La amarga espera para encontrar a los desaparecidos en Texas

Reportajes Especiales - News

Guardar

Las autoridades defendieron su actuación en el condado más afectado, donde no se ha encontrado a ningún sobreviviente desde el viernes. En todo el estado, se desconoce el paradero de 173 personas, dijo el gobernador.

El miércoles, los funcionarios del condado de Kerr se esforzaron por dar respuestas sobre su actuar ante la devastadora inundación que arrasó el Hill Country de Texas hace casi una semana y causó la muerte de al menos 120 personas en todo el estado.

La mayor parte de esas muertes se produjeron en el condado de Kerr, donde la lista de fallecidos alcanzó los 96 y las autoridades dijeron que 161 personas seguían desaparecidas, lo que supone un importante aumento respecto a las cifras que citaban a principios de semana. En todo el estado, se desconocía el paradero de 173 personas mientras los buscadores seguían sondeando los restos de cabañas, caravanas y campamentos de casas rodantes llenos de lodo.

El gobernador Greg Abbott, presionado por las posibles deficiencias en la preparación ante las catástrofes, anunció el miércoles una agenda para una sesión especial de la Legislatura estatal este mes que incluye la consideración de los sistemas de alerta de inundaciones. Pero la sesión, anunciada el mes pasado, abordará otros 14 temas, entre ellos la reducción de impuestos y una mayor restricción del aborto.

El miércoles, en una conferencia de prensa en la que se les preguntó sobre la falta de sirenas de advertencia y otros aspectos de su respuesta a la catástrofe, los funcionarios del condado de Kerr hicieron un extenso relato de los esfuerzos de rescate cuando el río Guadalupe creció en la madrugada del 4 de julio, y afirmaron que cientos de personas habían sido salvadas por los equipos de emergencia locales.

"Rescataron a personas de vehículos. Rescataron a personas de casas que ya estaban inundadas, sacándolas por las ventanas", dijo el agente Jonathan Lamb, del departamento de policía de Kerrville, la ciudad más grande del condado. Y añadió: "Sé que esta tragedia, por horrible que sea, podría haber sido mucho peor".

Pero los funcionarios dijeron que otras respuestas sobre los preparativos y la respuesta tendrían que esperar una revisión exhaustiva. "Si hay que hacer mejoras, se harán", dijo en la conferencia de prensa el sheriff del condado, Larry Leitha.

Cuando se le preguntó por la línea de tiempo en la que se compartieron los avisos cada vez más urgentes del Servicio Meteorológico Nacional con los residentes, el sheriff pidió más tiempo. "Creo que hay que responder a esas preguntas", dijo a los periodistas, y añadió: "Vamos a obtener esa respuesta. No vamos a huir. No vamos a escondernos".

Abbott, ante preguntas similares formuladas el martes sobre la investigación de lo que salió mal, se refirió a tales investigaciones como "palabras de perdedores", comparó la respuesta a la catástrofe con el fútbol y dijo que solo los equipos perdedores se enfocaban en sus fracasos.

El gobernador dijo que los legisladores estatales, que este año han recortado los impuestos sobre la propiedad en 51.000 millones de dólares, al tiempo que financiaban solo una pequeña parte de los proyectos atrasados de gestión de inundaciones, que ascienden a unos 54.000 millones de dólares en todo el estado, se enfocarían en las soluciones, y señaló la próxima sesión extraordinaria.

La amplia agenda que anunció el miércoles incluía cuatro puntos específicos relacionados con las inundaciones, entre ellos una petición para mejorar el sistema de alerta temprana y otras infraestructuras de preparación en las zonas propensas a las inundaciones. El gobernador también pidió a los legisladores que reforzaran las comunicaciones de emergencia y otras infraestructuras de respuesta.

La apretada agenda legislativa también incluye propuestas para reducir aún más los impuestos sobre la propiedad, regular los productos derivados del cáñamo, redibujar los mapas del Congreso estatal y restringir el conocimiento público de las "denuncias infundadas" contra agentes de policía.

Abbott hizo pública la agenda mientras la sombría búsqueda de los desaparecidos se extendía aún más por Hill Country, y algunos familiares recibían las noticias que tanto temían. Una mujer cuya madre, padrastro, tía, tío y primo habían desaparecido a causa de las inundaciones se enteró de que se habían encontrado los cuerpos de su madre y su padrastro.

"Tenerla como madre fue un tesoro que apreciaré siempre", escribió Hailey Chavarria en un mensaje de Facebook sobre su madre, Michelle Crossland. "Lamento que sea la actualización que nadie quería".

La cifra de personas desaparecidas citada por el gobernador el martes superaba con creces el número que los funcionarios locales habían reconocido anteriormente, lo que sugiere que el número de víctimas mortales en todo el estado podría ser más del doble. No está claro cómo se confeccionó la lista de desaparecidos, y las autoridades no respondieron a las preguntas al respecto el martes por la noche.

Jermaine Jarmon, de 52 años, quien vive al norte de Austin, en el condado de Travis, estaba entre los que esperaban noticias el miércoles. Su hija de 16 años, Felicity Jarmon, seguía desaparecida. Jarmon, también conocido como "JJ", ya había recibido la noticia de que su pareja, Alissa Martin, de 54 años, y su hijo Braxton Jarmon, de 15, habían muerto en las inundaciones.

La familia se vio atrapada por la rápida crecida de las aguas que salieron del arroyo que pasaba por su patio trasero. Jarmon dijo que la familia no había oído ninguna advertencia oficial de que se avecinaba una inundación. Lo alertó un vecino, dijo, no los bomberos, que estaban a un kilómetro de distancia.

"Podrían haber ido calle arriba y calle abajo con las sirenas encendidas", dijo.

Por ahora, mientras espera noticias de su hija, Jarmon dijo que intentaba sobrevivir día a día. "Es todo lo que puedo hacer", dijo. "Para el resto de mi vida".

Las inundaciones, que golpearon una región repleta de campamentos de verano y familias de vacaciones, figuran ahora entre las catástrofes estadounidenses más mortíferas para los niños en varias décadas. Solo en el condado de Kerr murieron 36 niños, muchos de ellos de Camp Mystic, un campamento de verano cristiano para niñas.

Se ha confirmado la muerte de 27 campistas y miembros del personal, según el campamento. Las autoridades dijeron que hasta el miércoles por la mañana no se habían recuperado los cuerpos de cinco campistas y una consejera de 19 años.

Además de las muertes del condado de Kerr, al menos siete personas murieron en el condado de Travis, ocho en el de Kendall, cinco en el de Burnet, tres en el de Williamson y una en el de Tom Green.

El miércoles siguieron apareciendo historias de pérdidas. La hija de Katheryn Eads, quien estaba acampando en el condado de Kerr cuando las inundaciones arrasaron la zona, describió a su madre en un correo electrónico enviado a The New York Times, y dijo que Eads había trabajado en educación infantil como psicóloga, ayudando a niños del sistema de acogida, y que luego pasó un tiempo como profesora universitaria.

"Era una esposa, hija, madre, abuela y persona increíble que se pasó la vida ayudando a los niños", escribió la hija de Eads, Victoria Eads. Eads estaba acampando en una caravana con su esposo, Brian Eads, quien se agarró a un árbol y sobrevivió.

"Nos arrastró a los dos y luego la perdí", dijo Eads mientras buscaba a su esposa en el refugio de una iglesia el día de las inundaciones. Dijo que intentó nadar a través de las rápidas y oscuras aguas en busca de su voz, pero que la perdió de vista cuando fue golpeado en la cabeza por los escombros de la inundación.

Emily Cochrane, Jack Healy, Campbell Robertson y Jenna Russell colaboraron con reportería.

Edgar Sandoval cubre Texas para el Times, con un enfoque en la comunidad latina y la frontera con México. Está radicado en San Antonio.

Pooja Salhotra cubre las noticias de última hora en Estados Unidos.

Emily Cochrane, Jack Healy, Campbell Robertson y Jenna Russell colaboraron con reportería.