Cuando Taylor Swift conoció a Max Martin, el creador supremo de éxitos del pop

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En agosto, una valla publicitaria en Times Square, en Nueva York, dirigía a los transeúntes a una lista de reproducción de Spotify con un título largo -- "Y para que lo sepan, ese es el negocio del espectáculo [emoticono de corazón en llamas]-- y una conocida artista: Taylor Swift.

La lista incluía 22 canciones de la carrera de la cantante y compositora, entre ellas "Shake It Off" y "Bad Blood". Los Swifties sabían que todas las canciones elegidas se habían producido con la ayuda de Max Martin y Johan Schuster (conocido como Shellback), los productores y compositores suecos que habían trabajado en tres de los exitosos álbumes de Swift de la década de 2010: "Red", "1989" y "Reputation". Ese trío de LPs produjo algunos de los temas más atrevidos y al mismo tiempo más accesibles de Swift, lo que impulsó su evolución de artista "country" a superestrella del pop.

Pronto reveló la verdadera noticia: había creado su nuevo álbum, "The Life of a Showgirl", con ese mismo dúo de productores.

Incluso quienes prestan poca atención a los créditos de las canciones quizá estén familiarizados con la obra de Martin y Shellback. La carrera de Martin como mago de las melodías despegó a finales de los 90, cuando ayudó a escribir y producir canciones tan populares como "Show Me Love" de Robyn y "I Want It That Way" de Backstreet Boys. En los años siguientes, Martin construyó una reputación como productor de canciones que combinaban una instrumentación precisa con estribillos expansivos e ineludibles, como el éxito de Kelly Clarkson "Since U Been Gone" (2004).

"Él escribe canciones, pero no le interesa ser artista", dijo Robyn en una entrevista de 2008 con Pitchfork. "No tiene la necesidad de expresar sus pensamientos íntimos en una canción. Para él, todo se trata de la melodía. Se trata de descifrar un código, de ser tan eficiente como sea posible".

Martin, que es tímido con la prensa ("Preferiría no hacer esto", le dijo a Joe Coscarelli durante una entrevista de The New York Times en 2022), en su momento fue líder de una banda de rock que tuvo como mentor al cerebro del pop sueco Denniz Pop, conocido por unir ritmos irresistibles con estribillos arrolladores. "Al no haber crecido aquí", dijo refiriéndose a Estados Unidos, "oyes la música de forma diferente. Hubo una gran parte de mi vida en la que ni siquiera entendía lo que decían, así que la fonética es muy importante para mí: cómo suenan las cosas".

Martin empezó a hacer equipo con Shellback a finales de la década de 2000. Juntos escribieron y produjeron éxitos para artistas de la talla de Britney Spears ("If U Seek Amy") y Pink ("So What").

Cuando el dúo empezó a trabajar con Swift en la década de 2010, ella ya era la más grande artista country-pop del mundo. Pero la cantautora estaba ansiosa por "dar el salto por completo a la música pop", declaró Swift a Rolling Stone en 2021.

"Escribir sola se había convertido en una zona de confort para mí", dijo Swift a un periodista ese año. "Quería trabajar con gente nueva que pudiera enseñarme cosas nuevas".

Ese objetivo acabaría llevándola hasta Martin y Shellback. Los tres se conocieron en persona a principios de 2012, cuando Swift estaba trabajando en su cuarto álbum de estudio. Su primera sesión en los Conway Recording Studios de Los Ángeles ni siquiera había iniciado cuando una visita inesperada llegó al lugar tras afirmar ser amigo de la cantante.

Martin, que ya estaba nervioso por trabajar con Swift, permitió a regañadientes que el visitante entrara en el estudio, algo de lo que se arrepintió de inmediato.

"Entró y resultó que no la conocía", recordó Martin en 2016. "Estaba sudando. Empezó a decir que quería que Taylor llamara a su exnovio. Fue todo un lío".

Cuando el intruso se marchó, Martin se disculpó con Swift por la intrusión. Ella le dijo al productor que no se preocupara y empezó a desahogarse sobre su ex. "Empecé a contarles la historia de nuestra ruptura, de volver, separarnos, regresar a estar juntos… simplemente horrible", relató Swift más tarde a ABC News.

Después de que Swift proclamara una descarada predicción sobre su exnovio ---"Nunca, nunca, nunca volveremos a estar juntos"--, Martin entró en acción.

"Max dijo: 'Eso es lo que vamos a escribir. Vamos a escribir esa canción'", declaró Swift a ABC, "y yo tomé la guitarra y empecé a cantar: 'Nunca...'".

La canción resultante, "We Are Never Ever Getting Back Together", no se parecía nada a lo que ya había en el catálogo de Swift. La canción empieza con un reconocible punteo de guitarra acústica, que de inmediato se deforma y se invierte. A medida que crece, "We Are Never" añade sintetizadores, un ritmo de percusión colosal y un estribillo panorámico de varias capas.

Lanzada ese verano, "We Are Never" llegó rápido al puesto número 1 de la lista Billboard Hot 100. Fue una de varias colaboraciones de Martin y Shell que llegaron a la lista de éxitos. También fue uno de los muchos éxitos de Martin y Shellback en los que Swift experimentaría con nuevos sonidos y estilos.

Durante otra sesión para "Red", la cantante tocó parte de una versión en proceso de "I Knew You Were Trouble", que había compuesto al piano. "Quiero que suene tan caótica como la emoción", les dijo la cantante a Martin y Shellback, según Time. Con la ayuda del dúo, la canción se transformó en una canción dinámica, perfecta para bailar, que incluía una sección caótica de "dubstep" y culminaba con un grito punzante, digno de un meme.

El trío se reunió para crear varias canciones de "1989", el álbum de 2014 que cimentó el paso de Swift al pop, incluido su sencillo principal, "Shake It Off", que inicia con una alegre sección de batería, como de porristas, creada por Shellback, y se amplía para incluir capas de trompetas y un cántico escolar (los tres ganarían varios premios Grammy por su trabajo en el LP).

Martin y Shellback desempeñarían más tarde un papel crucial en temas del álbum más oscuro de Swift, "Reputation", de 2017, como la balada electro-pop "Delicate", con un ritmo tropical-pop y una voz modificada mediante vocoder.

Años más tarde, Swift explicaría la dinámica creativa del trío. "Shellback y yo teníamos poco más de 20 años cuando empezamos a trabajar juntos", dijo en el podcast "New Heights". "Nosotros éramos los novatos, y Max era el mentor".

Swift, Martin y Shellback grabaron más de 20 temas en la década de 2010, incluidos varios que se convertirían en esenciales de su lista de canciones de la gira Eras: "22", "Style" y "Don't Blame Me". La cantante declaró a Rolling Stone que Martin le "enseñó más sobre el proceso de escritura que cualquier otra persona".

Sin embargo, el dúo de productores estuvo ausente en los siguientes cinco discos de estudio de Swift, en algunos de los cuales volvió a cambiar de sonido, esta vez de himnos caóticos y emocionales a folk minimalista y pop suave de ritmos lentos.

"Estábamos haciendo cosas diferentes", explicó Swift en "New Heights", y añadió que había estado "creando discos un poco más esotéricos, como 'Folklore'".

En mayo de 2024, durante la última noche de una parada de tres conciertos de la gira Eras en Estocolmo, Swift elogió a Martin y Shellback desde el escenario como "dos genios suecos". Después interpretó un "popurrí de Max Martin" con algunas de sus colaboraciones, incluida la primera canción que escribieron juntos: "Message in a Bottle", que se lanzó hasta 2021.

En algún momento de su viaje a Suecia, según "New Heights", Swift se reunió con Martin y le propuso volver a trabajar juntos. "The Life of a Showgirl" se escribió y grabó en los meses siguientes, mientras Swift seguía presentándose por Europa y Norteamérica. "Fue el momento en que sentí que los tres que estábamos ahí teníamos el mismo peso como creadores", dijo sobre la reunión con Martin y Shellback.

Antes de empezar a trabajar en el álbum, durante su conversación con Martin en Estocolmo, Swift expuso sus planes para "The Life of a Showgirl". "Siento que podríamos arrasar si nos reuniéramos de nuevo y lo hiciéramos todo en Suecia, solo nosotros tres", le dijo al productor, y añadió: "Quiero estar tan orgullosa de un álbum como lo estoy de la gira Eras, y por las mismas razones".

La respuesta de Martin fue comprensiblemente incrédula: "¿Sí entiendes la presión que eso significa?".

El compositor Max Martin en un estudio de grabación en Manhattan, el 24 de agosto de 2022. (Christopher Lee/The New York Times)