
Gliders, Hang Gliding and Paragliding China Gansu Province (China)
El piloto chino de 55 años voló a una altura casi a la par que la cumbre del Everest al ser víctima de un fenómeno conocido como "succión de nubes" mientras practicaba maniobras en tierra.
Un parapentista chino simplemente quería probar un equipo la semana pasada y en lugar de eso, terminó alcanzando, sin proponérselo, alturas apenas soportables.
Peng Yujiang, un parapentista de 55 años de la provincia de Gansu, voló el sábado por la mañana a casi 8600 metros sobre el nivel del mar --más de 28.200 pies, o unos 8.5 kilómetros-- en la cordillera de Qilian, en las provincias noroccidentales chinas de Qinghai y Gansu, según los medios de comunicación estatales.
El episodio fue captado por una cámara acoplada a su equipo y mostró las angustiosas condiciones que experimentó. Peng se elevó a un nivel casi a la par que la cumbre del Everest y las rutas de vuelo de la aviación. Su cara y su cuerpo están cubiertos de escarcha y hielo en el video, que fue publicado originalmente en las redes sociales y compartido posteriormente por los medios de comunicación estatales chinos.
"Sentí la falta de oxígeno. Tenía las manos heladas. Seguí intentando hablar por la radio", dijo Peng en un video grabado después del incidente, segúnSixth Tone, un medio de comunicación estatal chino en lengua inglesa.
[Video: Watch on YouTube.]
Según los medios de comunicación locales, Peng estaba probando el equipo como parte del "entrenamiento de manejo en tierra" --un paso que los parapentistas dicen que es fundamental para gestionar lanzamientos seguros-- a una altitud de 3000 metros sobre el nivel del mar, o unos 10.000 pies. Pero un fuerte viento le elevó repentinamente hacia el cielo. No pudo controlar el parapente ni aterrizar cuando la corriente de aire se hizo más fuerte y fue arrastrado por encima de las nubes.
Al parecer, Peng fue víctima de un fenómeno potencialmente peligroso que los parapentistas llaman "succión de nubes", en el que un piloto es arrastrado rápidamente hacia arriba por una nube. A altitudes extremas, las personas corren el riesgo de sufrir hipoxia, o privación de oxígeno, debido a la escasez de este en el aire. La hipoxia grave puede causar daños orgánicos o la muerte.
Aun así, Peng consiguió aterrizar a unos 32 kilómetros de donde había despegado. Con una salud estable y recuperándose de su vuelo sorpresa, ha dicho desde entonces: "Pensar en ello todavía me da bastante miedo", informó el jueves el China Daily.
La autoridad deportiva local de la provincia de Gansu dijo el miércoles que se prohibiría a Peng, quien tenía licencia de parapentista, practicar este deporte durante seis meses; también señaló que se suspenderían las actividades de vuelo en los lugares de la zona durante un periodo indeterminado, informaron los medios de comunicación locales. Sin embargo, la asociación consideró que el incidente de Peng había sido un accidente, basándose en su declaración de que no tenía planeado ningún vuelo y que estaba realizando un entrenamiento de asistencia en tierra, que no requiere que los participantes registren los planes con antelación, dijeron los informes.
A un segundo piloto también se le prohibió volar durante seis meses, porque difundió imágenes del incidente sin permiso, decía el informe de la autoridad, según el South China Morning Post.
Peng no fue el primer parapentista que alcanzó accidentalmente alturas tan extremas.
En 2007, Ewa Wisnierska, campeona polaca de parapente que competía en el equipo nacional alemán, alcanzó unos 10.000 metros, o más de 32.000 pies, batiendo accidentalmente el récord de altura en parapente en un vuelo de práctica en Australia, pocos días antes de los Campeonatos Mundiales de Parapente. Su ascenso de casi 10 kilómetros fue traicionero, y se desmayó en el aire, aterrizando finalmente a más de 80 kilómetros de donde despegó, en una granja.
Otro parapentista que quedó atrapado en una nube ese mismo día no sobrevivió.
"Hoy sigo volando, pero solo por placer y para dar cursos a quien viene a mi escuela de parapente. Competir ya no tiene sentido para mí", declaró Wisnierska a la revista People el año pasado. "Esto cambió definitivamente muchas prioridades y me hizo darme cuenta de que hay cosas mucho más importantes en la vida que las copas y las medallas de los campeonatos. A menudo me pregunto por qué yo sobreviví y este otro piloto no".
Ephrat Livni es periodista del boletín DealBook del Times, radicada en Washington.
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