EE. UU. se enfrenta al riesgo de repercusiones económicas por el ataque a Irán

Reportajes Especiales - Business

Guardar

Consciente de que un aumento en los precios de la gasolina podría afectar su popularidad, el presidente Trump exigió controlar el precio del petróleo.

El lunes, el presidente Donald Trump empezó a enfrentarse a las posibles consecuencias económicas de sus ataques militares contra Irán, que amenazaban con aumentar los precios del petróleo y la gasolina en un momento en que los consumidores estadounidenses ya enfrentan importantes tensiones financieras.

La sola perspectiva de un aumento de los costos de la energía pareció inquietar incluso a Trump, quien acudió a las redes sociales para presionar a favor de más perforaciones en territorio estadounidense, al tiempo que exigía a las empresas que "MANTENGAN BAJOS LOS PRECIOS DEL PETRÓLEO"; de lo contrario, estarían "JUGANDO JUSTO PARA EL ENEMIGO".

"¡ESTOY ATENTO!", añadió el presidente.

A mediodía del lunes, los mercados mundiales del petróleo parecían relativamente tranquilos, dos días después de que Trump enviara bombarderos estadounidenses con la misión de desactivar tres instalaciones nucleares iraníes. Los precios subieron durante el fin de semana antes de estabilizarse finalmente, mientras Washington --y el resto del mundo-- se preparaba para la posibilidad de que Teherán tomara represalias.

En el peor de los casos, los dirigentes iraníes podrían intentar cerrar o impedir de otro modo el acceso al estrecho de Ormuz, la angosta vía navegable que sirve de punto clave de entrada al golfo Pérsico. El mundo envía cantidades sustanciales de petróleo y gas natural licuado a través de este paso, por lo que cualquier interrupción del comercio provocaría un aumento de los precios de energía a escala mundial.

Un repunte de los costos de la energía podría ser especialmente difícil para los consumidores y las empresas estadounidenses este verano, dado que podría suceder más o menos al mismo tiempo que Trump planea reactivar sus aranceles expansivos y elevados a casi todos los socios comerciales de Estados Unidos. Muchos economistas esperan que esos gravámenes hagan subir los precios después de años de inflación elevada.

En abril, Trump anunció, y luego suspendió, esos aranceles elevados, tratando de evitar el desplome de los mercados mundiales por su disruptiva y jurídicamente controvertida campaña para rehacer el comercio mundial. Pero Trump no ha vacilado en su plan de aplicar los aranceles el 9 de julio, y muchos economistas anticipan que las empresas --que pagan los aranceles cuando se abastecen de productos extranjeros-- trasladen los costos añadidos a sus clientes.

En conjunto, dijo James Knightley, economista jefe internacional de ING, las incertidumbres en torno a la geopolítica y el comercio amenazan con "reducir el poder adquisitivo de los hogares" en los próximos meses.

Dijo que ya había "bastante ansiedad" debido a los aranceles, y que la preocupación ahora era que "podría haber otra oleada de penurias para el consumidor en forma de precios más altos de la energía".

"Eso sería muy negativo", dijo Knightley.

La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios.

Un repunte de los precios del petróleo solo vendría a sumarse a los crecientes dolores de cabeza políticos a los que se enfrenta Trump, quien ha prometido disminuir una inflación obstinadamente elevada que se remonta a la pandemia del coronavirus. El presidente considera desde hace tiempo que los costos de la energía son un barómetro de la eficacia de su programa económico, y ha alardeado repetidamente del descenso de los precios de la gasolina en las últimas semanas como señal de que sus políticas están funcionando.

Por el momento, los precios en toda la economía se han mantenido relativamente estables, según la última lectura del Índice de Precios al Consumidor. Pero los economistas creen en general que la inflación podría repuntar este mismo verano, sobre todo cuando los aranceles del presidente entren plenamente en vigor.

La incertidumbre llevó a la Reserva Federal a dejar los tipos de interés sin cambios para junio la semana pasada, una decisión que molestó a Trump, quien arremetió contra el banco central al argumentar que la inflación ha bajado y los altos costos de endeudamiento ya no son necesarios.

Jerome H. Powell, presidente de la Reserva Federal, dijo a los periodistas el miércoles que el banco central estaba "observando, como todo el mundo" para ver cómo el conflicto con Irán afectaría a los precios. Pero también reconoció que el gobierno estadounidense dependía menos del petróleo extranjero que en anteriores conflictos en Medio Oriente que han conmocionado los mercados mundiales de la energía.

"Lo que ha tendido a ocurrir es que, cuando hay agitación en Medio Oriente, se puede ver un repunte de los precios de la energía, pero tiende a bajar", dijo Powell.

El lunes, los analistas de Goldman Sachs dijeron que una interrupción del suministro de petróleo podría causar una pequeña pero notable contracción del crecimiento económico mundial, al tiempo que aumentaría la inflación, dependiendo de la duración del conflicto y de la medida en que Irán opte por interferir en el estrecho de Ormuz.

El estrecho es especialmente importante para China, que importa una cantidad significativa de petróleo a través de él, según el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, quien instó a Pekín durante el fin de semana a adoptar una postura frente a las represalias iraníes.

"Tendrá algún impacto en nosotros", dijo a Face the Nation de la CBS. "Tendrá mucho más impacto en el resto del mundo".

Trump y sus principales ayudantes insinuaron posteriormente que estaban vigilando de cerca los precios de la energía, y parecieron señalar que podrían tomar medidas ejecutivas si fuera necesario para evitar un aumento.

En las redes sociales, Trump exigió que el Departamento de Energía empezara "¡¡¡YA!!!" a aumentar la producción nacional de petróleo. Eso llevó al secretario de Energía, Chris Wright, a prometer que la agencia estaba "¡En ello!".

Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, dijo el lunes a la CNBC que otros países productores de petróleo disponían de importantes reservas, lo que les daba "mucho margen para ajustarse" si Irán tomaba represalias y los precios subían.

Tony Romm cubre política económica y el gobierno de Donald Trump para el Times desde Washington.