¿Ves los mismos colores que yo?

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Aunque aún hay diversas dudas sobre cómo cada individuo percibe el color, algunos hallazgos aseguran que la experiencia del color es muy similar para la mayoría.

Tras décadas de investigaciones sobre el cerebro, los científicos siguen sin estar seguros de si la mayoría de la gente ve igual, o parecido, especialmente con los colores.

¿Lo que yo llamo rojo también es rojo para ti? ¿O mi rojo podría ser tu azul? ¿O tal vez rosa neón? Si fuera posible proyectar lo que yo veo directamente en tu mente, ¿la visión sería la misma, o se parecería más bien a un cuadro de Andy Warhol de colores locos?

"Es una pregunta antigua, ¿no?", dijo Andreas Bartels, catedrático de neurociencia visual de la Universidad de Tubinga, Alemania.

Pero los científicos conocen bien qué partes del cerebro se encargan de la visión. Incluso han averiguado dónde se realizan diversas tareas de procesamiento de la visión, como reconocer lo que se mueve, identificar colores y ajustarse a diferentes condiciones de iluminación.

Sorprendentemente, incluso es posible deducir lo que estás viendo si se observa una resonancia magnética que muestre qué partes de tu cerebro se iluminan.

"Eso viene del mundo de la ciencia ficción, o eso se podría pensar, ¿no?", dijo Bartels. "Es increíble que esto sea posible, pero siempre ha ocurrido en cerebros individuales".

Es decir, los investigadores realizaban esta prestidigitación de la ciencia con individuos. Primero mostraban a un sujeto tumbado en la máquina de resonancia magnética una serie de imágenes, mapeaban cómo respondía el cerebro de esa persona. Tras ese entrenamiento inicial, los investigadores podían mostrar al azar una de las imágenes y, basándose solo en la actividad cerebral, adivinar de qué imagen se trataba.

En una nueva investigación, Bartels y Michael Bannert, investigador postdoctoral del laboratorio de Bartels, utilizaron esa técnica para dar una respuesta parcial a la pregunta de si la mayoría de nosotros tenemos un sentido compartido de los colores. Colocaron a 15 personas, todas ellas con visión estándar de los colores, en una máquina de resonancia magnética. Los voluntarios observaron anillos concéntricos en expansión de color rojo, verde o amarillo.

Utilizaron los datos de 45 sujetos para calcular una respuesta promedio inducida por el color en distintas partes del cerebro. A continuación, utilizaron esta respuesta cerebral promedio para predecir de forma fiable el color y el brillo de lo que estaba mirando la decimoquinta persona.

Los datos sugieren que si yo estuviera mirando algo rojo y las señales nerviosas de mis nervios ópticos se desviaran a tu cerebro, probablemente dirías que el color era reconociblemente rojo (a menos que seas daltónico y veas el rojo como un verde oscuro).

Tu percepción del rojo podría seguir siendo diferente de la mía. Ninguna herramienta científica "puede abordar la cuestión de hasta qué punto es realmente similar una experiencia subjetiva", dijo Bartels.

"Pero creo que podemos acercarnos a responderla mediante métodos científicos", añadió. "Y con este enfoque intentamos averiguar si el rojo en tu cerebro se parece quizá al rojo en el cerebro de otras personas, y cómo".

Los investigadores informaron de sus hallazgos en un artículo publicado el lunes en la revista The Journal of Neuroscience.

"El artículo de Bartels es estupendo", dijo Bevil Conway, investigador del Instituto Nacional del Ojo, quien no participó en la investigación. Los hallazgos indican que la experiencia del color es muy similar para distintas personas, al menos para las que tienen una visión normal del color.

"Curiosamente, se acaban de obtener resultados muy similares en monos macacos", dijo Conway, y eso sugiere que los monos también perciben el color de forma similar.

"El trabajo tiene amplias implicaciones, pues sugiere que las presiones selectivas evolutivas favorecen mucho la percepción del color de alta fidelidad", dijo. "Lo cual no es más que una forma elegante de decir que, desde un punto de vista evolutivo, el color es realmente importante".

Y, sin embargo, la gente no siempre ve el color de la misma manera.

¿Recuerdas "el vestido"?

Hace una década, millones de personas de todo el mundo experimentaron los caprichos de la visión humana al mirar la fotografía de un vestido.

Las neuronas de las retinas de todos habrían enviado señales visuales aproximadamente similares de la fotografía al cerebro, pero los cerebros de las personas interpretaron las señales de forma muy diferente.

Algunas personas vieron un vestido azul y negro. Pero otras, con igual certeza, vieron dorado y blanco. Y para los verdaderamente perplejos, el color del vestido cambiaba una y otra vez, a veces azul y negro, a veces dorado y blanco.

"Los colores no son solo una propiedad física", dijo Bartels. "La percepción del color siempre incluye un cálculo del cerebro sobre la iluminación".

Al atardecer, un trozo de papel blanco parece rojizo. En un día lluvioso, la misma hoja parece más gris azulada. "Pero en todo momento, ves que el trozo de papel blanco es blanco, ¿verdad?", dijo Bartels.

Con el vestido, el algoritmo de corrección del color del cerebro se rompió.

El vestido se hizo viral porque era un caso poco frecuente de personas que discrepaban sobre los colores, dijo Conway.

"Si la gente discrepara de manera regular sobre los colores, el conocimiento social de los colores registraría el desacuerdo", añadió.

Kenneth Chang , periodista de ciencia del Times, cubre la NASA y el sistema solar, así como la investigación más cercana a la Tierra.