Israel propone desplazar a gran parte de los palestinos, lo que amenaza la tregua en Gaza

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Israel’s defense ministry has promoted a plan to force much of Gaza’s population into a small and largely devastated zone in the territory’s south, a proposal that threatens to derail the latest efforts to forge a truce between Israel and Hamas. -- 3.8 x 3.1 -- cat=i

El plan, del que se informó la semana pasada, complicaría las negociaciones para una tregua entre Israel y Hamás y ha sido señalado como un posible crimen de guerra.

El Ministerio de Defensa de Israel ha promovido un plan para obligar a gran parte de la población de Gaza a trasladarse a una zona pequeña y en gran medida devastada en el sur del territorio. Esta propuesta amenaza con descarrilar los esfuerzos más recientes por forjar una tregua entre Israel y Hamás.

En semanas recientes, funcionarios israelíes han informado a periodistas y homólogos extranjeros sobreun plan poco definido para obligar a cientos de miles de civiles palestinos a trasladarse a una zona controlada por el ejército israelí cerca de la frontera entre Gaza y Egipto. Expertos jurídicos hanadvertido de que el plan violaría el derecho internacional porque se prohibiría indefinidamente a los civiles regresar a sus hogares en otras partes de Gaza, una restricción que constituiría una forma de limpieza étnica.

While the Israeli government has yet to formally announce or comment on the plan, the idea of a new encampment in southern Gaza was first proposed last week by Israel Katz, the Israeli defense minister. He discussed it at a briefing with Israeli correspondents who focus on military affairs, and The New York Times reviewed readouts of the briefing written by its attendees. Several attendees also wrote articles that attracted widespread attention among both Israelis and Palestinians.

A spokesman for Mr. Katz declined to comment on the reports, as did the office of Benjamin Netanyahu, Israel's prime minister.

Now, Hamas has cited Mr. Katz's proposal as one of the latest obstacles to a new truce. During a cease-fire, in exchange for releasing roughly 25 hostages, Hamas wants Israeli troops to withdraw from much of Gaza. The new Israeli plan makes such an outcome far less likely, since it would ensure that Israeli troops remained in charge of a large area over which Hamas seeks to reestablish control.

Husam Badran, a senior member of Hamas, described the establishment of the encampment as a "deliberately obstructive demand" that would complicate the fraught negotiations.

"This would be an isolated city that resembles a ghetto," Mr. Badran said on Monday in a text message. "This is utterly unacceptable, and no Palestinian would agree to this."

Hopes for an imminent truce rose last week after Mr. Netanyahu went to Washington for meetings with President Trump that many expected would result in an Israeli compromise. Instead, Mr. Netanyahu -- who has previously slow-walked negotiations for personal and political reasons -- returned to Israel without a breakthrough.

The negotiations remain stuck on issues including the permanence of any truce: Israel wants to be able to return to war, while Hamas wants guarantees that any cease-fire would evolve into a full cessation of hostilities. Israel also wants Hamas to commit to disarmament, an idea that the militant group has rejected. There are also disagreements over how aid will be delivered during a truce.

According to some of the readouts of the briefing by Mr. Katz, the defense minister described the proposed new encampment as a "humanitarian city" that would, at first, house at least 600,000 Palestinians. Mr. Katz said it would later hold the entire population of Gaza, or roughly 2 million people, according to the readouts and reports. Israeli critics likened it to a modern-day "concentration camp" because its residents would not be allowed to leave the area's northern perimeter in order to return home.

Esto podría constituir un "traslado forzoso", delito tipificado en el derecho internacional, según un grupo de expertos israelíes en derecho internacional que escribió una carta abierta sobre el asunto a Katz y al jefe de las fuerzas armadas de Israel, el teniente general Eyal Zamir.

De llevarse a cabo, "el plan constituiría una serie de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad y, en determinadas circunstancias, podría equivaler al delito de genocidio", decía la carta.

El ejército israelí se negó a comentar si se le había ordenado aplicar el plan.

Dado que el plan aún no se ha detallado ni anunciado formalmente, algunos israelíes han especulado con que se trata principalmente de una táctica de negociación destinada a persuadir a Hamás para que haga más concesiones en las conversaciones sobre la tregua o a convencer a los aliados de extrema derecha de la coalición de Netanyahu para que apoyen un alto al fuego.

Itamar Ben-Gvir, ministro de extrema derecha que apoya la despoblación de Gaza y se opone a una tregua permanente con Hamás, dijo en una declaración que era improbable que se promulgara el plan de desplazamiento y que simplemente había sido publicitado por sus colegas para que le resultara más fácil digerir un acuerdo de alto al fuego.

"El debate en torno al establecimiento de una ciudad humanitaria es básicamente propaganda para ocultar el acuerdo que se está preparando", dijo Ben-Gvir. "La propaganda no es un sustituto de la victoria absoluta", añadió.

Gabby Sobelman colaboró con reportería desde Rejovot, Israel.

Patrick Kingsley es el jefe de la corresponsalía del Times en Jerusalén, donde dirige la cobertura de Israel, Gaza y Cisjordania.

Aaron Boxerman es reportero del Times y cubre Israel y Gaza. Radica en Jerusalén.

Gabby Sobelman colaboró con reportería desde Rejovot, Israel.