Trump plantea un arancel del 100% a los semiconductores, y una forma de evadirlo

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El arancel no se aplicaría a las empresas que se comprometieron a construir e invertir en Estados Unidos.

El presidente Donald Trump amenazó el miércoles con imponer un arancel del 100 por ciento a los semiconductores extranjeros, en un esfuerzo por lograr que las cadenas de suministro de productos electrónicos vuelvan a Estados Unidos.

El arancel, que podría darse a conocer la próxima semana, se aplicaría a todos los países y empresas que no se comprometan a invertir y construir en Estados Unidos. Trump señaló a Apple, que el miércoles anunció una inversión de 100.000 millones de dólares en fabricantes estadounidenses, como ejemplo de empresa que se libraría de los gravámenes.

"Si fabrican, no habrá cargos", dijo Trump. Añadió que las empresas que no cumplieran las promesas de inversión tendrían que rendir cuentas con multas. "Es una gran declaración, y creo que todas las empresas de chips volverán a casa".

Si Trump cumpliera su promesa, sería un gran alivio para las empresas tecnológicas que esperaban con ansias un anuncio sobre los aranceles a los semiconductores. Nvidia, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, Micron y otras empresas podrían beneficiarse al evitar enormes aranceles para sus negocios, ya que en los últimos meses se han comprometido a invertir en Estados Unidos.

Las restricciones de los aranceles también supondrían cierto alivio para los consumidores y las empresas, que tendrían menos probabilidades de pagar precios más altos por los productos electrónicos y herramientas extranjeros. Pero ya han hecho saltar las alarmas entre los expertos en seguridad nacional, quienes afirman que las exenciones reducen la probabilidad de que Estados Unidos reduzca su dependencia de los chips de gama alta fabricados en Taiwán, una isla autónoma que se enfrenta a la amenaza de una invasión china.

Los semiconductores son esenciales en cualquier dispositivo con un interruptor de encendido y apagado, pero se producen en gran medida en Asia. Tras la escasez de chips durante la pandemia, las autoridades estadounidenses han intentado reducir la dependencia del país de los semiconductores extranjeros, y en particular de las fábricas de Taiwán.

En 2024, el gobierno de Joe Biden firmó contratos para conceder decenas de miles de millones de dólares en subsidios a empresas de semiconductores para que construyeran nuevas fábricas en Estados Unidos, incluidas las de Nueva York, Arizona y Texas.

Pero Trump ha criticado esas inversiones como un despilfarro, al decir que todo lo que la industria necesitaba para animarse a trasladarse a Estados Unidos eran grandes aranceles. Para fomentar la producción de semiconductores en Estados Unidos, se ha mostrado partidario de sustituir los subsidios por aranceles.

Trump inició este año una investigación sobre la producción de semiconductores al amparo de una ley de seguridad nacional conocida como Sección 232, que ha utilizado para aplicar aranceles al acero, el aluminio, los productos de cobre y los automóviles importados. La ley permite al presidente imponer aranceles a productos extranjeros de interés para la seguridad nacional.

El gobierno está por concluir esa investigación y se espera que anuncie su propuesta arancelaria este mes.

Tripp Mickle informa sobre Apple y Silicon Valley para el Times y está radicado en San Francisco. Su enfoque en Apple incluye lanzamientos de productos, problemas de fabricación y desafíos políticos. También escribe sobre tendencias en toda la industria tecnológica, incluidos despidos, la IA generativa y taxis autónomos.

Ana Swanson cubre comercio y economía internacional para el Times desde la corresponsalía en Washington. Ha sido periodista por más de una década.