El gobierno de Trump publica más de 6000 documentos sobre el asesinato de Martin Luther King Jr.

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El presidente Donald Trump ordenó la divulgación en línea de los archivos a pesar de la oposición de la mayor parte de la familia de King.

Más de 6000 documentos relacionados con el asesinato del reverendo Martin Luther King Jr. en 1968, que suman casi un cuarto de millón de páginas, se publicaron en el sitio web de los Archivos Nacionales el lunes por de la tarde, en lo que el gobierno estadounidense pregonó como un triunfo de la transparencia.

Sin embargo, varios historiadores prestigiosos de la obra de King dijeron que esperaban pocas revelaciones nuevas sobre la muerte del líder de los derechos civiles, y señalaron que el archivo no incluye las grabaciones de las escuchas telefónicas del FBI y otro material que permanecerá precintado hasta 2027. (Los periodistas de The New York Times están revisando los documentos y actualizarán este artículo [en inglés]).

Los registros, publicados en respuesta a una orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump poco después de su toma de posesión, se hicieron públicos en un momento en el que el mandatario y su personal han tratado de desviar la atención de la reacción de la derecha en relación con los archivos relativos a la muerte de Jeffrey Epstein, el financiero caído en desgracia.

Funcionarios del gobierno de Trump dijeron que la publicación incluye notas sobre las pistas seguidas por los investigadores, entrevistas con personas que interactuaron con James Earl Ray, el asesino de King, y detalles inéditos de interacciones con servicios de inteligencia extranjeros durante la persecución de Ray.

En un comunicado, las autoridades dijeron que se publicaban documentos que "nunca se habían digitalizado y que durante décadas acumularon polvo en las instalaciones del gobierno federal". El único archivo de audio publicado el lunes es una entrevista de las fuerzas de seguridad con Jerry Ray, uno de los hermanos de James Earl Ray.

David Garrow, autor de una biografía de King ganadora del Premio Pulitzer, así como de un libro sobre la campaña de espionaje que el FBI implementó para vigilar al líder de los derechos civiles, dijo que su rápido examen de los archivos le llevó a la conclusión de que hay poco de interés público. "No vi nada que me pareciera nuevo", dijo.

Muchas de las páginas se han vuelto borrosas y casi ilegibles por el proceso de digitalización. Pero los archivos aún podrían contener documentos con potencial para dañar la reputación de King, incluidos algunos que supuestamente detallan aspectos de la historia romántica y sexual del líder civil, como los documentos publicados anteriormente en un tramo relacionado con el asesinato del presidente John F. Kennedy.

Expertos, historiadores y la familia de King han expresado dudas sobre la veracidad de algunos de los contenidos de esos documentos publicados anteriormente, sobre todo en lo que se refiere a las afirmaciones más provocativas sobre aspectos de la vida romántica y sexual de King. Ha dicho que esos detalles podrían reflejar más los esfuerzos oficiales por socavar la reputación del líder de los derechos civiles que la realidad.

"Tienes que leer esto con atención y no tomártelo al pie de la letra", dijo Larry J. Sabato, director del Centro de Política de la Universidad de Virginia, quien estaba revisando los nuevos documentos el lunes con su propio equipo de investigadores.

"Soy escéptico ante cualquier cosa que lea en los archivos del FBI sobre MLK", dijo, y añadió que sospechaba que los agentes querían dar a J. Edgar Hoover, director de la agencia durante muchos años, lo que quería. "Quería trapos sucios sobre MLK, sus movimientos y sus asociados".

La familia King ha expresado su preocupación por la posibilidad de que la publicación centrara la atención en las indiscreciones sexuales bien documentadas de King. También han expresado su preocupación por si al hacerlo se impulsaría una visión revisionista --y negativa-- de un hombre que ha llegado a encarnar la lucha contra el racismo sistémico y el llamado a una sólida defensa federal de los grupos minoritarios que Trump ha revertido en gran medida desde que asumió el cargo.

Funcionarios del gobierno de Trump han estado en contacto con la familia de King, aunque sigue sin estar claro si sus parientes tuvieron derecho a solicitar que se redacte el material. Los dos hijos vivos de King, Bernice y Martin III, pidieron a los investigadores y al público en general que vieran todo el material en el contexto de sus contribuciones a la sociedad estadounidense.

"Reconocemos que la publicación de documentos relativos al asesinato de nuestro padre, Martin Luther King Jr., ha sido durante mucho tiempo un tema de interés, que ha cautivado la curiosidad del público durante décadas", escribieron en un comunicado. "Pedimos a quien se comprometa con la publicación de estos archivos que lo haga con empatía, moderación y respeto por el dolor continuo de nuestra familia".

En un comunicado de prensa en el que se anunciaba la publicación de los nuevos documentos, el gobierno citó a Alveda King, sobrina de King y destacada partidaria de Trump desde su primera campaña presidencial, quien elogió la publicación por proporcionar la transparencia necesaria.

"Mi tío vivió audazmente en pos de la verdad y la justicia", dijo. Y añadió: "La desclasificación y publicación de estos documentos son un paso histórico hacia la verdad que merece el pueblo estadounidense".

En marzo, el Departamento de Justicia solicitó que se desclasificaran los registros de vigilancia del FBI en el caso King, unos dos años antes de su publicación ordenada por el tribunal. La solicitud, que hasta ahora ha sido denegada por un juez federal, se hizo inicialmente a pesar de las objeciones de la organización de derechos civiles que King fundó.

Ed Martin, quien en ese entonces ejercía como fiscal estadounidense interino del Distrito de Columbia y fue nombrado por Trump, citó el "gran interés público en comprender la verdad sobre el asesinato", aunque nunca ha habido grandes interrogantes sobre el asesinato de King, a diferencia del caso del presidente Kennedy.

La petición implicó un revés para el FBI y el Departamento de Justicia, que durante décadas han bloqueado o ralentizado la divulgación de archivos de investigación bajo presidentes de ambos partidos. Trump, quien ordenó la medida, ha planteado teorías alternativas sobre asesinatos políticos, avivando las dudas sobre el papel desempeñado por el FBI en la perpetuación de esas teorías.

El año pasado, como candidato, Trump prometió publicar los archivos relacionados con el asesinato del presidente Kennedy en 1963 y los asesinatos de Robert F. Kennedy y King en 1968. Los documentos sobre Kennedy, publicados en marzo, contenían poca información nueva sobre el asesinato en sí.

Talya Minsberg y Campbell Robertson colaboraron con la reportería.

Glenn Thrush cubre el Departamento de Justicia y también ha escrito sobre la violencia armada, los derechos civiles y las condiciones en las cárceles y prisiones del país.

Rick Rojas es el jefe de la oficina de Atlanta del Times, donde dirige la cobertura del sur de Estados Unidos.

Talya Minsberg y Campbell Robertson colaboraron con la reportería.