Tina Modotti, la fotógrafa que unió la forma modernista y el propósito revolucionario

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Este artículo forma parte de Overlooked , una serie de obituarios sobre personas notables cuyas muertes, a partir de 1851, no fueron reportadas por el Times.

En la fotografía de Tina Modotti "Desfile de los trabajadores", un grupo de ejidatarios, o agricultores, mexicanos, marchan en masa, de espaldas a la cámara, con sus sombreros gastados protegiéndoles la cabeza, en un símbolo fácilmente reconocible de la clase trabajadora.

Para capturar su imagen de la manifestación del primero de mayo de 1926, Modotti subió a un tejado y utilizó la luz natural y una composición cuidadosa para crear una fotografía que fusionaba la forma modernista con el propósito revolucionario.

Reproducciones de esta fotografía, junto con decenas de otras, se encuentran en las colecciones de los principales museos de todo el mundo, lo que da testimonio del ascendente reconocimiento de su breve pero meteórica carrera.

Durante años, la reputación de Modotti como artista se había visto eclipsada por la notoriedad de sus relaciones amorosas con el fotógrafo modernista estadounidense Edward Weston y el revolucionario marxista cubano Julio Antonio Mella. Pero exposiciones recientes, como Tina Modotti: el ojo de la revolución, en el Jeu de Paume de París el año pasado, han intentado reequilibrar la narrativa de su vida y obra, al destacar su fotografía políticamente comprometida y sus sorprendentes retratos de objetos cotidianos.

"Es muy interesante en su obra la forma en que fusiona las formas modernistas con los mensajes sociales", dijo Roxana Marcoci, curadora de fotografía del Museo de Arte Moderno de Manhattan, que cuenta con más de 30 fotografías de Modotti, incluida "Desfile de los Trabajadores".

"Ella fue fundamental para que la fotografía cobrara relevancia social", añadió en una entrevista.

Modotti era autocrítica a la hora de describir su obra. Como escribió en la revista Mexican Folkways en 1929: "Me considero una fotógrafa, nada más. Y si mis fotografías se diferencian de lo generalmente producido en este campo, es que yo precisamente trato de producir no arte, sino fotografías honradas, sin trucos ni manipulaciones".

Tina Modotti nació como Assunta Adelaide Luigia Modotti Mondini el 16 de agosto de 1896 en Údine, una pequeña ciudad del noreste de Italia, hija de Giuseppe Salterni Modotti, mecánico, y Assunta (Mondini) Modotti, modista. Tenía un hermano y una hermana mayores. El apellido original era Modotto, pero se cambió por error administrativo muchas décadas antes de que Tina naciera.

La familia se mudó a Austria durante varios años antes de que Giuseppe se marchara, en agosto de 1905, a San Francisco, y se uniera a una próspera comunidad de inmigrantes italianos. Tina se reunió con él en 1913, cuando tenía 16 años.

Trabajó como costurera y modelo de ropa en unos grandes almacenes, entre otros trabajos ocasionales, y se convirtió en una pequeña celebridad en su animado barrio de North Beach después de actuar en varias producciones teatrales.

En 1918, Modotti se casó con el escritor y pintor Roubaix de l'Abrie Richey, quien era conocido como Robo, y la pareja se trasladó a Los Ángeles, donde continuó actuando en películas mudas como The Tiger's Coat (1920). Su casa se convirtió en un centro para los bohemios de la ciudad, y Modotti pronto conoció a Edward Weston, con quien finalmente inició una relación sentimental, aunque él también estaba ya casado.

Richey se marchó a Ciudad de México en 1921, motivado por la elección de Álvaro Obregón como presidente de México el año anterior; el gobierno de Obregón había introducido una serie de reformas y un mayor apoyo a las artes.

Modotti lo alcanzó allí una vez instalado, pero él murió poco después de viruela, lo que la impulsó a regresar a San Francisco y luego a Los Ángeles como viuda devastada y necesitada de ingresos. Pidió a Weston que fuera su mentor de fotografía, con la esperanza de ganar dinero haciendo retratos. (Es probable que su interés por este arte se debiera a un tío suyo que había regentado un exitoso estudio en Údine).

Modotti regresó a Ciudad de México en 1923, esta vez acompañada por Weston. Allí dirigió un estudio que habían montado juntos y trabajó como traductora de Weston. Cuando se adentraron en la escena artística de la ciudad, conocieron a los artistas Diego Rivera, Frida Kahlo y David Alfaro Siqueiros.

La pareja trabajó en varios proyectos, entre ellos las imágenes para Ídolos tras los altares (1929), de Anita Brenner, un estudio sobre el arte mexicano y sus raíces.

Por su cuenta, Modotti experimentó con objetos descontextualizados, es decir, objetos mostrados fuera de su entorno habitual, lo que ponía énfasis en sus formas, texturas y cualidades simbólicas. Weston le enseñó el arte de la composición y el formalismo riguroso, un enfoque que prioriza las líneas, las formas y la composición de una imagen por encima de su tema, en contraste con el pictorialismo, más popular, que trataba las fotografías como pinturas, con un enfoque suave y escenas preparadas.

Ambos fotógrafos trabajaban con cámaras de gran formato e imprimían en papel de platino y paladio. La influencia de Weston se puede apreciar en muchas de las primeras imágenes de Modotti, como "Líneas de teléfonos" y "Alcatraz".

Sin embargo, en cuanto al contenido, los dos pronto divergieron. Weston era partidario del "arte por el arte" --el credo del siglo XIX según el cual el arte no necesitaba justificación-- mientras que la obra de Modotti se volvió cada vez más política, como se puede ver en sus fotografías de los murales de Rivera y José Orozco. (Apareció desnuda en el mural de 1926 La tierra abundante de Rivera, con quien se rumoreaba que había tenido un breve romance).

Después de tres años, Weston abandonó México --y a Modotti-- para siempre, y escribió en su diario que su partida "será recordada por la marcha de Tina"; mantuvieron correspondencia incluso cuando sus vidas e ideologías se separaron.

Modotti permaneció en Ciudad de México, donde siguió dirigiendo el estudio que habían fundado mientras comenzó a trabajar como traductora y fotógrafa independiente para un periódico comunista, El Machete. Al afiliarse al Partido Comunista, reveló su evolución política y su compasión por el trabajador en fotografías como "Manos de campesino con pala", una imagen en primer plano que evoca con simpatía las realidades del trabajo, e "Ilustración para una canción mexicana", una composición casi abstracta de una mazorca de maíz, una guitarra y una bandolera.

Fue a través de El Machete como Modotti conoció a José Antonio Mella, marxista y periodista cubano. Ambos iniciaron un romance --Mella afirmó que para él fue amor a primera vista-- que cambiaría para siempre la vida de Modotti. Mella se había exiliado de Cuba, pero seguía llamando la atención mientras intentaba derrocar la dictadura de su país desde la distancia. Fue asesinado a tiros el 10 de enero de 1929, mientras paseaba con Modotti. Tenía 25 años.

La prensa mexicana intentó implicar a Modotti, al presentarla como sexualmente inmoral por haber posado desnuda en varias fotografías de Weston. Dos días después del asesinato, fue detenida para ser interrogada, y aunque fue absuelta, durante mucho tiempo la persiguió su reputación de mujer "fácil". (Se descubrió que el asesinato de Mella había sido ordenado por el represivo presidente de Cuba, Gerardo Machado).

El 17 de julio de 1928, el presidente Obregón fue asesinado. Los gobiernos sucesivos, así como la alta sociedad mexicana, fueron mucho menos tolerantes con el ambiente bohemio del país y con sus simpatizantes comunistas.

El 4 de febrero de 1930, se atentó contra la vida del recién elegido presidente, Pascual Ortiz Rubio. Tres días después, Modotti fue detenida para ser interrogada como parte de una amplia campaña anticomunista. Después de permanecer detenida durante 13 días, a Modotti se le dijo que renunciara a su afiliación comunista o se enfrentaría a la deportación. Ella eligió lo segundo y fue expulsada del país a finales de ese mes.

Decidió irse a Berlín, pero nunca le gustó la floreciente escena artística de vanguardia de la ciudad y tenía poco interés en el género de la fotografía callejera, que estaba ganando popularidad.

"Sé que el material que se encuentra en las calles es rico y maravilloso", escribió en una carta a Weston, "pero mi experiencia es que la forma en que estoy acostumbrada a trabajar, lentamente, planificando mi composición, etc., no es adecuada para ese tipo de trabajo. Para cuando tengo la composición o la expresión adecuadas, la imagen ya ha desaparecido".

Así que se mudó de nuevo, esta vez a Moscú, donde sus simpatías comunistas se afianzaron aún más. Allí se unió al Partido Comunista Soviético y abandonó más o menos la fotografía para dedicarse al trabajo político.

Cuando estalló la Guerra Civil Española en 1936, Modotti viajó a España y se ofreció voluntaria como enfermera para las fuerzas republicanas del gobierno de izquierda que luchaban contra los rebeldes nacionalistas de derecha.

Con la caída de Barcelona el 26 de enero de 1939, las fuerzas republicanas fueron expulsadas de España y los nacionalistas de Francisco Franco tomaron el poder. Modotti se dirigió a la frontera francesa y partió hacia su amado México, con un pasaporte español y un nuevo nombre: María del Carmen Ruiz Sánchez.

Trabajó ilegalmente en Ciudad de México hasta que sus partidarios hicieron campaña para que se cambiara su situación migratoria.

Modotti murió el 6 de enero de 1942, mientras viajaba en un taxi en Ciudad de México. Tenía 45 años. El informe de la autopsia citó un paro cardiaco, pero dada su edad y sus afiliaciones políticas, se especuló, y se sigue especulando, que fue asesinada. Fue enterrada en el famoso Panteón Civil de Dolores, y su lápida lleva un epitafio extraído de un poema de Pablo Neruda.

En los años siguientes, Modotti y sus fotografías cayeron en el olvido. No fue hasta la década de 1970, con el auge del movimiento feminista de la segunda ola, cuando volvió a recibir atención, aunque para entonces su obra ya formaba parte de la colección del Museo de Arte Moderno gracias a una donación de Weston, quien había conservado su obra. (Murió en 1958).

Sin embargo, a pesar de todos los elogios que cosecharon sus fotografías, Modotti quizá siga siendo más conocida por haber sido la amante de Weston.

"Ves las fotografías que Weston hizo de ella", afirmó Lisa Volpe, conservadora de fotografía del Museo de Bellas Artes de Houston, por teléfono, "y solo después tienes este segundo capítulo sobre el trabajo que hizo por su cuenta".

Pero, añadió Volpe: "La historia de la fotografía es relativamente nueva. Y tenemos la ventaja de poder contemplarla en toda su amplitud y hacer correcciones".