
Artificial Intelligence Labor and Jobs Productivity Amazon.com Inc
La queja entre algunos ingenieros de software del gigante del comercio electrónico no es que la inteligencia artificial les ha quitado sus empleos, sino que los ha vuelto más tediosos y acelerados.
Desde la revolución industrial, si no es que antes, a los trabajadores les ha preocupado ser sustituidos por máquinas.
Pero cuando la tecnología transformó la fabricación de automóviles, el empaquetado de carne e incluso el trabajo secretarial, la reacción común no fue recortar los empleos y reducir el número de trabajadores. Fue "degradar" los puestos de trabajo, dividiéndolos en tareas más sencillas que podían repetirse a gran velocidad. Los pequeños talleres de mecánicos especializados dieron paso a cientos de trabajadores repartidos a lo largo de una cadena de montaje. La secretaria personal dio paso a grupos de mecanógrafas y capturistas de datos.
Los trabajadores "se quejaban de la aceleración, la intensificación y la degradación del trabajo", describió el historiador laboral Jason Resnikoff.
Algo parecido parece estar ocurriendo con la inteligencia artificial en una de las áreas en las que más se ha adoptado: la codificación.
A medida que la IA se extiende por la fuerza laboral, muchos trabajadores de cuello blanco han expresado su preocupación por que esta conduzca al desempleo masivo. Sin embargo, aunque el desempleo ha aumentado y los despidos generalizados podrían llegar en algún momento, el inconveniente más inmediato para los ingenieros de software parece ser un cambio en la calidad de su trabajo. Algunos dicen que se está volviendo más rutinario, menos reflexivo y, sobre todo, mucho más acelerado.
Las empresas parecen convencidas de que, como en el caso de las cadenas de montaje de antaño, la IA puede aumentar la productividad. Un artículo reciente hecho por investigadores de Microsoft y tres universidades descubrió que cuando los programadores usaron un asistente de codificación de IA llamado Copilot, que propone fragmentos de código que ellos pueden aceptar o rechazar, una medida clave del rendimiento aumentó en más de un 25 por ciento.
En Amazon, que está realizando grandes inversiones en IA generativa, la cultura de la codificación está cambiando rápidamente. En su reciente carta a los accionistas, Andy Jassy, el director ejecutivo, escribió que la IA generativa aportaba grandes beneficios a las empresas que la utilizan para "productividad y ahorrar costos". Dijo que trabajar más rápido era esencial porque los competidores ganarían terreno si Amazon no les da a los clientes lo que quieren "lo más rápidamente posible", y se refirió a la codificación como una actividad en la que la IA "cambiaría las reglas".
Esos cambios de reglas no siempre han sido recibidos con entusiasmo. Tres ingenieros de Amazon dijeron que, en el transcurso del último año, los directivos los habían presionado cada vez más para que utilizaran la IA en su trabajo. Los ingenieros dijeron que la empresa había aumentado los objetivos de producción y se había vuelto menos flexible con los plazos. Incluso ha animado a los programadores a inventar nuevas herramientas de productividad con IA en un próximo hackatón, una competencia interna de programación. Un ingeniero de Amazon comentó que su equipo tenía aproximadamente la mitad del tamaño en comparación con el año pasado, pero que se esperaba que produjera alrededor de la misma cantidad de código utilizando IA.
Amazon dijo que lleva a cabo revisiones periódicas para asegurarse de que los equipos cuentan con el personal adecuado, y podría aumentar su tamaño si es necesario. "Seguiremos adaptando la forma de incorporar IA generativa a nuestros procesos", afirmó Brad Glasser, vocero de Amazon.
Otras empresas tecnológicas avanzan en la misma dirección. En un memorándum para empleados enviado en abril, el director ejecutivo de Shopify, una empresa que ayuda a emprendedores a crear y gestionar sitios web de comercio electrónico, anunció que "el uso de IA ya es una expectativa estándar" y que la empresa "añadiría preguntas sobre el uso de IA" a las evaluaciones de rendimiento.
Google comunicó recientemente a sus empleados que pronto celebraría un hackatón para toda la empresa, y una de las categorías consistiría en crear herramientas de IA que pudieran "mejorar su productividad diaria general", según un anuncio interno. Los equipos ganadores recibirán 10.000 dólares. Un portavoz de Google señaló que actualmente más del 30 por ciento del código de la empresa es sugerido por IA y aceptado por desarrolladores.
El cambio no ha sido del todo negativo para los trabajadores. En Amazon y otras empresas, los directivos argumentan que la IA puede liberar a los empleados de tareas tediosas y permitirles realizar un trabajo más interesante. Jassy escribió el año pasado que la empresa había ahorrado "el equivalente a 4500 años-desarrollador" al dejar que la IA se hiciera cargo del monótono trabajo de actualizar software antiguo.
Eliminar ese trabajo tedioso puede beneficiar a un grupo reducido de programadores destacados, dijo Lawrence Katz, economista laboral de la Universidad de Harvard, quien ha seguido de cerca la investigación sobre el tema.
No obstante, para los programadores inexpertos, el resultado de sumar IA a la ecuación puede parecerse al paso del trabajo artesanal al trabajo en fábricas que se dio en los siglos XIX y XX. "Las cosas parecen acelerarse para los trabajadores de conocimiento", comentó Katz, aludiendo a evidencias preliminares de investigaciones en curso. "Existe la sensación de que la empresa puede imponer más trabajo".
Espectadores en sus propios trabajos
La automatización de la codificación tiene una relevancia especial para los ingenieros de Amazon, que han visto a sus homólogos dedicados a trabajos manuales pasar por una transición similar.
Por años, muchos trabajadores de los almacenes de Amazon caminaban kilómetros diariamente para localizar existencias. Pero en la última década Amazon ha recurrido cada vez más a almacenes robotizados en los que los recolectores se quedan en un solo lugar y toman el inventario de las estanterías que les traen robots similares a podadoras de césped, sin necesidad de caminar.
En general, los robots no han desplazado a los humanos; Amazon dijo que ha contratado a cientos de miles de trabajadores de almacén desde que empezaron a usarlos, además de haber creado muchos nuevos puestos especializados. Pero los robots han aumentado el número de artículos que cada trabajador puede recoger, de decenas a cientos por hora. Algunos trabajadores se quejan de que los robots también han hecho que el trabajo sea sumamente repetitivo y físicamente agotador. Amazon afirma que proporciona descansos regulares y menciona los comentarios positivos hechos por trabajadores sobre sus robots de vanguardia.
Los ingenieros de Amazon comentaron que tenían esta transición en mente mientras la empresa los instaba a apoyarse más en la IA. Señalaron que, aunque hacerlo era técnicamente opcional, no tenían alternativa si querían mantener sus objetivos de producción, los cuales afectan a sus evaluaciones de rendimiento.
Las expectativas se han acelerado rápidamente. Un ingeniero dijo que construir una función para el sitio web solía llevar varias semanas; ahora con frecuencia se espera que esté lista en unos cuantos días. Explicó que esto solo es posible utilizando IA para ayudar a automatizar la codificación y reduciendo las reuniones con colegas para pedir retroalimentación y explorar ideas alternativas. (Otra ingeniera comentó que el aumento que había experimentado su eficiencia con la IA era más modesto; Amazon tiene más de 10.000 ingenieros de software, y los distintos equipos utilizan las herramientas con mayor o menor intensidad).
La nueva manera en que muchas empresas trabajan con la codificación ha eliminado gran parte del tiempo que los desarrolladores dedican a reflexionar sobre su trabajo. "Antes tenías bastante margen porque estabas haciendo un proyecto complicado; tal vez te llevaría un mes, tal vez dos meses, y nadie podía supervisarlo", dijo Katz. "Ahora todo está supervisado, y se puede hacer rápidamente".
Igual que en Microsoft, muchos ingenieros de Amazon usan un asistente de IA que sugiere líneas de código. Pero, más recientemente, la empresa ha implementado herramientas de IA que pueden generar grandes porciones de un programa por sí solas. Un ingeniero dijo que las herramientas son "tan buenas que dan miedo". Los ingenieros dijeron que muchos colegas se han mostrado renuentes a utilizar estas nuevas herramientas porque requieren de mucha doble comprobación y porque los ingenieros quieren tener un mayor control.
"Es más divertido escribir código que leer código", dijo Simon Willison, un aficionado a la IA que desde hace mucho tiempo es programador y bloguero, dando voz a las objeciones de otros programadores. "Si te dicen que tienes que hacer una revisión de código, nunca es una parte divertida del trabajo. Cuando trabajas con estas herramientas, es casi todo el trabajo".
Este cambio, de escribir código a leerlo, puede hacer que los ingenieros se sientan como espectadores en sus propios trabajos. Los ingenieros de Amazon dijeron que los jefes los han animado a usar IA para ayudarles a escribir memorándums de una página que propongan una solución a un problema de software, y que la inteligencia artificial ya puede generar un borrador a partir de pensamientos dispersos.
También usan la IA para probar las funciones de software que construyen, un trabajo tedioso que, sin embargo, los ha obligado a pensar profundamente en su codificación. Uno de ellos dijo que automatizar estas funciones podría privar a los ingenieros que recién comienzan de los conocimientos técnicos que necesitan para ascender.
Amazon dijo que la colaboración y la experimentación siguen siendo fundamentales y que considera que la IA es una herramienta para aumentar las habilidades de los ingenieros, no para sustituirlas. Dijo que deja claros a los empleados los requisitos para los ascensos.
Harper Reed, otro programador y bloguero veterano que fue director de tecnología de la campaña de reelección del expresidente Barack Obama, coincidió en que el avance profesional de los ingenieros podría ser un problema en un mundo de IA. Pero advirtió sobre el riesgo de idealizar demasiado el valor de comprender a fondo el código propio, algo que, según él, ya no es necesario para garantizar que funcione.
"Sería una locura que en una fábrica de automóviles la gente estuviera midiendo para asegurarse de que cada ángulo es correcto", dijo, ya que ahora son las máquinas las que hacen el trabajo. "No es tan importante como cuando era un grupo de diez personas golpeando el metal".
Y del mismo modo que la proliferación de fábricas en el extranjero ha hecho que fabricar productos físicos sea más barato y fácil para los empresarios, es probable que el auge de la IA democratice la fabricación de software, reduciendo el costo de crear nuevas aplicaciones. "Si eres creador de prototipos, esto es un regalo del cielo", dijo Willison. "Puedes hacer algo rápido que ilustre la idea".
La temida aceleración
En medio de su frustración, muchos ingenieros de Amazon se han unido a un grupo llamado Empleados de Amazon por la Justicia Climática, el cual presiona a la empresa para que reduzca su huella de carbono y se ha convertido en un espacio para expresar las inquietudes de los trabajadores acerca de otras cuestiones, como las órdenes de regresar a la oficina. (Amazon dijo que ya trabaja para reducir las emisiones de carbono de sus centros de datos; el grupo está presionando a la empresa para que proporcione más información sobre cómo lo está haciendo).
Los organizadores del grupo afirman que están en contacto con varios centenares de empleados de Amazon de forma regular y que los trabajadores hablan cada vez más del estrés que supone utilizar IA en el trabajo, además del efecto que la tecnología tiene sobre el clima.
Las quejas han girado en torno a "cómo van a ser sus carreras", dijo Eliza Pan, exempleada de Amazon y portavoz del grupo. "Y no solo sus carreras, sino la calidad del trabajo".
Aunque no hay prisa por formar un sindicato de programadores en Amazon, tal medida no sería inaudita. Cuando los trabajadores de General Motors se declararon en huelga en 1936 para exigir el reconocimiento de su sindicato, United Automobile Workers, fue el temido aumento de la velocidad de trabajo lo que los impulsó a hacerlo.
El trabajador típico sentía "que no era libre, como quizá lo había sido en algún trabajo anterior, de marcar el ritmo de su trabajo", escribió el historiador Sidney Fine, "y de determinar la forma en que debía realizarse".
Noam Scheiber es un reportero del Times que cubre a trabajadores de cuello blanco y se enfoca en la paga, la inteligencia artificial, la movilidad descendente y la discriminación. Ha sido periodista durante más de dos décadas.
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