
Cada vez más mujeres parecen lucir largas y frondosas melenas. Nuestra crítica ofrece algunas posibles explicaciones junto con una breve historia del cabello.
Me he dado cuenta de que muchas de las mujeres que aparecen en las noticias llevan ahora el pelo largo. ¿Puedes explicarme por qué? ¿Es una moda o algo más permanente? -- Barbara, Chicago
Es cierto que estamos en la era de Rapunzel, o al menos a menudo lo parece.
La nueva película de Gucci, la que muestra la primera colección de Demna, se estrenó durante la Semana de la Moda de Milán y está protagonizada por Demi Moore, decana de las cabelleras largas y oscuras.
La semana anterior, el presidente Donald Trump hizo una visita oficial al Reino Unido, y en el banquete de Estado, Melania Trump y Catalina, princesa de Gales, llevaron su (sí) larga y suelta melena castaña.
De hecho, el cabello largo se ha convertido en una especie de sello distintivo de muchas mujeres en el gobierno de Trump y su órbita y, por tanto, en las noticias, como Kristi Noem, Karoline Leavitt y Lara Trump.
Y se ha convertido en una especie de declaración de independencia y e identidad para Michelle Obama, quien cambió su corte bob planchado de la Casa Blanca por unas trenzas en cascada una vez que abandonó la Casa Blanca.
Se trata de un cambio bastante grande respecto a una época en la que, como dijo Linda Wells, editora de Air Mail Look (y editora fundadora de Allure), "se decía a las mujeres que cuanto más mayores, más corto debían llevar el pelo". Basta con considerar el hecho de que Melania Trump es la primera primera dama de la era moderna en llevar el pelo por debajo de los hombros.
Y como el cabello nunca es solo cabello --es depositario de todo tipo de prejuicios culturales--, el cambio representa no solo una tendencia de belleza, sino también un cambio más amplio en las ideas sobre género, estatus, raza y edad.
"El pelo largo tiene su propia historia profunda y es sinónimo de una amplitud de códigos entendidos: religiosos, contraculturales y clásicamente femeninos", dijo Duffy, el gurú del cabello que está detrás de los looks de pasarela de Chanel, Celine y Alaïa, cuando le pregunté.
Durante décadas, al menos en la tradición eurocéntrica, el pelo largo de las mujeres se asociaba con la infancia, la virginidad y la fertilidad. En consecuencia, cortárselo, o al menos recogérselo, era un signo de madurez, de formar parte de la clase dirigente. También era un distintivo de modernidad, pues solo con la llegada de la peluquería los cortes elegantes estuvieron al alcance de las masas.
Por el contrario, dejarse el pelo largo era una forma de señalar rebeldía contra el establishment --véase el musical Hair-- o, más recientemente, de hacer frente a viejos estereotipos.
Ahora, dijo Wells, la preponderancia de los estilos más largos también refleja fenómenos algo diferentes. El más obvio es el giro no solo hacia el conservadurismo, sino también hacia la presentación de la mujer tradicional, en la que el pelo largo es un elemento clave. Pero las cuestiones de dinero y desigualdad económica forman parte de la historia.
Después de todo, señaló Wells, "el pelo largo es una demostración de fuerza". Y añadió: "Requiere buena salud y una cierta cantidad de dinero para mantener su brillante lozanía". Algunos peluqueros, dijo, incluso tienen un nombre para ello: "pelo de niña rica".
Esto se agrava con la edad, ya que los cambios hormonales, sobre todo la falta de estrógenos tras la menopausia, suelen provocar un pelo más seco y fino. Mantenerlo corto era tradicionalmente una forma de resolver el problema biológico. Nuevos tratamientos han tratado de abordar la cuestión, pero, de nuevo, para quienes pueden permitírselos.
"Los suplementos capilares como Nutrafol y Omi han despegado en los últimos años", dijo Wells, junto con sueros, mascarillas y rutinas multiproducto. "No hay pruebas científicas indiscutibles de que estos tratamientos fomenten realmente el crecimiento del cabello", añadió, "pero su popularidad es prueba de que hay público para los productos".
Y que puede que el renacimiento del pelo largo no termine pronto.
Respuestas a tus preguntas sobre estilo
Cada semana, Vanessa responde a una pregunta de un lector relacionada con la moda, que puedes enviarle, en inglés, por correo electrónico o por X en cualquier momento. Las preguntas se editan y condensan.
Vanessa Friedman es la directora de moda y crítica jefa de moda del Times desde 2014.
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