EE. UU. deporta a decenas de iraníes tras el acuerdo con Teherán, según las autoridades

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El vuelo de deportación a Irán es la medida más contundente del gobierno de Trump para deportar a migrantes incluso a lugares con un duro historial en materia de derechos humanos.

El gobierno de Donald Trump está deportando desde Estados Unidos a Irán un avión cargado de unos 100 iraníes tras un acuerdo entre ambos gobiernos, según dos altos funcionarios iraníes implicados en las negociaciones y un funcionario estadounidense con conocimiento de los planes.

Funcionarios iraníes dijeron que el avión, un vuelo fletado por Estados Unidos, despegó de Luisiana el lunes por la noche y tenía previsto llegar a Irán a través de Catar como muy pronto el martes. El funcionario estadounidense confirmó que los planes para el vuelo se encontraban en las fases finales. Todos los funcionarios hablaron con The New York Times bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a discutir los detalles públicamente.

La identidad de los iraníes que viajaban en el avión y sus motivos para intentar emigrar a Estados Unidos no quedaron claros de inmediato.

La deportación es uno de los esfuerzos más descarnados hasta ahora del gobierno de Trump por deportar a migrantes, independientemente de las condiciones de los derechos humanos en los países que los reciben. La campaña de deportación en expansión ha provocado demandas por parte de los defensores de los migrantes, quienes han criticado los vuelos.

Durante décadas, Estados Unidos había dado cobijo a los iraníes que huían de su país, que tiene uno de los historiales de derechos humanos más duros del mundo. Irán persigue a activistas de los derechos de la mujer, disidentes políticos, periodistas, abogados, minorías religiosas y miembros de la comunidad LGBTQ, entre otros.

En los últimos años, ha aumentado el número de migrantes iraníes que llegan a la frontera sur de Estados Unidos y cruzan ilegalmente, entre ellos muchos que han alegado temor a ser perseguidos en su país por sus creencias políticas y religiosas.

Hossein Noushabadi, director general de asuntos parlamentarios del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, dijo el martes que las autoridades migratorias estadounidenses planeaban deportar a Irán en los próximos meses a 400 iraníes radicados en Estados Unidos.

"En la primera fase, decidieron deportar a 120 iraníes que entraron ilegalmente en Estados Unidos, la mayoría a través de México", declaró a la agencia de noticias Tasnim, afiliada a la poderosa fuerza iraní de la Guardia Revolucionaria.

Algunas de las personas que serán deportadas tenían residencia estadounidense, dijo, y añadió que todos los que serán deportados salieron de Irán legalmente.

Durante mucho tiempo, Estados Unidos había dudado o tenido problemas para deportar a migrantes a determinados países, como Irán, debido a la falta de relaciones diplomáticas regularizadas y a la imposibilidad de obtener documentos de viaje a tiempo.

Ello había obligado a los funcionarios estadounidenses a mantener detenidos a los migrantes durante largos periodos o a ponerlos en libertad en Estados Unidos. Estados Unidos deportó al país a más de dos decenas de iraníes en 2024, la cifra más alta en años.

Los dos funcionarios iraníes que hablaron con el Times dijeron que entre los deportados había hombres y mujeres, algunos de ellos eran parejas. Algunos se habían ofrecido voluntariamente a marcharse tras permanecer en centros de detención durante meses, y otros no, dijeron.

Los funcionarios dijeron que, en casi todos los casos, las solicitudes de asilo habían sido denegadas o las personas aún no habían comparecido ante un juez para una audiencia de asilo.

La deportación es un momento inusual de cooperación entre Estados Unidos y el gobierno iraní, y fue la culminación de meses de conversaciones entre ambos países, dijeron los funcionarios iraníes.

Uno de los funcionarios dijo que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán estaba coordinando el regreso de los deportados y que se les habían dado garantías de que estarían a salvo y no tendrían ningún problema. Sin embargo, dijo, muchos estaban decepcionados y algunos incluso asustados.

"Irán acogerá sin duda a los migrantes que, por cualquier motivo, hubieran emigrado anteriormente a Estados Unidos", declaró Noushabadi a Tasnim.

Además de sufrir opresión política, Irán está sumido en una crisis económica y energética, con una moneda en picado, una inflación desorbitada, desempleo y cortes de agua y electricidad.

La situación económica empeorará aún más con el regreso de las sanciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que entraron en vigor el sábado.

Sanam Mahoozi colaboró con reportería.

Farnaz Fassihi es la jefa del buró del Times para las Naciones Unidas y dirige la cobertura sobre la organización. También cubre Irán y ha escrito sobre el conflicto en Medio Oriente durante 15 años.

Hamed Aleaziz cubre el Departamento de Seguridad Nacional y las políticas migratorias para el Times.

Sanam Mahoozi colaboró con reportería.