
Al igual que los primeros ataques de Trump a Zelenski (y a su vestimenta) parecían una escena guionizada para la televisión, la disposición de Zelenski a cambiar de traje puede haber sido tomada por Trump como una señal de que él dirigía el espectáculo.
Nueva negociación, nuevo look. Cuando el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, llegó a la Casa Blanca el lunes para reunirse con el presidente Donald Trump, había cambiado la ropa de estilo militar que ha sido su uniforme de facto desde que comenzó la guerra con Rusia en 2022, por un conjunto más parecido al de un estadista: chaqueta negra, camisa negra y pantalones de vestir negros.
¿Fue una señal temprana de que estaba dispuesto a hacer algunas concesiones?
Puede parecer una pregunta ridícula. Pero Trump es alguien a quien le importa mucho la ceremonia y los adornos del cargo --sus galas, elementos dorados e incluso insignias de recuerdo-- y desde el comienzo de la guerra Zelenski ha hecho de su aspecto parte de su mensaje.
De hecho, durante su primera y célebre polémica reunión con Trump en marzo, el atuendo elegido por Zelenski --una franela negra de manga larga con el tridente ucraniano como escudo y unos pantalones a juego tipo uniforme-- se convirtió no solo en un tema de conversación sino, en opinión de algunos funcionarios de Trump, en un aparente símbolo de su negativa a doblegarse ante la Casa Blanca.
Trump comentó sarcásticamente el look en cuanto llegó Zelenski, y un periodista insinuó más tarde en una pregunta que el presidente ucraniano había demostrado falta de respeto a través de la vestimenta, aunque no debería haber habido ningún misterio real sobre lo que Zelenski iba a ponerse.
Al fin y al cabo, llevaba tres años vistiendo prácticamente lo mismo, estuviera donde estuviera: una camisa o un jersey verde oliva o negro, pantalones y botas de combate. El look le servía tanto de recordatorio visual de su condición de presidente en tiempos de guerra, como de muestra de solidaridad con los hombres y mujeres que luchaban por su país.
Había vestido de verde oliva, por ejemplo, en el Despacho Oval para reunirse con el presidente Joe Biden y para dirigirse al Congreso en 2022. Había hecho lo mismo para un discurso ante el Parlamento Europeo en 2023, y para reunirse con el rey Carlos III en 2024. Así pues, a pesar de que, al parecer, la Casa Blanca se había puesto en contacto con él antes de la primera reunión para preguntarle si Zelenski iba a llevar traje (lo que reflejaba el hecho de que claramente le importaba a Trump), había pocas dudas de que, como hizo, se ceñiría a su propio programa.
Ya no tanto.
El nuevo look de chaqueta negra apareció por primera vez en abril, cuando Zelenski y su esposa, Olena Zelenska, asistieron al funeral del papa Francisco. Para aquella ocasión, el presidente ucraniano lució un look hecho a medida por el diseñador de Kiev Viktor Anisimov (quien también diseñó los looks de la ceremonia inaugural del equipo paralímpico ucraniano). La ropa formaba parte de una colección cápsula más amplia encargada por el equipo de Zelenski y diseñada para combinar parte de la semiología del campo de batalla --bolsillos de parche, una línea de cuello más alta-- con la del traje.
En su momento, Anisimov declaró a WWD que el objetivo era reimaginar el uniforme militar "para crear una imagen sobria, funcional y digna que reflejara la realidad del momento que vive nuestro país".
La chaqueta (o un estilo muy similar), así como los pantalones negros a juego y una camisa negra abotonada, reaparecieron durante la reunión de Zelenski con el primer ministro británico Keir Starmer en junio, así como durante la cumbre de la OTAN celebrada en La Haya poco después, cuando Zelenski también se reunió con Trump, quien, según parece, observó con aprobación la evolución de la moda de Zelenski.
No fue el único. El Kyiv Post informó del cambio, al igual que la versión ucraniana de la revista Elle. Si el conjunto era realmente un traje o más bien una combinación de chaqueta y pantalón similar a un traje suscitó cierto debate en el mercado de apuestas, pero en cualquier caso, y a pesar de que seguía siendo oscuro, como para señalar los días oscuros, era indudablemente más formal que el atuendo habitual de Zelenski; una especie de zona desmilitarizada de la moda situada entre los lados de lo combativo y lo clásico. No llevaba corbata, pero tampoco pantalones cargo tipo militar.
Puede que ese sea el mismo espacio que Zelenski esperaba ocupar el lunes en la Casa Blanca.
En cualquier caso, el nuevo look pareció agradar una vez más a Trump --lo mencionó específicamente el periodista que había criticado originalmente el atuendo de Zelenski--, quien probablemente lo vio como una "victoria". Al igual que los primeros ataques de Trump a Zelenski (y a su vestimenta) parecían una escena guionizada para la televisión, la disposición de Zelenski a cambiar de traje puede haber sido tomada por Trump como una señal de que él dirigía el espectáculo.
Otra cuestión es si realmente indicará un cambio en la trama.
Vanessa Friedman ha sido la directora de moda y la crítica jefe de moda del Times desde 2014.
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