Cassie describe los 'freak offs', una parte central del caso de Sean Combs

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Casandra Ventura, exnovia del magnate, los ha descrito como encuentros sexuales maratónicos que él dirigía, en los que había drogas y prostitutos contratados.

El término se hizo público por primera vez en noviembre de 2023, cuando la cantante Cassie presentó una demanda en la que acusaba a Sean Combs, su antiguo novio y jefe de la discográfica, de años de abusos sexuales y físicos: freak-off.

Según la demanda de Cassie, que nació con el nombre de Casandra Ventura, así llamaba Combs a los encuentros sexuales altamente coreografiados que dirigía "para participar en una fantasía suya llamada "voyerismo"". Incluían disfraces, como máscaras y lencería. "Copiosas cantidades de drogas", entre ellas éxtasis y ketamina. La contratación de prostitutos. Combs observando y grabando los acontecimientos en un teléfono mientras se masturbaba.

Los freak-offs se han convertido en una parte central del caso del gobierno, que acusa a Combs de tráfico sexual, conspiración de crimen organizado y transporte para ejercer la prostitución. Combs se ha declarado no culpable, y sus abogados han negado rotundamente que alguno de sus encuentros sexuales con mujeres no fueran consensuados.

En el esperado testimonio ante el tribunal de esta semana, Ventura --quien está visiblemente embarazada de su tercer hijo-- describió los freak-offs en términos a veces insoportables. Durante las horas que duró su testimonio el martes, lloró y de vez en cuando se secó los ojos con pañuelos de papel.

El primero ocurrió cuando tenía 22 años, cuando Combs contrató a un stripper de Las Vegas para que fuera a una casa que Combs tenía alquilada en Los Ángeles, según declaró. Ventura dijo que ella llevaba un antifaz y ropa provocativa de una tienda de artículos sexuales, y que ella y el hombre tomaron éxtasis y bebieron alcohol antes de mantener relaciones sexuales, mientras Combs miraba.

Los freak-offs "me hacían sentir miserable", declaró Ventura, "como si no tuviera nada más que ofrecer" a Combs.

Ventura declaró que esos encuentros sexuales pronto se convirtieron en algo casi semanal. Se celebraban en casas y hoteles de todo Estados Unidos y en lugares internacionales como Ibiza, una isla española; Combs hacía que sus empleados organizaran el viaje para que los hombres acudieran a donde estaban él y a Ventura, un punto clave en la acusación del gobierno por tráfico sexual. También se hicieron más elaborados, con velas e iluminación de estudio. Ventura dijo que a veces se tomaba un día entero para prepararse; Combs también controlaba eso, dijo, hasta el color de sus uñas.

Declaró que participaba en los actos en parte porque quería hacer feliz a Combs. "Cuando estás enamorada de alguien no quieres decepcionarlo".

Pero también dijo que temía su violencia si se negaba, y relató episodios en los que la había golpeado. Dijo que cuando Combs se enfadaba: "Se le ennegrecían los ojos. La versión de él de la que estaba enamorada ya no estaba allí".

Los sucesos la agotaban, dijo, y a veces tardaba días en recuperarse: "Los freak-offs se convirtieron en un trabajo en el que no había espacio para hacer otra cosa que recuperarme y tratar de volver a sentirme normal".

Los videos que grababa Combs, dijo, se convirtieron en "material de chantaje" que la presionaba para que accediera a participar, por miedo a que los videos se publicaran en internet, según declaró.

Alimentados por las drogas, los freak-offs podían durar de 36 horas a cuatro días, declaró Ventura. También se volvieron más "humillantes", dijo: Combs les indicaba a ella y a los hombres las posturas sexuales, y les ordenaba que se aplicaran continuamente aceite de bebé para mantenerse "relucientes". Quedaba sangre en la ropa de cama porque Ventura tenía que actuar mientras menstruaba, dijo. También había orina, porque Combs a veces decía a los hombres que la orinaran en su boca mientras ella estaba tumbada en el suelo; solo podía poner fin a la situación levantando las manos y esperando que Combs le dijera al hombre que parara.

En su testimonio, Ventura dijo que estaba en medio de un freak-off en marzo de 2016 en el hotel InterContinental Century City de Los Ángeles, donde una cámara de seguridad del vestíbulo la captó intentando subir al elevador antes de que Combs la agrediera y se la llevara a rastras.

Según dijo, las agresiones continuaron hasta que finalmente abandonó a Combs en 2018. Pero el gobierno sostiene que otra víctima, que testificará bajo el seudónimo de Jane, tuvo freak-offs con Combs desde 2021 hasta su detención el año pasado.

Ben Sisario, periodista especializado en música y la industria musical, lleva más de 20 años escribiendo para el Times.