
Los viajes de verano hacen temer la propagación de este virus altamente infeccioso. He aquí cómo protegerte a ti y a tu familia.
El sarampión, desafortunadamente, vuelve a estar en las noticias y en el aire. En Estados Unidos se han notificado más de 1280 casos a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en 2025. Eso es más que en cualquier otro año desde que el virus se declaró eliminado en Estados Unidos en 2000, según los CDC.
La mayoría de los casos proceden de un brote que empezó en Texas, que aún continúa y que ha causado al menos tres muertes, pero se han notificado casos en 38 estados.
Dado que el sarampión es uno de los virus más infecciosos que se conocen, los viajes de verano hacen temer que se propague, y que las condiciones de aglomeración puedan poner en peligro a los viajeros, ya sea de camino a sus destinos o en ellos. Uno de los brotes más notorios en Estados Unidos estuvo, de hecho, relacionado con los viajes: una exposición en Disneylandia en 2014 que dio lugar a más de 100 casos.
La buena noticia es que existe una vacuna eficaz. Asegurarte de que todos los miembros de tu familia que reúnan los requisitos están completamente vacunados antes de viajar puede ayudar a mantenerlos a salvo, dondequiera que los lleve su viaje.
Seguridad en aeropuertos, aviones y zonas concurridas
Uno de los problemas del sarampión no es solo que se propague con tanta eficacia, sino también que permanece en el aire y sigue siendo infeccioso durante un par de horas. También puede sobrevivir en las superficies.
Así que no hace falta que estés en la habitación o en el autobús con la persona enferma. El otro problema es que el periodo más infeccioso comienza antes de que aparezca la erupción característica: las personas que se están contagiando de sarampión suelen tener la nariz muy mocosa, y sí, hay virus del sarampión en la mucosidad, así como en su aliento y en sus tosidos y estornudos.
Las personas vulnerables podrían considerar el uso de mascarillas en aeropuertos, aviones y otras circunstancias de aglomeración, que también protegen contra otras infecciones. Las personas con mayor riesgo --las no vacunadas y las inmunodeprimidas-- deberían considerar detenidamente evitar las aglomeraciones, sobre todo en espacios interiores.
Lavarse bien las manos también es siempre una buena idea cuando se viaja y ayuda a protegerse contra más que el sarampión.
Considera tu ruta y destino
Para los viajes nacionales, las zonas de mayor riesgo son Texas y los estados cercanos, pero se han notificado casos en otros estados, como California, Florida y Nueva York. En mayo, el Departamento de Salud de Nueva Jersey envió una alerta sobre exposición al sarampión de un "caso de sarampión ajeno a Nueva Jersey" en el aeropuerto internacional Newark Liberty. Internacionalmente, el sarampión sigue siendo un problema en muchos países; los CDC tienen una lista de los 10 principales, que incluye India y Rumania, pero se han notificado casos en toda Europa, y los CDC recomiendan que todos los viajeros se vacunen completamente antes de viajar a cualquier destino internacional (está disponible una lista por países).
Asegúrate de que eres inmune
La vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola no puede administrarse a personas embarazadas, inmunodeprimidas o que han recibido recientemente otras vacunas. Tampoco puede ponerse a menores de 6 meses. Cualquier otra persona que necesite la vacuna debe vacunarse al menos dos semanas antes de viajar. Los adultos pueden averiguar si son inmunes sometiéndose a una prueba de detección de anticuerpos de sarampión (un análisis de sangre), aunque se supone que cualquier persona nacida en Estados Unidos antes de 1957 ha tenido sarampión, y por tanto ha desarrollado inmunidad, lo sepa o no (así de infecciosa es).
En Estados Unidos, los adultos que han recibido dos dosis de la vacuna triple vírica pueden asumir que son inmunes. Pero entre 1963 y 1967 algunos niños recibieron una vacuna diferente, menos eficaz; las personas nacidas hasta 1989 pueden haber recibido la vacuna correcta, pero solo una dosis. Si sabes que te vacunaron, pero no estás seguro de si recibiste las dos dosis, puedes hacer que comprueben tu inmunidad, o simplemente optar por recibir una dosis adicional.
Considera la posibilidad de vacunar pronto a los niños
En el caso de los niños, la primera dosis de la triple vírica se administra normalmente al año de edad, pero si viajas con un niño de al menos 6 meses, puede recibir la primera dosis antes de tiempo y luego recibir otra cuando cumpla un año (acabará recibiendo un total de tres dosis, ya que sigue necesitando dos dosis al año y después del año de edad para que cuente como totalmente vacunado). En el calendario de vacunación normal, los niños que reciben la primera triple vírica al año reciben la segunda entre los 4 y los 6 años, pero de hecho, los niños que ya han recibido esa primera dosis pueden recibir la segunda tan pronto como 28 días después de la primera, y entonces estarán totalmente protegidos. Del mismo modo, un niño mayor o un adolescente (o un adulto) no vacunado puede recibir la segunda dosis a partir de los 28 días después de la primera.
Todo esto significa que el proceso de vacunación debe iniciarse al menos seis semanas antes del viaje.
Por tanto, lo ideal es haber recibido dos dosis antes de viajar (dos dosis son un 97 por ciento eficaces para prevenir el sarampión). Pero incluso quien tenga tiempo de recibir solo una dosis debería contar con una protección significativa contra el desarrollo del sarampión y contra la enfermedad grave.
Qué hacer si sabes que has estado expuesto
Si sabes que has estado expuesto al sarampión mientras viajabas, informa inmediatamente a una autoridad sanitaria local. Hay situaciones en las que pueden ofrecerse vacunas o inmunoglobulina, sobre todo para proteger a las personas con alto riesgo, pero esto debe hacerse con prontitud. Hazle un favor a tu médico (y a todos los de la sala de espera): avisa al consultorio antes de que vayas de que hay riesgo de sarampión, para que puedan tomar precauciones. Y del mismo modo, si alguien enferma después de un viaje, informa al médico del viaje reciente.
¿El sarampión es realmente una enfermedad grave?
Sí, el sarampión sigue matando cada año a más de 100.000 personas en todo el mundo. Es una enfermedad terrible, con fiebres altas y molestias importantes, y puede provocar daños neurológicos permanentes o conducir a una enfermedad degenerativa retardada --y mortal--. Muchos niños han sido hospitalizados durante el brote de Texas; la infección es especialmente peligrosa en el embarazo, para los lactantes y niños pequeños, y para cualquier persona con un sistema inmunitario comprometido.
"Hemos sido capaces de prevenir el sarampión durante 60 años y, sin embargo, seguimos teniendo esta conversación", dijo Adam Ratner, médico pediatra especialista en enfermedades infecciosas de Nueva York y autor del libro Booster Shots: The Urgent Lessons of Measles and the Uncertain Future of Children's Health (Vacunas de refuerzo: las urgentes lecciones del sarampión y el incierto futuro de la salud infantil). "Nos lo hemos buscado", dijo.
Perri Klass es autora del libro The Best Medicine: How Science and Public Health Gave Children a Future sobre cómo nuestro mundo se ha transformado por el descenso radical de la mortalidad infantil y en la niñez.
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