
Las autoridades militares estadounidenses y europeas están cada vez más preocupadas por estos vuelos, a pesar de que los actos de sabotaje rusos han disminuido.
Rusia o sus representantes están sobrevolando con drones de vigilancia las rutas que Estados Unidos y sus aliados utilizan para transportar suministros militares a través del este de Alemania, con lo cual recopilan información de inteligencia que podría utilizarse para reforzar la campaña de sabotaje del Kremlin y ayudar a sus soldados en Ucrania, según funcionarios estadounidenses y de Occidente.
Funcionarios estadounidenses y alemanes han hablado de las actividades de sabotaje rusas, incluida la información que condujo a la detención en mayo de tres hombres ucranianos acusados de un complot vinculado a Rusia, dijeron los funcionarios.
La campaña de sabotaje rusa ha provocado incendios en almacenes del Reino Unido, un ataque contra una presa en Noruega, intentos de cortar cables bajo el mar Báltico y una serie de operaciones destinadas a acercar la guerra de Ucrania al corazón de Europa y a socavar el apoyo a Kiev.
Tras alcanzar su punto álgido el año pasado, los actos de sabotaje rusos han disminuido significativamente este año, dijeron expertos y funcionarios de inteligencia occidentales. Ello se debe, al menos en parte, al aumento de la seguridad en Europa y a los esfuerzos de los servicios de inteligencia estadounidenses y europeos por impedir los atentados.
También es probable que el descenso refleje un torbellino de actividad diplomática para negociar el fin de los combates en Ucrania.
"El panorama es más difícil para que operen los rusos", dijo Seth Jones, quien estudia la cuestión para el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. "Pero no es descabellado suponer que los rusos son ahora un poco más cautelosos mientras haya negociaciones".
Jones señaló en un informe publicado en marzo que los ataques rusos en Europa se cuadruplicaron entre 2022 y 2023, y volvieron a triplicarse entre 2023 y 2024. Sin embargo, Jones observó un descenso significativo en los seis primeros meses de este año, con solo cuatro incidentes calificados de sabotaje o intento de sabotaje por parte de Rusia.
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos también dijo en un informe de este mes que las operaciones de sabotaje habían disminuido este año, pero que la amenaza persistía al tiempo que los europeos se esforzaban por coordinar una respuesta.
En un testimonio escrito ante el Senado en junio, el general Alexus G. Grynkewich, actual jefe del Mando Europeo de Estados Unidos, dijo que los incidentes de sabotaje selectivo habían disminuido este año "debido al mayor escrutinio público y a los enérgicos esfuerzos de las autoridades europeas por hacer cumplir la ley".
Durante el gobierno de Joe Biden, Estados Unidos le proporcionó inteligencia a Europa para ayudar a impulsar un frente unido entre los países de la OTAN. El intercambio de inteligencia ha continuado bajo el gobierno de Donald Trump.
Las agencias de espionaje estadounidenses les han estado proporcionando información a los gobiernos europeos sobre posibles acciones de sabotaje, según personas informadas de las conversaciones. Esto ha incluido una advertencia a los servicios de inteligencia alemanes sobre un complot para enviar explosivos o artefactos incendiarios en aviones de carga en tránsito por Alemania.
La advertencia dio lugar a la detención de tres ciudadanos ucranianos en Alemania y Suiza. La fiscalía federal de Berlín dijo entonces en un comunicado que el plan parecía formar parte de un complot para dañar la infraestructura logística del transporte comercial de mercancías.
Los artefactos iban dirigidos a lugares de Ucrania, pero personas informadas sobre el asunto dijeron que no estaba claro si esos eran los objetivos, o si los artefactos estaban destinados a estallar en aviones de carga en Alemania.
Aunque las operaciones de inteligencia de Rusia se han sometido a un escrutinio cada vez más estricto, han conservado la capacidad de reclutar personas para llevar a cabo atentados en toda Europa, según funcionarios occidentales.
Por ello, los militares estadounidenses y europeos están cada vez más preocupados por los vuelos de drones en Alemania.
Los vuelos, concentrados en el estado de Turingia, en el este de Alemania, también fueron denunciados por WirtschaftsWoche, una publicación alemana que ha informado ampliamente sobre la campaña de sabotaje.
Tras la publicación de los artículos, Boris Pistorius, ministro de Defensa alemán, dijo el jueves que el ejército alemán había desarrollado nuevas técnicas para interceptar drones o volverlos inofensivos, pero que estaba limitado en lo que podía hacer para detener completamente los vuelos.
"Se trata de un constante juego técnico del gato y el ratón entre lo que hacen los desarrolladores de drones y lo que podemos hacer nosotros", declaró Pistorius a la prensa en Berlín. "Somos plenamente conscientes del reto y estamos haciendo todo lo que podemos en el poco tiempo de que disponemos, pero sí, el hecho de que los drones sobrevuelen también puertos e instalaciones ferroviarias no debería sorprender a nadie. Sin embargo, no hay mucho que podamos hacer al respecto".
El WirtschaftsWoche también informó de que al menos algunos de los drones se fabricaron en Irán, y los servicios de inteligencia alemanes creen que al menos algunos de los vuelos podrían haberse originado desde barcos en el mar Báltico.
Los funcionarios estadounidenses confirmaron los vuelos, pero dijeron que no podían rastrear su origen. Creen que los drones han sido pilotados por rusos o por personas que trabajan para los servicios de inteligencia rusos.
El jueves, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, tachó los informes de "falsos".
"Es difícil imaginarlo", dijo a los periodistas cuando se le preguntó si Rusia estaba rastreando envíos a través de Alemania. "Porque entonces los alemanes lo verían claramente y es poco probable que se quedaran callados. Así que lo más probable es que parezca otra falsedad periodística".
Jones dijo que los vuelos de drones sobre las rutas de suministro eran "espionaje puro y duro", ya que Rusia intenta saber qué empresas fabrican armas para Ucrania y cómo se envían las armas a Polonia y de ahí a Ucrania.
Dijo que lo más probable es que la vigilancia con drones estuviera relacionada con la inteligencia en el campo de batalla, destinada a dar al ejército ruso una mejor idea del armamento al que se enfrentaría y cuándo.
Pero Jones y funcionarios occidentales dijeron que si Rusia decidiera intensificar sus operaciones de sabotaje en el futuro, podría utilizar la información recogida por los vuelos de los drones.
"Si en algún momento los rusos quisieran volverse más agresivos y adelantarse con ese tipo de recopilación de información, saben qué empresas exportan y qué rutas se utilizan", dijo Jones. "Sería útil si quisieran llevar a cabo operaciones de sabotaje o subversivas".
Christopher F. Schuetze colaboró con la reportería desde Berlín.
Julian E. Barnes cubre las agencias de inteligencia estadounidenses y asuntos de seguridad internacional para el Times. Ha escrito sobre temas de seguridad durante más de dos décadas.
Eric Schmitt es corresponsal de seguridad nacional para el Times. Ha informado sobre asuntos militares estadounidenses y antiterrorismo durante más de tres décadas.
Christopher F. Schuetze colaboró con la reportería desde Berlín.
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