Un intercambio de prisioneros libera a estadounidenses en Venezuela a cambio de migrantes en El Salvador

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In an undated photo via Sophie Hunter, Lucas Hunter, one of the Americans VenezuelaÕs government began detaining and imprisoning late last year. A deal freed Americans detained in Venezuela for Venezuelan migrants imprisoned in El Salvador after being expelled from the U.S. (via Sophie Hunter via The New York Times) Ñ NO SALES; FOR EDITORIAL USE ONLY WITH NYT STORY VENEZ PRISONER SWAP BY JULIE TURKEWITZ FOR JULY 18, 2025. ALL OTHER USE PROHIBITED. Ñ

Un acuerdo liberó a 10 estadounidenses y residentes permanentes en Estados Unidos detenidos en Venezuela, por más de 200 migrantes venezolanos encarcelados en El Salvador tras ser expulsados de EE. UU.

Diez estadounidenses y residentes permanentes en Estados Unidos que fueron detenidos por las autoridades venezolanas y retenidos como moneda de cambio quedaron en libertad el viernes a cambio de la liberación de más de 250 migrantes venezolanos que el gobierno de Donald Trump envió a una prisión de El Salvador.

La liberación de los estadounidenses y residentes permanentes fue descrita por el Departamento de Estado, mientras que la de los venezolanos fue anunciada por Nayib Bukele, presidente de El Salvador, en la red social X.

El secretario de Estado, Marco Rubio, dijo en un comunicado que los 10 ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes fueron detenidos y encarcelados en Venezuela "sin el debido proceso" y pidió la "restauración de la democracia en Venezuela".

La captura y encarcelamiento de los estadounidenses forma parte de los esfuerzos del gobierno venezolano por ganar ventaja en las negociaciones con el gobierno de Trump, mientras que la detención de los venezolanos en El Salvador desempeñó un papel destacado en la promesa del mandatario estadounidense de deportar a millones de inmigrantes.

El gobierno de Trump ha acusado a los hombres que envió a El Salvador --252 personas en total-- de ser delincuentes peligrosos y miembros de una banda venezolana, el Tren de Aragua, aunque ha aportado pocas pruebas que lo respalden. Sus abogados afirman que fueron expulsados sumariamente de Estados Unidos sin el debido proceso.

El gobierno de Trump los envió a una prisión de máxima seguridad de El Salvador en marzo, junto con unas dos decenas de salvadoreños, entre ellos Kilmar Abrego García, un hombre que el gobierno estadounidense admitió posteriormente que había deportado por error.

El gobierno de Venezuela comenzó a detener y encarcelar extranjeros a finales del año pasado. Entre ellos estaba Lucas Hunter, ahora de 37 años, ciudadano estadounidense y francés, quien viajó a Colombia para practicar kitesurf, según su familia.

En una entrevista, su hermana, Sophie Hunter, dijo que aún se encontraba en Colombia --cerca de la frontera con Venezuela-- cuando fue capturado por las autoridades venezolanas a principios de enero. Desde entonces ha estado trabajando por su liberación.

"Llevamos casi un año rezando para que llegue este día", dijo el viernes.

Otros seis presos estadounidenses regresaron de Venezuela a finales de enero, y su libertad quedó asegurada tras una inusual y muy pública visita de un funcionario del gobierno de Trump a Venezuela.

Tras su liberación, algunos de ellos dieron detalles a The New York Times sobre su detención y describieron cómo fueron apresados, encapuchados y esposados por las autoridades venezolanas. Algunos de los estadounidenses recluidos en la prisión venezolana fueron confinados en celdas de cemento, golpeados, rociados con aerosol de pimienta y sometidos a lo que un preso calificó de "tortura psicológica".

Las negociaciones en torno al intercambio del viernes se iniciaron al menos desde mayo, según cuatro personas con conocimiento de las conversaciones. Pero las conversaciones entre funcionarios estadounidenses y venezolanos se estancaron en parte porque dos funcionarios estadounidenses hicieron ofertas distintas a los venezolanos, lo que les hizo dudar de en quién confiar, según dijeron las personas.

Las familias de los migrantes venezolanos enviados a El Salvador presionaron durante meses para lograr la liberación de sus parientes, organizando marchas frente a la embajada salvadoreña en Caracas y viajando a Ginebra para hablar con representantes ante las Naciones Unidas.

El viernes, la tía de uno de los hombres, Widmer Josneyder Agelviz, dijo que quería estar agradecida a Estados Unidos por su liberación, pero que sobre todo estaba enfadada con los funcionarios estadounidenses.

"Ellos, desde un principio, sabían que no se estaban llevando delincuentes", dijo la tía, Jhoanna Sanguino, de 35 años, quien vive en Colombia.

El gobierno de Trump ha dicho que los hombres son miembros de bandas criminales y que su deportación y encarcelamiento en El Salvador forman parte de un esfuerzo por hacer que Estados Unidos sea más seguro.

Pero una investigación del Times encontró acusaciones penales graves solo para 32 de los hombres. La mayoría de los 252 hombres no tenían antecedentes penales en Estados Unidos ni en ningún otro lugar de la región, más allá de la transgresión migratoria, según la investigación.

Muchos de sus familiares han dicho que los hombres estaban siendo utilizados como herramientas políticas por Trump, quien quiere demostrar una línea dura en materia de inmigración.

Agelviz no tiene antecedentes penales en Venezuela ni en Ecuador, donde vivió anteriormente, según los documentos del gobierno revisados por el Times. Su tía dijo que llegó a Estados Unidos en septiembre de 2024, y estuvo viviendo en Carolina del Norte cuando las autoridades de inmigración estadounidenses lo detuvieron a principios de este año.

El intercambio del viernes también incluyó la liberación de 80 venezolanos retenidos por el gobierno venezolano, según el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello.

La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por si sigla en inglés) ha demandado al gobierno de Trump por utilizar la Ley de Enemigos Extranjeros para detener y expulsar a venezolanos, y el litigio está en curso.

El viernes, Lee Gelernt, abogado de la ACLU, dijo que la organización pediría a un juez que ordenara al gobierno que explicara si tiene intención de devolver a los venezolanos a Estados Unidos. Muchos de ellos tenían casos de migración activos cuando fueron encarcelados, incluidas solicitudes de asilo.

"Si el gobierno se sale con la suya tras enviar a personas a lo que es esencialmente un gulag en un país con el que no tienen ninguna conexión, entonces ya no estamos hablando del sistema migratorio que hemos conocido durante más de un siglo", dijo. "Se trata de una fase completamente nueva, ilegal y gratuitamente cruel".

Muchos de los hombres fueron detenidos en sus casas o en la calle en las semanas posteriores a la toma de posesión de Trump, según decenas de entrevistas realizadas por The New York Times.

No estaba claro cuánto tiempo iban a permanecer en la prisión salvadoreña, conocida como Centro de Confinamiento del Terrorismo o CECOT. Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, había dicho que creía que debían quedarse allí "el resto de sus vidas".

En Venezuela, el presidente Nicolás Maduro se enfrenta a graves problemas económicos y a la falta de legitimidad, y ha estado tratando de que Estados Unidos disminuya las sanciones petroleras, una medida que necesita para ayudar a la economía y a su popularidad.

Su gobierno también ha hecho de la defensa de los venezolanos detenidos en El Salvador una causa célebre, afirmando que sus detenciones apuntan a violaciones democráticas cometidas por Estados Unidos.

El viernes, la cancillería venezolana confirmó el intercambio, diciendo que los venezolanos habían sido "secuestrados y sometidos a desaparición forzada en un campo de concentración, conocido como el CECOT" y dijo que Maduro se había centrado en "rescatar" a sus connacionales.

Cabello dijo en un encuentro con periodistas que siete de ellos tenían antecedentes por delitos graves.

El gobierno de Maduro comenzó a encarcelar a un gran número de extranjeros el año pasado, una táctica que, según los analistas de seguridad, fue diseñada para ayudar a Maduro a ganar influencia sobre funcionarios estadounidenses y de otros gobiernos extranjeros. Las autoridades acusaron públicamente a muchos de los extranjeros de conspirar para derrocar a Maduro.

El grupo de vigilancia venezolano Foro Penal afirma que hay 88 personas con ciudadanía extranjera detenidas en Venezuela, entre un total de 948 presos políticos.

Entre los estadounidenses encarcelados por Venezuela figura Wilbert Castañeda, de 37 años, cuyo hermano Christian dijo que la última vez que supo de él fue a finales de agosto de 2024.

Castañeda había servido en la Marina estadounidense durante 18 años, gran parte de los cuales como breacher de los Navy Seals, según dijo su hermano. El trabajo implicaba que Wilbert utilizaba ocasionalmente explosivos para ayudar a su unidad a romper barreras.

La familia cree que Castañeda sufrió lesiones cerebrales traumáticas durante su estancia en el ejército, y que esto podría haber influido en su decisión de viajar a Venezuela para conocer a su pareja, a pesar del historial de detenciones de estadounidenses en ese país.

Cuando Castañeda llamó a su hermano en plena noche del 28 de agosto, le dijo que estaba detenido. "Si no puedo volver a comunicarme contigo o no estoy en casa el lunes, eso significa que las cosas están muy, muy mal", recuerda que le dijo su hermano.

Zolan Kanno-Youngs y Michael Crowley colaboraron con reportería desde Washington.

Julie Turkewitz es jefa del buró de los Andes, está radicada en Bogotá, Colombia, y cubre Colombia, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Perú.

Hamed Aleaziz cubre el Departamento de Seguridad Nacional y las políticas migratorias.

Zolan Kanno-Youngs y Michael Crowley colaboraron con reportería desde Washington.