Ocho mujeres, cuatro dormitorios y una causa: romper el techo de cristal de la IA

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SAN FRANCISCO - Un jueves por la tarde, Miki Safronov-Yamamoto, de 18 años, se sentó con varias compañeras de piso en sillas desparejadas en torno a la mesa del comedor en la casa de estuco de dos plantas que compartían en el barrio Glen Park de San Francisco. Sin dejar de enviar correos electrónicos y consultar mensajes de LinkedIn, debatían cómo organizar un "día de demostración" en el que, junto con las demás integrantes de la casa, le presentarían a un grupo de inversionistas las empresas que estaban creando.

Safronov-Yamamoto, la más joven de la casa y estudiante de segundo año de la Universidad del Sur de California, levantó la vista de su portátil y declaró que "tal vez deberían hablar" sobre la duración de cada presentación. Sugirió que podrían ser tres minutos.

"¿La mayoría de los asistentes serán inversionistas?", preguntó Ava Poole, de 20 años, que trabaja en la idea de crear un agente de inteligencia artificial para facilitar los pagos digitales.

"Muchos inversionistas, pero también fundadores", respondió Safronov-Yamamoto, cuyo proyecto es una empresa emergente de IA que ayuda a detectar errores en la facturación médica. A su lado, Chloe Hughes, de 21 años, cuyo plan es crear una plataforma de IA para acuerdos inmobiliarios comerciales, movía la cabeza al ritmo de "Busy Woman", de Sabrina Carpenter, que se escuchaba al fondo.

El grupo formaba parte de FoundHer House, una "casa hacker" creada en mayo y orientada específicamente a mujeres. El objetivo de la casa (un entorno de convivencia para tecnólogas en el que pueden dedicarse a hackear problemas y ahorrar en gastos) era crear una comunidad de apoyo para que cada una de las ocho residentes construyera su empresa en la capital tecnológica del país.

Estas características convierten a FoundHer House en un experimento poco común. En el frenesí de IA que ha avasallado Silicon Valley, atrayendo a tecnólogos y jóvenes interesados en trabajar en esta nueva ola, las nuevas empresas de IA y las casas de hackers han estado dominadas por hombres, según muestran los datos de financiación y han observado los inversionistas.

En consecuencia, el auge de la IA podría perpetuar la demografía de siempre de la industria tecnológica, que sigue siendo desproporcionadamente masculina. Sam Altman, de OpenAI; Jensen Huang, de Nvidia; Dario Amodei, de Anthropic, y otros ejecutivos tecnológicos varones son algunos de los nombres que más se asocian con el impulso de la IA.

Navrina Singh, de 45 años, directora ejecutiva de Credo AI, una empresa de San Francisco que ayuda a las empresas a analizar herramientas de IA, señaló que existe una "clara" disparidad entre el número de mujeres y hombres que dirigen empresas de IA. Comentó que apenas podía pensar en un puñado de empresas encabezadas por mujeres, entre ellas Fei-Fei Li, directora general de World Labs, y Mira Murati, directora general de Thinking Machines Lab.

"No vemos tantas mujeres, y las pocas que están a la cabeza de la inteligencia artificial, yo diría que no están bien capitalizadas ni financiadas", opinó Singh.

De las 3212 operaciones de capital riesgo con empresas de IA realizadas este año hasta mediados de agosto, menos del 20 por ciento fueron con empresas que tenían al menos una mujer fundadora, según datos de PitchBook, empresa que le da seguimiento al sector.

FoundHer House ha intentado desafiar esa tendencia. Fundada por Safronov-Yamamoto y Anantika Mannby, de 21 años, estudiante de la USC que está creando una empresa emergente de compras digitales, incluye a otras seis integrantes, entre ellas Poole y Hughes.

Las otras son Sonya Jin, de 20 años, cuya empresa busca ayudar a formar agentes de IA; Danica Sun, de 19 años, que trabaja en una empresa de energía limpia; Fatimah Hussain, de 19 años, que está creando un programa de tutoría en línea para estudiantes de secundaria; y Naciima Mohamed, de 20 años, que planea ofrecer una herramienta de IA para ayudar a los niños a comprender los diagnósticos médicos.

"Todo el mundo está construyendo", afirmó Safronov-Yamamoto.

Sin embargo, con todo y los grandes sueños, FoundHer House cerrará el martes. Safronov-Yamamoto, Mannby y otras cuatro residentes vuelven a la universidad. Dos --Jin y Mohamed-- abandonaron los estudios porque quieren dedicarse a crear su empresa. De las ocho empresas emergentes en las que están trabajando, dos ya consiguieron dinero de inversionistas y seis ya lanzaron productos.

Algunas de las mujeres se plantearon mantener la casa a distancia, pero convinieron en que era demasiado difícil por cuestiones logísticas. Mannby compartió que, una vez que el grupo llegue a su fin, "podría haber algunos inconvenientes" para que las mujeres se reúnan en persona y encuentren una comunidad. Sin embargo, añadió que "esta es una batalla que no se gana en un verano".

Mannby y Safronov-Yamamoto crearon FoundHer House cuando decidieron trasladarse a San Francisco durante el verano a fin de acelerar su empresa emergente. Investigaron los barrios y buscaron alojamiento en casas de hackers conocidas. Por desgracia, el alquiler de los pisos era elevado y, según dijeron, la mayoría de los residentes en muchas de las casas para hackers eran hombres.

Así que decidieron inaugurar su propia casa. Buscaron en Zillow viviendas asequibles en barrios seguros y encontraron un Airbnb en Glen Park, a 20 minutos al sur del centro de San Francisco. Safronov-Yamamoto indicó que alquilar durante el verano la casa, de cuatro dormitorios y tres baños, totalmente amueblada, costó unos 40.000 dólares.

Los gastos se sufragaron con una donación de 500 dólares de la empresa de capital riesgo Precursor Ventures, 1000 dólares de la inversionista ángel Alice Leung y 10.000 dólares de Brad Feld, socio del fondo de riesgo Foundry Group y cofundador de la aceleradora de empresas TechStars.

Feld explicó que quería ayudar porque hay una cantidad desproporcionada de varones fundadores de empresas tecnológicas y las jóvenes habían decidido actuar "justo en este momento" en el que la tecnología está cambiando en el auge de la IA.

"Me encanta ser la persona que pone los primeros fondos y dice: 'Es una idea genial. Déjame ayudarte a ponerla en marcha'", dijo.

Luego, Mannby y Safronov-Yamamoto crearon un sitio web, una cuenta de Instagram y una página de LinkedIn para anunciar FoundHer House, con un enlace en el que se podía presentar la solicitud para convertirse en una de las residentes. Safronov-Yamamoto relató que hicieron llamadas con mujeres de su edad en busca de personas amables que estuvieran comprometidas con su empresa y que "no dudarían en presentar" a las otras. Cada una paga entre 1100 y 1300 dólares de alquiler al mes.

Mohamed comentó que la casa de hackers fue el "lugar perfecto" para hacer crecer su confianza con respecto a su empresa. FoundHer House fue el único lugar en el que solicitó alojamiento tras verlo en las redes sociales. Tras un largo mensaje directo y una llamada telefónica con Safronov-Yamamoto, logró que la aceptaran.

"No quería venir a San Francisco y aislarme mientras construía", explicó Mohamed, que abandonó los estudios en la Universidad de Santo Tomás y se trasladó desde Minnesota. "Sabía que quería integrarme a la comunidad".

En estos meses, FounderHer House se convirtió en el lugar de moda para organizar cenas y mesas redondas patrocinadas por empresas de capital riesgo como Andreessen Horowitz y Bain Capital Ventures. Hace poco, la empresa de capital riesgo Kleiner Perkins envió a un cocinero hibachi a preparar una cena especial en el patio trasero para las mujeres que participaban en su programa de verano de comunidades de apoyo y las residentes de FoundHer.

Dana Schafer-Smith, directora de talento técnico y responsable del programa de comunidades de apoyo de Kleiner Perkins, indicó: "Quería que las participantes en la comunidad de apoyo de KP vieran y experimentaran de primera mano cómo apoyamos a las personas que quieren crear algo nuevo y se comprometen realmente con el entorno de las empresas emergentes".

Mannby señaló que organizar un día de demostración para presentar sus empresas fue la "culminación" de todo lo que las residentes construyeron en FoundHer House. Empezaron a planificar el evento el mes pasado, cuando consiguieron el local y que Rho, una empresa de tecnología financiera, conviniera en suministrar la comida. En las 48 horas previas al evento, las mujeres trabajaron juntas en sus presentaciones sin dormir dos noches seguidas.

La jornada de demostración tuvo lugar el martes en Entrepreneurs First, un espacio para fundadores, en el centro de San Francisco. Mannby y otras residentes de FoundHer House llegaron a las 4 de la tarde para colocar 150 sillas plegables frente a un escenario.

Pronto todas las sillas se llenaron de inversionistas y otras personas, dejando sitio solo para audiencia de pie. Cada residente de FoundHer House subió al escenario, entre dos grandes pantallas, y dedicó unos cuatro minutos a explicar su empresa. (Una de ellas no participó en la presentación porque tiene previsto presentar su empresa en otra reunión).

"Este es uno de los mejores días de demostración a los que he asistido en mi carrera profesional", afirmó Aileen Lee, fundadora de Cowboy Ventures.

Con respecto a la falta de mujeres en la IA, añadió: "Tenemos mucho que hacer, porque cuando miras las cifras, hay mucho margen de mejora".

Tras la jornada de demostración, las integrantes de FoundHer House volvieron a la casa para una última fiesta de pijamas en la que, con una tarta helada con sabor a Oreo, vieron diapositivas con recuerdos el verano. La mayoría indicó que planeaban hacer las maletas y marcharse el domingo.

Como regalo de despedida, Safronov-Yamamoto hizo pegatinas con el logotipo de FoundHer House para cada residente.

"Definitivamente tengo sentimientos encontrados", dijo. "Estaba un poco triste pero como feliz de haber tenido la oportunidad de estar juntas este verano". Luego añadió: "También estoy muy emocionada y preparada para el próximo capítulo".

De izquierda a derecha, Ava Poole, Anantika Mannby, Danica Sun, Miki Safronov-Yamamoto, Sonya Jin, Fatimah Hussain, Chloe Hughes y Naciima Mohamed, integrantes de FoundHer House, una casa hacker solo para mujeres en San Francisco, el 14 de agosto de 2025. (Christie Hemm Klok/The New York Times)

Integrantes de FoundHer House, una casa de hackers exclusivamente para mujeres en San Francisco, el 14 de agosto de 2025. (Christie Hemm Klok/The New York Times)