
La serie de 30 conciertos con entradas agotadas de Bad Bunny en Puerto Rico, titulada No Me Quiero Ir de Aquí, entró en su segunda fase la semana pasada: ahora está abierta a los fans que no son residentes del territorio. La música de la estrella presenta a Puerto Rico como algo más que un patio de recreo para turistas en busca de playas y escapadas invernales.
Los conciertos en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot de San Juan, tras el lanzamiento de su álbum Debí tirar más fotos en enero, se desarrollan en plena temporada de huracanes y terminan en septiembre, el mismo mes en que Puerto Rico fue azotado por el huracán María en 2017. La devastación causada por la tormenta tuvo un impacto duradero en Bad Bunny, quien se crió en Vega Baja, y desde entonces ha utilizado su plataforma global para destacar las dificultades del archipiélago, desde los apagones crónicos hasta el desplazamiento de los lugareños en medio de exenciones fiscales para los inversores ricos.
Sus críticas se han centrado incluso en el turismo en Puerto Rico: su canción "Turista" utiliza un romance efímero como metáfora de los visitantes desconsiderados.
"Los turistas vienen a los lugares, por ejemplo, como Puerto Rico, disfrutan, ven los mejores paisajes, los mejores atardeceres, su bailadita, su comidita", dijo en una entrevista de radio. "Se van y no se enteraron o no tienen que lidiar con los problemas que sufre el país".
Tomando eso en cuenta, mostramos a continuación algunas formas de profundizar en la cultura y la historia de Puerto Rico para aquellos que vayan a ver sus conciertos (o para los que quisieran poder ir):
Una visión diferente del Viejo San Juan
En el Viejo San Juan, el histórico casco colonial de la capital, Memoria (De)Colonial ofrece recorridos alternativos a pie por la vieja ciudad. A diferencia de los recorridos típicos que se centran simplemente en la belleza de la arquitectura y las calles empedradas, estos paseos profundizan en la compleja historia colonial del lugar, desde el dominio español hasta la actual condición de Puerto Rico como territorio no incorporado de Estados Unidos.
El recorrido también explora cómo ha cambiado el Viejo San Juan en los últimos años, especialmente desde que los cambios en las políticas fiscales han impulsado la gentrificación. Las letras de Bad Bunny llevan mucho tiempo reflejando la indignación que sienten los lugareños por cómo el aumento del precio de la vivienda ha llevado a muchos a abandonar Puerto Rico.
"Yo comparto anécdotas de estudiantes, de cómo fueron desplazados de sus apartamentos con sus familias", explica Sofía Martínez Rivera, de 25 años, coordinadora del proyecto (De)Tour, que gestiona los recorridos a pie de Memoria (De)Colonial. "Con los visitantes, siempre es un momento de reflexión de cómo viajan".
A partir de finales de julio, habrá nuevos recorridos para los asistentes al concierto: los viernes en inglés y los sábados en español.
Los ritmos de la bomba y la plena
El restaurante costero El Imán se encuentra entre los establecimientos al borde de la carretera de la zona de Piñones, en Loíza, a unos 10 minutos en coche del aeropuerto de San Juan. El restaurante ofrece actuaciones en vivo de la música folclórica puertorriqueña conocida como bomba, normalmente los jueves y domingos.
Bad Bunny fusiona el reguetón con la bomba, bailada por primera vez por los esclavos africanos en Puerto Rico hace siglos, y la música sigue siendo una poderosa forma de expresión política y espiritual. Loíza, poblada por los yoruba de África Occidental en el siglo XVI, refleja esta herencia a través de su música, su gastronomía y sus tradiciones.
Hasta mediados de septiembre, todos los domingos se imparten talleres de bomba en la Fundación Ismael Rivera, un pequeño museo del barrio de Santurce, en San Juan, dedicado a uno de los músicos más queridos de Puerto Rico. Se ofrecen visitas guiadas con reserva previa.
A 10 minutos a pie, La Casa de la Plena Tito Matos rinde homenaje al difunto maestro del pandero requinto y la plena, otro género musical folclórico que en su día fue rechazado por las élites, pero muy querido por la clase trabajadora y los puertorriqueños negros. La plena se hizo conocida como "el periódico cantado" porque sus canciones contaban historias cotidianas. En el interior, los visitantes pueden ver un archivo de videos, escritos y fotos que pertenecieron al historiador y antropólogo cultural Ramón López, quien elevó la cultura popular puertorriqueña y cuestionó las narrativas coloniales.
Casa Pueblo
Los cortes de energía siguen siendo una preocupación en todo Puerto Rico, un problema agravado por los desastres naturales y la privatización de la red eléctrica. La canción de Bad Bunny, "El apagón", de 2022, hace referencia a los cortes de energía, y su video incluye un documental de 18 minutos sobre las desigualdades que, según muchos, agravan el problema.
Pero en el pueblo montañoso de Adjuntas, una organización sin fines de lucro ofrece un ejemplo de un futuro con energía autosuficiente.
Casa Pueblo, fundada por el activista medioambiental Alexis Massol González y su esposa, Tinti Deyá Díaz, se ha convertido en un modelo de independencia energética. Uno de sus hijos, Arturo Massol Deyá, dirige ahora la organización, que ha contribuido a la expansión de la energía solar en todo el archipiélago, especialmente desde el huracán María.
En 2023, Adjuntas puso en marcha la primera microrred solar comunitaria de Puerto Rico. La localidad cuenta con cinco microrredes que abastecen a 15 empresas locales y a decenas de hogares.
La Plaza de la Independencia Energética de Casa Pueblo cuenta con un centro comunitario al aire libre y un "bosque solar" formado por altas estructuras con forma de árboles y ramas de paneles solares. El espacio comunitario ofrece electricidad estable y renovable a los hogares y negocios cercanos. Hay un banco de baterías independiente abierto al público para cargar teléfonos o alimentar dispositivos cuando el resto de la isla se queda sin electricidad.
Lares
Lares, una localidad cafetera situada a una hora en coche de Adjuntas, fue escenario de una rebelión contra el dominio español en septiembre de 1868, que hoy se conmemora como El Grito de Lares. Los españoles aplastaron el levantamiento con rapidez, pero la protesta contra la opresión política y económica cristalizó las reivindicaciones de los puertorriqueños por la autonomía. La canción "Turista" de Bad Bunny se lanzó con un video que muestra un texto explicando la historia y el significado de esa revuelta.
En la Plaza de la Revolución, los visitantes pueden ver un busto de Ramón Emeterio Betances, uno de los líderes del levantamiento y diseñador de la bandera de Lares, que ondea en esta región con tanta frecuencia como la bandera puertorriqueña. Bad Bunny suele mostrar una versión de la bandera puertorriqueña que utiliza un tono de azul más claro que el estándar del gobierno, en referencia al azul de la bandera de Lares y como símbolo ampliamente reconocido del movimiento independentista.
La ciudad está salpicada de murales de personajes como Pedro Albizu Campos, el líder más popular del movimiento independentista, que pasó más de 20 años en prisión por organizar la resistencia contra el dominio estadounidense.
Y ninguna visita a Lares está completa sin una parada en una de sus famosas heladerías. Heladería Lares ofrece sabores poco convencionales como arroz con frijoles o ajo.
Museo de Nuestros Mártires
Escondido en las montañas centrales de Jayuya, Ernesto Dávila Marín da la bienvenida a todo el mundo al Museo de Nuestros Mártires, un museo dentro de su casa que rinde homenaje a quienes lucharon por la justicia y la soberanía. Bad Bunny rinde homenaje a ese esfuerzo a lo largo de su obra, por ejemplo, en su canción "La mudanza", con la letra: "Aquí mataron gente por sacar la bandera, por eso es que ahora yo la llevo donde quiera".
Dávila Marín, cuya familia vivió la insurrección de Jayuya de 1950, una revuelta a favor de independizarse de Estados Unidos, inauguró el museo hace 25 años. En él se exhiben fotografías y objetos que documentan la lucha de Puerto Rico por la independencia y los derechos civiles, incluida la criminalización de su bandera en las décadas de 1940 y 1950 y una emboscada policial en 1978 en la que murieron dos jóvenes activistas independentistas.
"Yo viví en los Estados Unidos por 36 años y, cuando volví, me di cuenta lo injusto que hemos sido nosotros con nuestros héroes y nuestros mártires", dijo Dávila Marín.
Salsa en San Juan
La Plaza de los Salseros, en el sector Villa Palmeras de Santurce, rinde homenaje a los iconos de la salsa puertorriqueña, desde Héctor Lavoe hasta Choco Orta, la primera mujer en ser homenajeada allí, y celebra la música que inspiró "Baile inolvidable" de Bad Bunny, que The New York Times seleccionó en junio como una de las mejores canciones del año.
Si una clase de salsa está en tu lista de cosas que hacer antes de morir, Eco's Sports Park, un club social y centro deportivo de ambiente relajado, ofrece clases para principiantes los martes por la noche. Una vez terminada la clase, comienza a tocar una banda de salsa en directo, la pista de baile se abre a todo el mundo y puedes practicar tus pasos.
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