Reseña de 'Todo de ti': cómo encontrar a tu pareja perfecta

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Brett Goldstein e Imogen Poots forman una pareja estupenda que transmite la química de los amigos que nunca llegaron a estar juntos.

Se puede saber mucho de dos personas si las observas sentadas juntas en silencio: adónde van sus ojos, cómo se mueven sus cuerpos, la forma en que el silencio flota en el aire. En Todo de ti, Simon (Brett Goldstein) y Laura (Imogen Poots) practican mucho este modo de estar sentados. Para ser un drama romántico comercial, sorprende su apertura a permitir que los momentos entre conversaciones se prolonguen, y a permitir esos breves espacios naturalistas en los que podemos intuir el peso compartido de su vínculo.

Todo de ti, que abarca muchos años y muchos tumultos en la relación, es una lacrimosa y arrolladora historia de amor que sabe muy bien que intenta serlo. Pero nunca sucumbe a una ejecución barata, y todo es gracias a Goldstein y Poots. Forman una pareja estupenda, que emana naturalmente la historia y posee la química fácil de los mejores amigos que nunca llegaron a estar juntos, y luego recorren, tomados de la mano, el camino más espinoso de los amantes en los que creemos pero quizá no deberíamos.

Dirigida por William Bridges (que escribió el guion con Goldstein), la película tiene lugar en un futuro cercano en el que se ha desarrollado La Prueba, una tecnología que determina, empíricamente, quiénes son las almas gemelas de las personas. Simon no es partidario, pero está dispuesto a pagar para que Laura se someta a la prueba. El alma gemela de ella, como se veía venir, no es Simon.

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Esta estructura especulativa --una historia sobre el amor en la era de la inteligencia artificial-- es sobre todo una pista falsa, una trama secundaria a la de la profunda conexión de Simon y Laura a través del tiempo. La película salta con frecuencia hacia delante, a través de relaciones y cambios vitales importantes, con Simon y Laura que bailan el uno alrededor del otro en todo momento. En cada parada periódica, Goldstein y Poots deben traducir lo que ha cambiado y el anhelo que ha persistido. Lo hacen poderosamente bien.

El rápido encanto de Goldstein transmite bromas que, de otro modo, podrían caer en saco roto, y transmite una suavidad desinteresada que te atrae a medida que astilla su exterior en apariencia inquebrantable. Pero Poots es la estrella en realidad. Posee un magnetismo arraigado que nunca cae en el cliché de la extravagancia (o, en los últimos años, en la ironía acerada) que arruina a tantos personajes románticos. Y lo que es más importante, la tranquila encarnación de la agitación interior de Poots traza el sentido del tiempo y la edad que potencia el golpe emocional de la película.

El arco de ella conduce la historia a un terreno mucho más complicado que el de la mayoría de las películas románticas. En última instancia, a pesar de su premisa de pseudociencia ficción, Todo de ti está menos interesada en el asunto de las almas gemelas y los misterios del amor que en algo mucho menos sentimental. Mientras Simon y Laura luchan por aferrarse el uno al otro, su historia trata, de hecho, de las crueldades prácticas del amor en su lucha contra las duras realidades de la vida.

Al principio, Laura le cuenta a Simon que ha encontrado cientos de cartas de su padre intercambiadas con una mujer desconocida de la que había estado enamorado. Laura lamenta que su padre nunca eligiera estar con su verdadero amor. Pero él ya tenía mujer y una hija, señala Simon, que le dice la pura verdad: "Así es la vida, ¿no?".

Todo de tiClasificada R por contenido sexual, desnudez, lenguaje y breve consumo de drogas. Duración: 1 hora y 38 minutos. Ver en Apple TV+.