Melania Trump tiene una advertencia para la humanidad: 'Los robots ya están aquí'

Reportajes Especiales - News

Guardar

La primera dama se ha mostrado cautivada por las maravillas, los peligros y las oportunidades de las tecnologías modernas.

Melania Trump estuvo el jueves en la Casa Blanca, y le hizo una advertencia a toda la humanidad.

"Los robots ya están aquí", dijo. "Nuestro futuro ya no es ciencia ficción".

No fue exactamente El día que paralizaron la Tierra, pero no por eso dejó de ser un espectáculo fascinante. Esta primera dama no viene a Washington fácilmente, ni a menudo, pero se sintió obligada a volver para hablar de las posibilidades y los peligros de la inteligencia artificial y del deber colectivo de nuestra especie.

"Como líderes y padres, debemos gestionar el crecimiento de la inteligencia artificial de forma responsable", dijo en su discurso. "Durante esta etapa primitiva, es nuestro deber tratar a la inteligencia artificial como trataríamos a nuestros propios hijos: dándoles poder, pero con una guía vigilante".

Estaba sentada a la cabeza de una mesa redonda que se había instalado en el Salón Este. A su derecha estaba Michael Kratsios, el zar de tecnología del gobierno. También estaba David Sacks, la persona a la que recurre el gobierno para las iniciativas de criptografía e inteligencia artificial (IA), un par de secretarios del gabinete, y los directores de Google e IBM.

Melania Trump lucía un traje de color crudo y miraba a una audiencia formada por decenas de tipos de la tecnología. Sam Altman, el director ejecutivo de OpenAI, de aspecto juvenil, se sentó en primera fila y escuchó cómo la primera dama leía de su carpeta.

"Vivimos un momento de asombro", dijo, "y es nuestra responsabilidad preparar a los niños de Estados Unidos".

Melania Trump ya habló desde esta sala en mayo, cuando presentó un nuevo sello de correos conmemorativo de la ex primera dama Barbara Bush. Pero aquel no parecía un acto muy propio de Melania. No fue glamuroso ni, desde luego, vanguardista. Y resulta que esta primera dama es una especie de tecnofuturista.

Solo tenemos destellos de ella de vez en cuando, pero se ha mostrado cautivada por las maravillas, los horrores y las oportunidades de las tecnologías modernas, una y otra vez.

Tiene su propia criptomoneda (se llama $MELANIA), y generó titulares el año pasado cuando tomó la controvertida decisión de utilizar una IA que imitaba su propia voz para narrar la versión en audiolibro de sus memorias (también se llaman MELANIA).

"Que empiece el futuro de la industria editorial", dijo entonces.

Su enfoque característico como primera dama tiene que ver con lo digital. Impulsó con éxito un proyecto de ley para proteger a las mujeres y los niños en internet de la difusión de imágenes falsas, la pornovenganza y el catfishing en internet. La semana pasada lanzó un "Desafío Presidencial de Inteligencia Artificial" en todo el país, invitando a estudiantes y educadores a visitar AI.Gov. Invitó a Hayley Harrison, su jefa de gabinete y confidente de mayor confianza, a la mesa redonda, y la designó como miembro del grupo de trabajo de la Casa Blanca sobre inteligencia artificial.

Y así surge el retrato de una primera dama inescrutable, cuyas declaraciones del jueves parecían sacadas de una novela de Philip K. Dick.

"Ahora los coches se conducen solos por nuestras ciudades, los robots tienen manos firmes en el quirófano y los drones están redefiniendo el futuro de la guerra", dijo. Habló de "humanoides de primera generación".

Fue toda una yuxtaposición a cómo su marido había hablado del futuro de la IA solo dos días antes. El martes, Donald Trump estaba hablando en el Despacho Oval cuando un periodista le preguntó sobre un video viral que parecía mostrar cómo se arrojaban bolsas por las ventanas de la residencia de la Casa Blanca.

"Probablemente sea un video generado por IA", dijo Trump. Explicó que tenía que ser un video falso porque las ventanas de la Casa Blanca no se abren tan fácilmente. "De hecho, mi esposa se quejaba de eso el otro día", dijo. "Me dijo: 'Me encantaría que entrara un poco de aire fresco', pero no se puede, son a prueba de balas".

En realidad, ese mismo día, la oficina de prensa de la Casa Blanca había confirmado en un comunicado que el video era real, pero que no había ocurrido nada anormal; se trataba simplemente de "un contratista que estaba haciendo el mantenimiento habitual mientras el presidente no estaba".

Sin embargo, el tema del misterioso video había despertado el interés del mandatario por la inteligencia artificial.

"Uno de los problemas que tenemos con la IA: es que es buena y mala, a la vez", reflexionó. "Si algo ocurre realmente mal, échale la culpa a la IA. Pero también crea cosas; funciona en ambos sentidos".

Justo entonces se le ocurrió un nuevo pensamiento: "Si ocurre algo realmente malo, quizá solo tenga que culpar a la IA". Esta idea parecía exactamente el tipo de cosas sobre las que su esposa pronto advertiría desde la Casa Blanca ("Debemos gestionar el crecimiento de la IA de forma responsable").

Trump también mencionó otro video que había visto y que lo obsesionaba. Tal y como lo describió, el video lo mostraba evolucionando desde el bebé que era hasta el hombre que es hoy.

"Para serte sincero, da un poco de miedo", dijo.

Como dijo su mujer el jueves: "Nuestro futuro ya no es ciencia ficción".

Shawn McCreesh es un reportero del Times que cubre al gobierno de Trump.