Cientos de personas acuden a la protesta 'antigentrificación' en Ciudad de México

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Las manifestaciones en Ciudad de México contra la oleada de turismo y el aumento de los precios se volvieron violentas el viernes por la noche.

Las protestas en Ciudad de México contra la oleada de turismo y el aumento de los precios se volvieron violentas el viernes por la noche, ocasionaron daños en más de una decena de comercios y provocaron la condena de las autoridades.

La manifestación reflejó la creciente frustración de muchos de los habitantes de la capital de México, quienes han visto cómo se disparan los alquileres y antiguos barrios se convierten en fastuosos desarrollos inmobiliarios a medida que la ciudad se consolida como un importante destino turístico y base de operaciones de muchos de los llamados nómadas digitales.

La manifestación también suscitó las críticas de algunos funcionarios, que denunciaron la violencia y lo que dijeron que era el sesgo nativista de las protestas.

Al principio, la protesta fue pacífica. Cientos de personas marcharon por las calles y llevaban pancartas con mensajes como "Tu nuevo hogar es una invasión", "No deberíamos sentirnos extranjeros en nuestra propia tierra" y "Expat = gentrificador", según mostraron fotos y videos de las protestas.

La situación se tornó violenta cuando un pequeño grupo de manifestantes empezó a romper los cristales de fachadas de comercios, entre ellos los de un Starbucks y un banco, y a hacer pintas en las paredes y saquear tiendas en la Condesa y la Roma, barrios de lujo de la ciudad, según The Associated Press.

Quince comercios resultaron afectados y algunos coches fueron destrozados en las protestas, dijo el secretario de Gobierno de Ciudad de México, César Cravioto, en una entrevista con Milenio, un medio de comunicación mexicano.

Instó a poner fin a las marchas violentas con mensajes "xenófobos", y afirmó que Ciudad de México "es una ciudad de migrantes" y que su gobierno no está de acuerdo con "este tipo de manifestaciones".

En un comunicado, la jefa de gobierno de Ciudad de México, Carla Brugada, reconoció los problemas que ha causado la gentrificación y afirmó que su gestión estaba trabajando para reforzar la vivienda asequible.

"La Ciudad de México no está de acuerdo con la gentrificación", dijo. "Sabemos que la gentrificación puede excluir a quienes han vivido toda su vida en sus barrios".

Pero también denunció la violencia, argumentando que la campaña contra la gentrificación no debe convertirse en una excusa para la discriminación o "cualquier expresión xenófoba en contra de personas migrantes".

Desde la pandemia ocasionada por el coronavirus, colonias de moda como la Roma y la Condesa, en Ciudad de México, han visto una afluencia de extranjeros, motivados por el menor costo de vida y la oportunidad de trabajar a distancia.

El aumento ha ayudado a los negocios en zonas populares entre los extranjeros y a quienes son dueños de propiedades o alquilan habitaciones para estancias largas en plataformas como Airbnb. Pero también ha amenazado con hacer inasequibles grandes secciones de la ciudad para muchos habitantes, zonas donde el salario promedio mensual es de unos 370 dólares estadounidenses.

Algunos manifestantes compararon la afluencia de estadounidenses y europeos con una forma moderna de colonialismo, y el Frente Anti Gentrificación Mx, uno de los grupos de base que organizaron la manifestación, pidió a la gente que protestara contra el "imperialismo estadounidense" en una publicación en las redes sociales.

El grupo dijo en las redes sociales antes de la manifestación que la gentrificación equivalía a "una expulsión silenciosa".

La manifestación de Ciudad de México forma parte de un movimiento más amplio contra el turismo masivo que ha surgido en ciudades cada vez menos asequibles de todo el mundo, incluida una reciente oleada de protestas en Italia, Portugal y España.