¿Exactamente qué buscan crear las empresas de IA? Aquí tienes una guía

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SAN FRANCISCO - Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, no es tímido sobre cuánto piensa gastar su empresa en su afán por crear inteligencia artificial.

"Debes imaginarte que OpenAI gastará billones de dólares en cosas como la construcción de centros de datos en un futuro no muy lejano", comentó Altman recientemente, refiriéndose a las enormes instalaciones informáticas que impulsan las tecnologías de IA de la empresa.

"Es de esperar que un montón de economistas se retuerzan las manos y digan, 'Esto es una locura. Es tan imprudente', o lo que sea. Y nosotros diremos, '¿Saben qué? Déjennos hacer lo nuestro'".

¿Y qué es exactamente eso? Mientras la industria tecnológica gasta y gasta, convirtiendo tierras de cultivo en centros de datos y a los investigadores de IA en algunos de los trabajadores mejor pagados del país, esta se ha esforzado por explicar qué está construyendo y por qué gasta tanto dinero.

¿Están creando un sistema de IA tan inteligente como los humanos? ¿Una máquina divina que cambiará el mundo si antes no destruye a la humanidad? ¿Están trabajando en versiones más sofisticadas de un software que llevan décadas vendiendo? ¿Todo este dinero se está invirtiendo en un audaz plan para crear falsos amigos en Internet y anuncios más eficaces? ¿O simplemente tienen miedo de perderse lo que hace todo el mundo?

He aquí un resumen de las visiones, desde las más plausibles a las más fantásticas, y por qué persiguen esas ideas:

La promesa: un motor de búsqueda mejor

Los chatbots funcionan de forma muy parecida a un motor de búsqueda, salvo que generan respuestas en inglés sencillo en lugar de una lista de enlaces azules. Puede ser una forma más rápida, fácil e intuitiva de responder a las preguntas, aunque los chatbots a menudo se equivocan e incluso inventan cosas.

¿Por qué están creando esto?

El motor de búsqueda de Google es el negocio más rentable de la industria tecnológica. Si las empresas pudieran ofrecer una forma mejor de buscar información, podrían captar un mercado de miles de millones de personas.

¿Qué tan cerca está de la realidad?

Cientos de millones de personas ya utilizan chatbots para recabar información. Cada mes, más de 700 millones usan solo ChatGPT.

Pero obtener beneficios con esta tecnología es todo un reto. El funcionamiento de un chatbot es bastante más caro que el de un sitio web normal. Y la tecnología no se presta necesariamente a la forma probada de ganar dinero en un buscador: la publicidad digital.

OpenAI vende una versión de ChatGPT por 20 dólares al mes, y según la empresa, al menos paga el costo de su propia entrega. Pero esos suscriptores representan menos del 6 por ciento de las personas que ahora usan ChatGPT.

La versión gratuita sigue en números rojos, ya que OpenAI aún no ha empezado a experimentar con anuncios. Google, por su parte, genera 54.000 millones de dólares en ingresos publicitarios cada trimestre gracias a su motor de búsqueda, el cual es usado por unos 2000 millones de personas cada día.

(El New York Times ha demandado a OpenAI y Microsoft, alegando infracción de los derechos de autor del contenido de las noticias relacionadas con los sistemas de IA. Las empresas han negado esas reclamaciones).

La promesa: herramientas que hagan más productivos a los oficinistas (y quizá los sustituyan)

La tecnología que impulsa ChatGPT no se limita a responder preguntas, sino que es una herramienta que puede ayudar a las personas a hacer su trabajo. La IA puede generar programas informáticos, resumir documentos y reuniones, redactar correos electrónicos e incluso usar otras aplicaciones de software, como hojas de cálculo y calendarios en línea.

¿Por qué están creando esto?

Los ejecutivos tecnológicos creen que la IA podría transformar el mundo de los negocios a medida que se introduzca en despachos de abogados, hospitales, periódicos y otros lugares. Las empresas como Microsoft y OpenAI ya están obteniendo grandes ingresos con la venta de sistemas de IA que pueden generar programas informáticos.

Amazon, Google, Meta, Microsoft y OpenAI tienen previsto gastar más de 325.000 millones de dólares en centros de datos gigantes este año. Esto supone 100.000 millones de dólares más que el presupuesto anual de Bélgica. Con el tiempo, alrededor del 10 por ciento de la infraestructura se usará para crear tecnologías de IA, mientras que entre el 80 y el 90 por ciento será para ofrecer estas tecnologías a los clientes, según el director general de Amazon, Andy Jassy.

¿Qué tan cerca está de la realidad?

Muchas empresas ya están probando la IA. Pero aún no se ha producido una introducción masiva en toda la economía estadounidense. A menos que las empresas como Amazon, Google y OpenAI sigan mejorando estas tecnologías, la adopción podría ser más lenta de lo esperado.

Casi 8 de cada 10 empresas ya empezaron a usar la IA generativa, pero otras tantas afirman que "no tiene un impacto significativo en los resultados finales", según una investigación de McKinsey & Co.

"El castillo de naipes va a empezar a desmoronarse", afirmó Sasha Luccioni, investigadora de la empresa emergente de inteligencia artificial Hugging Face. "La cantidad de dinero que se gasta no es proporcional al dinero que entra".

La promesa: un asistente para todo

Las empresas tecnológicas también están incorporando tecnología similar a los chatbots a una amplia gama de productos y servicios de consumo. La IA, dicen, funcionará como un asistente digital que aparecerá donde se necesite.

Meta está incorporando la tecnología a sus lentes inteligentes, lo que permite a las personas identificar puntos de referencia mientras caminan por la calle y traducir los carteles de las calles cuando visitan países extranjeros. Amazon ve la IA como una forma de mejorar todo, desde sus sitios web de compras hasta su asistente de voz Alexa.

¿Por qué están creando esto?

Si empiezas a usar un asistente digital, la empresa detrás del bot tiene más formas de captar tu atención y, en última instancia, de venderte cosas.

Por eso, estas empresas están incorporando la tecnología de IA a tantos dispositivos y servicios en línea como pueden, con la esperanza de controlar la forma en que usas el Internet.

"Todo se transformará con la IA", dijo Rohit Prasad, vicepresidente sénior de Amazon. "Esto no es un proyecto científico".

¿Qué tan cerca está de la realidad?

Los lentes con IA de Meta siguen siendo un producto de nicho utilizado por unos pocos millones de personas. Alexa de Amazon es mucho más popular, pero su audiencia sigue siendo pequeña en comparación con todas las computadoras y teléfonos del mundo.

Por sí sola, Alexa ha sido una perdedora de dinero desde su lanzamiento hace más de una década. Se usa principalmente para sacarle jugo a otros productos y servicios.

Cuando Amazon volvió a lanzar a Alexa con nueva tecnología de IA, regaló la actualización a cualquiera que pagara por su programa de suscripción Prime. La IA podría hacerla más popular, pero es poco probable que se convierta en una fuente de ingresos a corto plazo.

La promesa: los amigos de la IA

Meta y varias empresas emergentes, como Character.AI y xAI de Elon Musk, están empezando a ofrecer robots de IA que proporcionan un nuevo tipo de compañía. Las personas pueden interactuar con estos robots en las redes sociales de forma muy parecida a como interactúan con sus amigos.

"La persona promedio quiere más conectividad, conexión, de la que tiene", dijo el director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, en una entrevista reciente en un pódcast.

¿Por qué están creando esto?

Zuckerberg y Musk dirigen redes sociales y podrían cobrar dinero por sus amigos virtuales. Musk ofrece sus bots a través de un servicio de suscripción que cuesta 300 dólares al mes.

Meta también podría cobrar una cuota de suscripción por los amigos virtuales, de forma parecida a lo que hace OpenAI por ChatGPT, aunque hace tiempo que Meta prefiere aumentar los ingresos por publicidad manteniendo a la gente en sitios como Facebook, Instagram y WhatsApp. (La empresa también está aplicando la IA en este ámbito. Meta descubrió recientemente que la gente tenía casi un 7 más de probabilidades de hacer clic en anuncios creados con nuevas técnicas de IA).

¿Qué tan cerca está de la realidad?

Algunas personas ya tratan a los chatbots como amigos. Pero la compañía de la IA está empezando a recibir duras críticas. Estas tecnologías pueden alejar a las personas de las relaciones humanas y empujarlas hacia comportamientos alarmantemente delirantes.

Aún faltan años para que se convierta en un mercado viable, y es solo uno de los muchos escenarios que están explorando las empresas.

Algunos observadores comparan lo que están haciendo los ejecutivos de las tecnológicas con mover fichas en un tablero de juego: intentar ganar a sus rivales en la próxima gran tecnología.

"Tanto poder reside en tan pocas personas", dijo David Cahn, socio de la empresa de capital de riesgo Sequoia de Silicon Valley, "y están jugando una partida de ajedrez que tiene implicaciones para todos nosotros".

La promesa: avances científicos

Dario Amodei, director general de Anthropic, uno de los principales rivales de OpenAI, cree que en pocos años --quizá tan pronto como el año que viene-- la inteligencia artificial será como tener un "país de genios en un centro de datos" que puedan trabajar juntos en la resolución de los mayores problemas científicos a los que se enfrenta nuestra sociedad.

¿Por qué están creando esto?

Los tecnólogos como Amodei creen que este tipo de tecnología cambiará la vida tal y como la conocemos. El año pasado, en un ensayo de 14.000 palabras, afirmó que la IA podría llegar a curar el cáncer, acabar con la pobreza e incluso traer la paz mundial.

Predijo que, en una década, la IA duplicaría la esperanza de vida de la persona promedio hasta los 150 años.

¿Qué tan cerca está de la realidad?

No está claro cómo se construirán estas tecnologías, ni siquiera si son posibles.

Pero James Manyika, vicepresidente sénior de investigación, laboratorios, tecnología y sociedad de Google, dijo que a medida que Google persiga objetivos más elevados, creará tecnologías que puedan usarse de inmediato. Como ejemplo, señala AlphaFold, un sistema desarrollado por Google que puede ayudar a acelerar el descubrimiento de fármacos de formas pequeñas pero importantes y que recientemente ganó el Premio Nobel de Química.

Una empresa derivada de Google llamada Isomorphic Labs pretende ganar dinero ayudando a las empresas farmacéuticas a usar este tipo de tecnología.

La promesa: una IA tan inteligente como un ser humano, o más

Los ejecutivos como Zuckerberg y Demis Hassabis, director del laboratorio de investigación DeepMind de Google, afirman que sus empresas persiguen la inteligencia artificial general, o AGI, abreviatura de una máquina capaz de igualar los poderes del cerebro humano, o una tecnología aún más potente denominada superinteligencia.

¿Por qué están creando esto?

Muchos tecnólogos están decididos a perseguir el mayor objetivo que puedan imaginar: la superinteligencia. Los tecnólogos llevan persiguiendo este sueño desde la década de 1950.

¿ Qué tan cerca está de la realidad?

Los términos como AGI y superinteligencia son difíciles de precisar. Los científicos ni siquiera se ponen de acuerdo en una forma de definir la inteligencia humana.

Pero una máquina que realmente iguale los poderes del cerebro humano está a muchos años de distancia, quizás décadas o más.

Nadie ha articulado cómo ganarán dinero las empresas con este tipo de tecnología. Mientras las empresas tecnológicas gastan cientos de miles de millones en nuevos centros de datos, están dando un salto de fe.

Este salto está alimentado por el mismo brebaje que a menudo impulsa a los magnates de Silicon Valley, dijo Oren Etzioni, director general fundador del Instituto Allen para la IA: la codicia, el ego y el miedo a ser desbancado por un avance inesperado. "Si tuviera que dar una respuesta de una sola palabra", dijo Etzioni, "sería FOMO".

El miedo a perderse de algo no es barato. Altman dijo que mientras él y sus rivales persiguen estos elevados objetivos, algunos inversores quizá estén gastando más de la cuenta. Los investigadores podrían desarrollar formas de construir IA utilizando mucho menos hardware. La gente podría no querer las tecnologías de IA que estas empresas están construyendo. La rápida mejora de las tecnologías de IA en los últimos años podría ralentizarse o incluso chocar contra un muro. Toda la economía podría cambiar por motivos no relacionados.

"Algunos de nuestros competidores se extinguirán y a otros les irá muy bien, y así es como funciona el capitalismo", afirma Altman. "Sospecho que alguien va a perder una cantidad fenomenal de dinero".

La aplicación ChatGPT en un teléfono en Jersey City, Nueva Jersey, el 3 de agosto de 2025. (Andres Kudacki/The New York Times)

Amazon, Microsoft, Google, Meta y OpenAI planean gastar al menos 325.000 millones de dólares hasta finales de año en la búsqueda de la IA. (Shira Inbar/The New York Times)