Jimmy Kimmel defiende la libertad de expresión en su regreso a ABC

Reportajes Especiales - Lifestyle

Guardar

La estrella de la televisión nocturna dijo que no pretendió tomar a la ligera el asesinato de Charlie Kirk, y señaló que la amenaza de Trump contra la ABC era "antiestadounidense".

Jimmy Kimmel rompió su silencio el martes por la noche en un emotivo regreso a la señal de la ABC, en el que se mostró a ratos desafiante, bromista y sombrío al abordar la polémica que suspendió temporalmente su programa nocturno y desencadenó un debate nacional sobre la libertad de expresión.

Con la voz quebrada por momentos, Kimmel dijo que comprendía por qué sus comentarios de la semana pasada sobre el presunto autor del tiroteo contra el activista de derecha Charlie Kirk parecían "inoportunos, o poco claros, o quizá ambas cosas". Y añadió: "Nunca fue mi intención tomar a la ligera el asesinato de un joven".

Pero Kimmel también tuvo duras palabras para el presidente Donald Trump y el regulador gubernamental que sugirió que el gobierno de Trump castigaría a ABC por sus comentarios, y dijo que "una amenaza del gobierno de silenciar a un comediante que no le gusta al presidente es antiestadounidense".

"Este programa no es importante", dijo Kimmel en su monólogo inicial. "Lo importante es que podemos vivir en un país que nos permite tener un programa como este".

Los ejecutivos de Disney, empresa matriz de ABC, retiraron Jimmy Kimmel Live! del aire la semana pasada, poco después de que el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por su sigla en inglés), Brendan Carr, sugiriera que su organismo podría tomar medidas contra la cadena.

El martes, Kimmel dijo que no estaba de acuerdo con la decisión de Disney de retirar su programa. Pero también dio crédito a la empresa, donde trabaja desde hace 22 años, por defender su derecho a burlarse de los poderosos.

"Desafortunadamente, y creo que injustamente, esto los pone en peligro", dijo Kimmel. "El presidente de Estados Unidos dejó muy claro que quiere que nos despidan a mí y a los cientos de personas que trabajamos aquí. Nuestro líder celebra que los estadounidenses pierdan su medio de vida porque no aguanta una broma".

Durante su monólogo, que fue interrumpido con frecuencia por una multitud que lo aclamaba, Kimmel dio las gracias a varios cargos republicanos, entre ellos los senadores Ted Cruz, Mitch McConnell y Rand Paul, quienes habían expresado su recelo ante las presiones de la FCC a ABC. "Quiero dar las gracias a las personas que no apoyan mi programa y lo que creo, pero apoyan mi derecho a compartir esas creencias de todos modos", dijo.

Con lágrimas en los ojos, también elogió a Erika Kirk, la viuda de Kirk, quien en un funeral público el domingo dijo que perdonaba a la persona acusada de asesinar a su marido. "Me conmovió profundamente", dijo Kimmel, con la voz rasposa. "Si hay algo que debamos sacar de esta tragedia para salir adelante, espero que pueda ser eso, y no esto".

Después, en un cameo sorpresa, el actor Robert De Niro apareció como un jefe de la mafia que se ha apoderado de la FCC. De Niro protagonizó Buenos muchachos, la película sobre la mafia que Cruz invocó la semana pasada al criticar las declaraciones de Carr.

El regreso de Kimmel al aire el martes fue uno de los episodios más esperados de la televisión nocturna en años. Incluso el presidente Trump intervino antes de que empezara.

"No puedo creer que ABC Fake News le devolviera el trabajo a Jimmy Kimmel", se quejó en una publicación en las redes sociales, aproximadamente una hora antes de que empezara a emitirse el programa de Kimmel. Trump sugirió que podría demandar a ABC por haber readmitido a Kimmel --"Creo que vamos a poner a prueba a ABC en esto", escribió-- y citó un pago de 16 millones de dólares que la cadena hizo el año pasado para resolver una demanda previa por difamación que él presentó contra ABC News.

No todo el país pudo ver el regreso de Jimmy Kimmel Live! Dos grandes grupos de emisoras, Nexstar y Sinclair, reemplazaron el episodio desde las filiales de ABC que poseen, y dijeron que seguirían haciéndolo en el futuro. Estos dos grupos de emisoras representan juntos algo más del 20 por ciento del alcance nacional de ABC.

En una de esas emisoras, en Nashville, un presentador local anunció un especial de noticias de una hora durante la franja horaria habitual de Kimmel. "Durante los próximos 60 minutos exploraremos a todas las personas y lugares que hacen única a esta comunidad", dijo el presentador.

Disney posee y gestiona las filiales locales de algunos de los mayores mercados del país, incluidas las áreas metropolitanas de Nueva York, Los Ángeles y Chicago, todas las cuales emitieron el episodio. Otros propietarios de televisoras locales, como Hearst y Gray Media, también emitieron Jimmy Kimmel Live! con normalidad.

tEl abrupto e improbable papel de Kimmel como defensor de la Primera Enmienda se hizo patente el martes ante el estudio del presentador en Hollywood Boulevard, en las horas previas al comienzo de su grabación. Alrededor de una decena de simpatizantes se reunieron con pancartas, entre ellos un hombre vestido con atuendo patriótico de pies a cabeza que blandía un gran cartel en el que se leía "Libertad".

"Hoy ha ganado la libertad de expresión", dijo Gregg Donovan, de 65 años, de Santa Mónica, California, quien sostenía un cartel en el que se leía "Bienvenido Jimmy". "Me alegro por Jimmy", dijo, y añadió: "Hollywood lo extrañaba".

La veterana estrella de ABC fue apartada del programa el 17 de septiembre, apenas unas horas después de que Carr criticara a Kimmel. "Podemos hacerlo por las buenas o por las malas", dijo Carr al sugerir que la FCC podría tomar medidas contra ABC y Disney.

Kimmel había planeado en un principio abordar el problema en su monólogo de apertura del 17 de septiembre, pero la dirección de Disney decidió retirar su programa "indefinidamente" en su lugar. A Robert Iger, consejero delegado de Disney, y a Dana Walden, directora de televisión de la empresa, les preocupaba que, si se emitían esa noche sus comentarios previstos, corría el riesgo de exacerbar aún más la situación.

La suspensión de Jimmy Kimmel Live! se convirtió rápidamente en un punto crítico sobre la libertad de expresión en Estados Unidos. Los liberales, e incluso algunos conservadores, dijeron que la presión ejercida por Carr sobre ABC representaba una escalofriante supresión de la Primera Enmienda. Carr intentó minimizar su papel esta semana, al decir que Disney había tomado "una decisión empresarial" y que las acusaciones de supresión de la libertad de expresión formaban parte de "una campaña de proyección y distorsión".

El 15 de septiembre, Kimmel utilizó su monólogo de apertura para decir que "la banda MAGA" estaba intentando "desesperadamente presentar al chico que asesinó a Charlie Kirk como cualquier otra cosa que no sea uno de ellos, y hacen todo lo posible para ganar puntos políticos con ello".

Sus comentarios tardaron aproximadamente un día en ganar fuerza en las redes sociales, pero, una vez que lo hicieron, los conservadores se abalanzaron sobre él. Dijeron que Kimmel había caracterizado erróneamente las creencias políticas de Tyler Robinson, el tirador acusado. Carr dijo que sus comentarios formaban parte de un "esfuerzo concertado para mentirle al pueblo estadounidense".

Los fiscales han dicho que Robinson se opuso al "odio" de Kirk, pero las autoridades no han dicho qué opiniones de Kirk consideraba llenas de odio. La madre de Robinson dijo que su hijo se había pasado recientemente a la izquierda política.

El programa de Kimmel suele tener una audiencia nocturna de 1,6 millones de espectadores, según Nielsen.

Los ejecutivos de la televisión prevén que su audiencia del martes --incluso sin unas pocas decenas de emisoras locales-- será significativamente mayor.

Kathy Hopkins, quien formaba parte del público, dijo que el ambiente dentro del estudio había sido emotivo, y que Kimmel a veces luchó contra las lágrimas, pero que también se mantuvo firme.

"No se arrodilló ni se volvió servil ni dijo: 'Bien, ahora soy una sombra de Jimmy'", dijo Hopkins. "Había mucho amor y mucha seriedad ahí dentro. Todos estábamos encantados de tenerlo de vuelta".

Emmanuel Morgan colaboró con reportería desde Los Ángeles. Emmett Lindner colaboró desde Nueva York.

John Koblin reporta sobre la industria televisiva para el Times.

Michael M. Grynbaum escribe sobre la intersección de los medios, la política y la cultura. Ha sido el corresponsal de medios de comunicación del Times desde 2016.

Emmanuel Morgan colaboró con reportería desde Los Ángeles. Emmett Lindner colaboró desde Nueva York.