Maduro dice que Trump va a 'manchar sus manos de sangre' si inicia una guerra con Venezuela

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Mientras buques de guerra y soldados estadounidenses se reúnen en el Caribe cerca de Venezuela, Maduro amenazó con una "lucha armada" en respuesta a cualquier acción militar. También hizo un llamamiento a la paz.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha advertido que responderá a cualquier acción militar estadounidense con una "lucha armada" y dijo que el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, está tratando de forzar al presidente Donald Trump a entrar en una guerra en el Caribe que dañaría su reputación.

"President Donald Trump", dijo el lunes el líder venezolano, "usted tiene que cuidarse, porque Marco Rubio quiere manchar sus manos de sangre".

Las declaraciones, realizadas desde Caracas en la primera conferencia de prensa de Maduro en más de un año, se producen en medio de las tensiones cada vez mayores entre Venezuela y Estados Unidos. A finales de agosto, Estados Unidos comenzó a trasladar buques de guerra y soldados al Caribe, cerca de aguas venezolanas, lo que el gobierno de Trump ha dicho que era para combatir el narcotráfico.

Pero la magnitud del despliegue militar ha generado especulaciones sobre si el objetivo real es derrocar a Maduro con una acción militar u otro tipo de presión.

Rubio dijo recientemente que "por primera vez en la era moderna", el gobierno estadounidense estaba "verdaderamente en la ofensiva" contra los cárteles organizados que envían drogas a Estados Unidos. Él y otros funcionarios del gobierno de Trump han calificado a Maduro de líder ilegítimo y a su gobierno de "cártel narcoterrorista".

Jimmy Story, exembajador estadounidense en Venezuela durante el primer mandato de Trump, dijo en una entrevista que utilizar tanto poderío militar para acabar con las embarcaciones usadas para el narcotráfico era como "utilizar un soplete para cocinar un huevo".

Maduro, en su conferencia de prensa, dijo que el pueblo venezolano era uno de "guerreros" que respondería a cualquier incursión con la "máxima rebeldía". Pero, al tiempo que parecía intentar proyectar fuerza, Maduro también hizo un llamamiento a la paz, en un aparente intento de apelar a la promesa electoral de Trump de terminar guerras, no de iniciarlas.

Mencionó al Premio Nobel de la Paz --en aparente alusión al interés declarado de Trump por recibirlo-- y dijo que Rubio, partidario desde hace tiempo de una acción agresiva que podría conducir a un cambio de gobierno en Venezuela, quiere que el "apellido Trump se manche de sangre por los siglos".

El dirigente venezolano también reconoció que, en los últimos meses, su gobierno ha mantenido dos canales distintos de diálogo con el gobierno de Trump: uno con Richard Grenell, enviado especial, y otro con John McNamara, el principal diplomático estadounidense en Venezuela, quien responde a Rubio.

Aunque actualmente los canales entre ambos países "están maltrechos", admitió Maduro, dijo que creía que podían mejorarse.

Trump, dijo Maduro, es un "hombre inteligente, audaz. Él sabrá qué hacer. Ojalá que esos canales que tenemos se recuperarán".

Maduro dijo que la concentración naval significaba "la más grande amenaza que se haya visto en nuestro continente en los últimos 100 años", en forma de "ocho barcos militares con 1200 misiles" dirigidos contra Venezuela.

El despliegue incluye varios destructores de misiles guiados y buques que transportan a 4500 marineros y 2200 infantes de marina, según funcionarios del Departamento de Defensa.

El viernes, Rubio viajó a Florida para reunirse con dirigentes militares del Comando Sur estadounidense para tratar cuestiones de seguridad en la región, según el Departamento de Estado.

Esta semana tiene previsto viajar a México y Ecuador, visitas que, según el gobierno de Trump, pretenden impulsar el "compromiso inquebrantable del gobierno estadounidense de proteger sus fronteras, neutralizar las amenazas narcoterroristas a nuestro territorio nacional y garantizar la igualdad de condiciones para las empresas estadounidenses".

En represalia por el aumento de la presencia naval estadounidense, Maduro podría decidir dejar de recibir vuelos de personas venezolanas deportadas desde Estados Unidos, lo que podría obstaculizar los esfuerzos de Trump por cumplir su objetivo de deportar a millones de migrantes.

Sin embargo, cuando se le preguntó si consideraría detener los vuelos, el líder venezolano respondió que estos formaban parte de la relación bilateral "que ha marchado bien", lo que sugiere que no tiene planes de dejar de recibirlos.

Julie Turkewitz es la jefa de la corresponsalía del Times en los Andes y cubre Colombia, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Perú desde Bogotá.