Despiden a la fiscala de Manhattan que llevó los casos Epstein

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Maurene Comey trabajó en las causas contra el financiero que se suicidó antes de ser procesado. También es hija de un adversario del presidente Trump.

Maurene Comey, fiscala federal de Manhattan que trabajó en las causas penales contra Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, fue despedida abruptamente el miércoles por el gobierno de Donald Trump, según seis personas con conocimiento del asunto.

Si bien el motivo del despido de Comey no quedó claro en el momento, su destitución suscitó preguntas de inmediato, dada su implicación en los casos relacionados con Epstein que han agitado la Casa Blanca en los últimos días.

Comey fue informada de su despido en una carta que citaba el artículo 2 de la Constitución, que describe los poderes del presidente, según dos de las personas.

Comey es también hija del exdirector del FBI James Comey, un adversario del presidente Trump que ha estado recientemente bajo la lupa de las autoridades policiales federales.

Un portavoz del Distrito Sur de Nueva York declinó hacer comentarios sobre el despido de Comey. La oficina de prensa de la Casa Blanca no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios, ni a la pregunta de si había pedido al Departamento de Justicia que despidiera a Comey. No se pudo contactar inmediatamente con Comey para que hiciera comentarios.

Durante más de una semana, Trump y Pam Bondi, fiscala general, han intentado calmar la indignación de muchos de los partidarios del presidente por la reticencia del gobierno a hacer públicos los archivos relacionados con el caso de tráfico sexual de Epstein.

Epstein, un financiero caído en desgracia, se ahorcó en la cárcel en 2019 antes de que pudiera ir a juicio y su caso ha seguido siendo objeto de fascinación, sobre todo entre los partidarios de Trump, quienes llevan mucho tiempo pidiendo que se haga pública toda la información relacionada.

Desde que el Departamento de Justicia hizo público un memorándum a principios de este mes en el que afirmaba que no existía ninguna lista de clientes de Epstein y que, de hecho, se había suicidado, la cuestión ha sembrado importantes disensos y luchas internas entre las bases de Trump.

En los últimos días, Trump ha afirmado sin aportar pruebas que los archivos relacionados con los delitos de Epstein fueron urdidos por James Comey, así como por los expresidentes Joe Biden y Barack Obama.

También ha arremetido contra los críticos, incluidos sus propios partidarios, que han atacado al gobierno por negarse a publicar los archivos relacionados con Epstein.

"No entiendo por qué están tan interesados", dijo Trump a los periodistas el martes. "Está muerto desde hace mucho tiempo. Nunca fue un factor importante en términos de vida. No entiendo cuál es el interés o la fascinación, de verdad que no".

No hubo ningún indicio explícito de que el despido de Maurene Comey estuviera relacionado con su trabajo en los casos contra Epstein y Maxwell, quien fue condenada en 2021 por su papel en una trama de años de explotación sexual de niñas menores de edad.

Pero el martes mismo, el papel de Comey en sus casos fue destacado en un artículo de Politico, en el que se señalaba que ella se había opuesto a la divulgación de los registros de la investigación.

Es lógico que Comey, como una de las principales fiscales en el caso de Epstein, hubiera pedido que cierta información permaneciera privada, como es habitual en casos delicados relacionados con víctimas de violencia sexual. El Departamento de Justicia podría proceder a desclasificar esos archivos, si así lo decidiera.

Pero el despido plantea la posibilidad de que se esté utilizando a Comey como chivo expiatorio en la lucha gubernamental por superar el escándalo.

El despido repentino de un fiscal --especialmente de una veterana como Comey-- era inusual en otros tiempos. Pero tales episodios se han vuelto más comunes a medida que el presidente Trump ha ido tomando el control del Departamento de Justicia.

Aun así, el despido de Comey es la salida más sonada de su oficina desde febrero, cuando el gobierno de Trump abandonó las acusaciones de corrupción contra el alcalde de Nueva York, Eric Adams. Esa decisión provocó la renuncia de al menos ocho fiscales en Nueva York y Washington, entre ellos Danielle R. Sassoon, entonces fiscala interina en Manhattan.

Comey fue también fiscala en el juicio de Sean Combs, el magnate del hip-hop conocido como Diddy, quien fue absuelto de los cargos más graves que se le imputaban a principios de este mes.

Comunicó su despido a varios colegas cercanos en una reunión improvisada el miércoles con el codirector de la sección de corrupción pública de la fiscalía estadounidense, según una de las personas con conocimiento del asunto.

El comportamiento privado de Epstein ha sido objeto de intenso interés público durante años. En 2017, el sitio de cotilleos Radar Online demandó al FBI en el Distrito Sur valiéndose de la Ley de Libertad de Información para solicitar la publicación de determinados documentos relacionados con la investigación y el procesamiento de Epstein.

En una declaración presentada en ese caso en enero de 2024, Comey escribió que la divulgación de los documentos podría dañar los argumentos del gobierno en un posible nuevo juicio contra Maxwell, incluso al someter a testigos "a posibles situaciones vergonzosas y de acoso" que podrían hacer que estuvieran menos dispuestos a testificar.

Ese mismo año, el juez que supervisaba el caso le dio la razón al FBI.

Jonah E. Bromwich cubre la justicia penal en Nueva York, con énfasis en la fiscalía de distrito de Manhattan y las cortes penales estatales en Manhattan.

William K. Rashbaum es un periodista del Times que cubre la corrupción municipal y política, los tribunales y temas más amplios relacionados con el cumplimiento de la ley en Nueva York.

Michael S. Schmidt es reportero de investigación para el Times y cubre Washington. Su trabajo se centra en seguir y explicar investigaciones federales de alto nivel.

Santul Nerkar es reportero del Times y cubre las cortes federales en Brooklyn.

Maggie Haberman es corresponsal en la Casa Blanca para el Times y reporta sobre el presidente Donald Trump.