El efecto Labubu: más personajes adorables en las películas

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En un éxito tras otro, las criaturas encantadoras --tan caóticas y apachurrables como el popular accesorio-- han satisfecho la necesidad de los cinéfilos de evadir la dura realidad.

Este verano ha sido invadido por un grupo de adorables monstruos peludos con dientes puntiagudos. Se les conoce como Labubu, y están por todas partes.

Los muñecos de llavero de moda, del proveedor chino Pop Mart, han recibido el apoyo de Rihanna y Cher, y son omnipresentes en las redes sociales. En cierto modo, también se han impregnado en el cine.

No literalmente, claro, aunque no me extrañaría que algún ejecutivo estuviera desarrollando una franquicia Labubu ahora mismo. No, se trata más bien de que el espíritu de los Labubu está por todas partes en la pantalla grande. Los éxitos de taquilla se han visto invadidos por el cuteness, palabra en inglés para la cualidad de adorable, a veces fea y caótica al estilo Labubu, pero adorable al fin y al cabo.

Casi todas las películas importantes que se han estrenado desde mayo tienen un compañero adorable, que hace exhalar de alegría al público. La temporada se inauguró con el remake de acción real de Disney de Lilo y Stitch , con el encantador y maníaco alienígena azul Stitch. Se convirtió en un éxito de taquilla en parte por el amor perdurable de los fans por el extraterrestre con afición a causar alboroto. Se podría decir que Stitch es el Labubu original. Se parecen muchísimo.

En junio, otra nueva versión se vio impulsada por una adorable criatura generada por computadora: Chimuelo, el protagonista de Cómo entrenar a tu dragón , cuyos ojos supergrandes y colmillos puntiagudos (y retráctiles) emiten un aire de Labubu. Al igual que Stitch, Chimuelo parece salvaje, pero a veces actúa como una mascota, ya sea un gato o un perro, según el momento de la historia.

Y ya que estamos hablando de perros: Superman tiene ahora uno en la adaptación de James Gunn del Hombre de Acero. Krypto, basado en Ozu, el cachorro del propio Gunn, es posiblemente el personaje adorable más tradicional del grupo --después de todo, parece un perro desaliñado cualquiera, solo que con capa--, pero también es una amenaza que muerde los pies y piensa que cualquier artilugio volador es un juguete.

La otra gran película de superhéroes del verano también tiene un simpático amiguito: H.E.R.B.I.E, el robot del equipo protagonista de Los 4 Fantásticos: primeros pasos . Está hecho de metal, pero ha sido diseñado para ser lo más adorable posible, con una voz dulcemente chirriante y carretes giratorios como mirillas.

Y aún hay más: en Elio de Pixar, un niño humano se hace amigo de un alienígena con aspecto de babosa llamado Glordon, que es dulcemente ingenuo a pesar de descender de una raza de caudillos que pretenden conquistar la galaxia. Y Jurassic World: el renacer presentó a Dolores, una Aquilops que, a diferencia del Tyrannosaurus rex, disfruta con las golosinas y la compañía humana.

¿A qué viene esta inundación de ternura? Por supuesto, lo adorable es una sólida táctica de mercadotecnia. Una de las razones por las que Stitch, quien debutó en la versión animada de 2002, se ha convertido en un personaje tan querido en el mundo de Disney es el volumen de productos que lo presentan. ("Es uno de esos personajes especiales a quien es divertido dar vida a través de los productos", dijo un ejecutivo de productos para el consumidor de Disney al New York Times). Lo mismo podría decirse de Chimuelo, quien incluso tiene un juguete versión Labubu. Por si sirve de algo, Pop Mart también tiene parte en el negocio de Stitch.

Mientras tanto, la moda Labubu ha empezado a fusionarse con la mercadotecnia cinematográfica. Ahora se pide a los famosos que interactúen con los juguetes durante sus giras de prensa. Las estrellas de F1 y Sé lo que hicieron el verano pasado -- películas en las que unos personajes adorables estarían fuera de lugar-- han sido sometidas a esto. Cuando Javier Bardem sostuvo un Labubu y declaró alegremente: "Tengo a Baba", me hizo sonreír, aunque la interacción pareciera un momento viral forzado.

Sin duda, toda esta ternura es en muchos sentidos una burda estratagema para conseguir el dinero de los espectadores. Pero funciona por una razón. Lo cursi es reconfortante, sobre todo cuando es un poco raro o poco convencional.

Estos personajes nos permiten desconectar nuestros cerebros y simplemente existir en sus encantadores y extraños mundos. Cuando todas las noticias que llegan a nuestros teléfonos son en gran medida deprimentes, es un alivio pasar un par de horas volando con Chimuelo o jugando a atrapar objetos hipotéticamente con Krypto. Su caos es del tipo divertido, no del que nos da pesadillas.

Por supuesto, no todas las criaturas de las películas de verano pueden hacer este tipo de magia. El equipo de redes sociales de Jurassic World trató de convertir a Dolores en un fenómeno, con las publicaciones que realizó previamente en X, como una que decía: "¡Protejan a Dolores a toda costa!". Los comentarios incluían preguntas sobre quién era Dolores, y la minidinosauria no se hizo más popular tras el estreno de la película, posiblemente porque no tenía una personalidad muy particular.

Pero cuando los personajes tienen éxito, permiten incluso a los espectadores adultos regresar a un estado infantil de asombro, lo que explica en parte por qué la mayoría de estas películas han recaudado enormes cantidades de dinero.

La noción de que estas cosas tienen rasgos que la sociedad ha considerado poco adorables -- la forma de bicho de Glordon, por ejemplo-- las hace aún más encantadoras. También puede ser la razón por la que los Labubu se han convertido en el accesorio de moda. Sus caras parecen a punto de causar estragos, pero sus cuerpos son acurrucables. Son como tu Stitch personal: están a tu lado para hacerte reír con la personalidad dulce y pícara que proyectas en ellos.

¿No es esa la fantasía que venden todas estas películas? Seguro que sería divertido tener a tu pequeño y travieso compañero a todas horas.