida que la economía del país se ha ido desmoronando.
Entre las personas que siguen detenidas y son consideradas presos políticos se encuentran Maykel Castillo, un rapero que participó en un himno de la oposición, "Patria y vida", y Luis Manuel Otero, artista y activista que ha denunciado públicamente al gobierno.
En una carta enviada a familiares y amigos desde la cárcel el año pasado, Ferrer se quejaba de haber estado recluido en régimen de aislamiento durante largos periodos y de no habérsele permitido las visitas familiares ni la comunicación telefónica durante más de año y medio.
"La dictadura me ha enterrado vivo; quieren silenciarme a toda costa", escribió. "Espero equivocarme, pero cuando tantos huyen del terror y del horror, quien se queda sufre graves consecuencias".
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