El huracán Erin crece y con él, sus potenciales peligros

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Aunque el huracán está lejos de la costa, las corrientes de resaca podrían crear riesgos en las playas de la costa este de EE. UU. y de Canadá.

El huracán Erin está creciendo y es probable que su impacto se extienda mucho más allá de la huella que deje su trayectoria.

Casi toda la costa este de Estados Unidos corría el riesgo de registrar corrientes de resaca peligrosas, y las autoridades de Carolina del Norte ordenaron la evacuación de algunas zonas costeras por la posibilidad de que los bordes de la tormenta provocaran lluvias y vientos fuertes hasta el miércoles.

El lunes, el ojo de la tormenta tenía ya más de 56 kilómetros de diámetro, y los vientos con fuerza de tormenta tropical (63 kilómetros por hora o más) que giraban a su alrededor se extendían 370 kilómetros desde el centro. Normalmente, un huracán tiene vientos de fuerza tropical que se extienden unos 240 km hacia el exterior; Erin tiene casi el doble y sigue creciendo, según el Centro Nacional de Huracanes.

El domingo por la noche, las autoridades del condado de Hyde, Carolina del Norte, declararon el estado de emergencia en la isla de Ocracoke y ordenaron a la población que abandonara el lugar. Las autoridades dijeron que, aunque se esperaba que el huracán Erin se mantuviera lejos de la costa, podría producir olas peligrosas de más de 6 metros de altura, que podrían inundar las estructuras de protección de las dunas a lo largo de la carretera.

Dijeron que partes de la autopista 12 de la isla de Ocracoke probablemente serían intransitables durante varios días.

El lunes, cientos de turistas abandonaban Ocracoke, una pequeña comunidad costera a la que solo se puede llegar en barco. En verano está repleta de visitantes.

Los meteorólogos --y los modelos informáticos que utilizan-- siguen confiando en que la tormenta se desvíe de su punto más cercano a la costa este a mediados de semana. Pero si se desplaza más hacia el oeste, la costa de Carolina del Norte, especialmente los Outer Banks, una serie de islas, correrá un mayor riesgo de sufrir condiciones similares a las de una tormenta tropical y, posiblemente, ráfagas de viento con fuerza de huracán.

"A lo largo de los Outer Banks de Carolina del Norte y las Bermudas se debe vigilar el progreso de Erin, ya que existe el riesgo el miércoles de fuertes vientos asociados con las bandas exteriores de lluvia durante la mitad de la semana", escribieron los meteorólogos del Centro de Huracanes a última hora de la mañana del lunes.

Carolina del Norte se adentra en el Atlántico lo suficiente como para ser propensa a los huracanes, o a recibir un golpe de refilón cuando pasa uno, como en el caso de Erin. A lo largo de los años, los Outer Banks han sufrido importantes daños por la subida del nivel del mar y las grandes marejadas ciclónicas como las de Erin.

"Ha aumentado la confianza de que habrá condiciones peligrosas", escribieron el lunes por la mañana los meteorólogos del Servicio Nacional de Meteorología sobre los Outer Banks.

Cómo es que las corrientes de resaca acarrean peligro incluso lejos de una tormenta

Se está formando un gran oleaje bajo Erin; la energía del agua se dirigirá hacia la costa este. Cuando llega a la costa, esa energía debe ir a alguna parte, a menudo directamente al mar en forma de una poderosa corriente de resaca. Esto puede ocurrir en lugares donde el agua llega hasta las rodillas y normalmente en una zona de la playa que parece más tranquila, ya que el agua saliente puede derribar las olas entrantes. Las corrientes de resaca son la tercera causa de muerte relacionada con los huracanes.

Los ciclones tropicales que permanecen lejos en el mar, como Erin, aún pueden afectar a grandes partes de la costa oriental, que está densamente poblada.

En 2008, el huracán Bertha estaba a más de 1600 kilómetros de la costa, pero provocó corrientes de resaca que causaron tres muertes en la costa de Nueva Jersey y provocaron 1500 rescates de socorristas en Ocean City, Maryland, en una sola semana, según datos del Centro de Huracanes.

Un ciclón que se desplace generalmente en paralelo a la costa este puede provocar corrientes de resaca desde Miami hasta el noreste y el Atlántico canadiense. Ya se han emitido avisos por el aumento del riesgo de corrientes de resaca para toda la costa este de Estados Unidos en los próximos días.

Cuando un ciclón está más cerca de la costa, suele haber relámpagos, lluvia y mar enfurecido con arena arrastrada por el viento. "Cualquier persona razonable podría llegar a la conclusión de que no es seguro estar al aire libre en estas condiciones", dijo Jaime Rhome, subdirector del Centro de Huracanes. Pero cuando el ciclón está más lejos, hay menos pistas visuales de que algo va mal. Esta semana, las playas podrían estar soleadas y cálidas con cielos azules, sin dar indicios de que pueda ser inseguro entrar en el océano.

Los expertos recomiendan solo entrar al mar en zonas con socorristas y prestar atención a las banderas de advertencia de las playas para obtener señales de seguridad.

Judson Jones es meteorólogo y reportero del Times; pronostica y cubre condiciones climáticas extremas.

Eduardo Medina es un reportero del Times que cubre el sur estadounidense. Nacido en Alabama, ahora vive en Durham, Carolina del Norte.