Trump refrenda su apoyo a Putin en la cumbre del G7

Reportajes Especiales - News

Guardar

United States International Relations International Relations Russian Invasion of Ukraine (2022) Embargoes and Sanctions Group of Seven Trump, Donald J Putin, Vladimir V Canada United States Great Britain Russia Ukraine Europe

En su intervención en la reunión del Grupo de los Siete, el presidente Trump criticó la decisión de expulsar a Rusia del bloque tras la "anexión" de Crimea por parte de Moscú en 2014.

El presidente Donald Trump podría haber empezado hablando de comercio. Podría haber hablado de las guerras en Medio Oriente o de la larga y brutal guerra en Ucrania.

Pero hubo otra cosa que parecía ser prioritaria para Trump durante la reunión del lunes en Canadá de los líderes del Grupo de los Siete países industrializados: el presidente ruso Vladimir Putin.

"El G7 solía ser el G8", les dijo Trump a los periodistas, refiriéndose a la decisión del grupo de expulsar a Rusia en 2014, después de que esta atacara Ucrania y se "anexionara" Crimea, un preludio de su invasión a gran escala.

A continuación, culpó al expresidente Barack Obama y al ex primer ministro canadiense Justin Trudeau de expulsar a Rusia, y argumentó que su inclusión en el grupo habría evitado la guerra en Ucrania. (Trump se equivocó: no fue Trudeau, sino Stephen Harper, quien era el primer ministro canadiense en el momento de la expulsión de Rusia).

"Yo diría que fue un error", dijo Trump, "porque creo que ahora no se tendría una guerra".

Y con ello se repitió la problemática historia de Trump con la alianza. Cuando asistió a la cumbre la última vez que se celebró en Canadá, en 2018, pidió que Rusia fuera readmitida en la alianza. La sugerencia enfureció y horrorizó a los aliados, y desencadenó una ruptura antes de que Trump abandonara la cumbre antes de tiempo, no sin antes decirles a los periodistas al salir: "Deberían dejar que Rusia volviera a entrar. Porque deberíamos tener a Rusia en la mesa de negociaciones".

Las declaraciones de Trump se produjeron un día antes de una reunión prevista en Canadá con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, a quien Trump ha criticado repetidamente por la invasión de su país e incluso ha acusado de no querer que termine la guerra.

La Casa Blanca anunció el lunes que Trump abandonaría la cumbre antes de tiempo y regresaría a Washington para ocuparse de la guerra entre Israel e Irán. En una entrevista reciente, Trump dijo que estaba abierto a que Putin actuara como mediador en el conflicto de Medio Oriente.

El argumento esgrimido por Trump el lunes fue aún más sorprendente si se tiene en cuenta que volvió a la cumbre tres años después de que Rusia intensificara la agresión que hizo que la expulsaran en primer lugar: lanzar una invasión no provocada a Ucrania en 2022, con objetivos similares de apoderarse de su territorio.

La escena del lunes ilustró hasta qué punto Trump se ha alineado más con el autócrata ruso desde su primer mandato, y hasta qué punto se ha distanciado de los aliados estadounidenses que se han unido en torno a Ucrania.

Cuando se le preguntó por la decisión de Trump de iniciar su intervención en la cumbre criticando la expulsión de Putin del bloque, un funcionario de la Casa Blanca, que habló bajo condición de anonimato para tratar asuntos delicados, dijo que Trump mantenía ese punto de vista desde hacía tiempo y que compartiría su opinión aunque se reuniera con líderes mundiales que pensaran de forma diferente.

En sus declaraciones del lunes, Trump repitió una afirmación que hizo en 2018, según la cual el Grupo de los Siete necesitaba a Putin para ayudar a resolver algunos de los problemas del mundo, incluidos los que el propio dirigente ruso causó. "Pasan mucho tiempo hablando de Rusia, y él ya no está en la mesa", dijo Trump.

John Bolton, exasesor de seguridad nacional de Trump, dijo que los múltiples llamamientos de Trump para que Rusia se reincorpore a la alianza indicaban su desconocimiento de la historia del bloque. Bolton acompañó a Trump a la cumbre de 2018, donde surgió una foto memorable de Trump sentado frente a otros líderes mundiales con los brazos cruzados en señal de desafío.

"Nunca pareció comprender que Rusia había sido expulsada del G8 por invadir Ucrania", dijo Bolton. Dijo que Trump tampoco podía entender que la asociación "era un grupo de democracias industriales afines. Por lo visto, sigue sin entenderlo".

El lunes, Trump acabó haciendo declaraciones y respondiendo a preguntas sobre Irán y el comercio. Pero empezó alardeando de su estrecha relación con Putin.

"Putin habla conmigo; no habla con nadie más", dijo Trump, "porque se sintió muy insultado cuando lo expulsaron del G8, como me sentiría yo, como se sentirían ustedes, como se sentiría cualquiera".

Trump ha hablado con Putin regularmente, más recientemente el sábado, cuando dijo que el líder ruso le había llamado para desearle un "feliz cumpleaños" y pasaron más tiempo hablando del conflicto irano-israelí que de la guerra que él inició.

"Es probable que nuestros socios del G7 lleguen a la conclusión de que Trump puede estar más interesado en rehabilitar a Putin que en unirse al consenso de apoyo a Ucrania", dijo Daniel M. Price, quien trabajó en comercio e inversiones internacionales durante el gobierno de Bush.

La aceptación de Putin por parte de Trump --y a veces su defensa a ultranza-- en su segundo mandato ha hecho poco hasta ahora por aplacar la guerra, que él afirmó durante su campaña que sería capaz de terminar en un día. También ha reconocido que Putin puede estar aprovechándose de él mediante la prolongación de la guerra.

A medida que Rusia ha ido intensificando su incursión en Ucrania, Trump ha amenazado repetidamente con imponer aranceles a Rusia, aunque todavía no lo ha hecho.

Al mismo tiempo, se esperaba que el primer ministro británico, Keir Starmer, junto con otros líderes europeos, aprovechara la cumbre para anunciar otro paquete de sanciones contra Rusia. Starmer dijo en una declaración que quería "trabajar con todos nuestros socios del G7 para menguar los ingresos energéticos de Rusia y reducir los fondos que pueden verter en su guerra ilegal".

Cuando se le preguntó el lunes tras una reunión con Starmer si Estados Unidos se uniría a Europa en la aplicación de nuevas sanciones, Trump le restó importancia a la medida.

"Bueno, Europa está diciendo eso, pero aún no lo han hecho", dijo. "Veamos cómo lo hacen ellos primero".

Trump dijo que seguía esperando a ver si se podía llegar a un acuerdo de alto al fuego, y añadió que las sanciones también serían costosas para Estados Unidos. "No es solo que vamos a firmar un documento", dijo. "Se trata de miles y miles de millones de dólares. Las sanciones no son tan fáciles. No es solo una calle de un sentido".

En los últimos meses, Trump también ha indicado que quiere prácticamente lavarse las manos de la guerra en Ucrania, frustrado por la falta de avances en la negociación de un acuerdo de paz.

Los expertos dijeron que los comentarios de Trump del lunes sobre volver a acoger a Rusia en el redil de los principales países industrializados dejaban claro su cambio de objetivo respecto a la guerra.

"Creo que hacer ese comentario en particular afecta al núcleo de las acciones recientes más exitosas que ha emprendido el G7", dijo Josh Lipsky, director del Centro de Geoeconomía del Consejo Atlántico. "Sitúa de entrada a la cumbre en una dinámica de G6 más uno".

Erica L. Green es corresponsal de la Casa Blanca del presidente Donald Trump y su gobierno.

Zolan Kanno-Youngs es corresponsal del Times en la Casa Blanca, donde cubre al presidente Donald Trump y su gobierno.