Trump no acepta que el tatuaje de 'MS-13' se añadió digitalmente a Abrego Garcia

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La Casa Blanca no quiso explicar por qué el presidente Trump no parecía darse cuenta de que la fotografía que mostró en las redes sociales había sido alterada.

El martes, durante una entrevista con Terry Moran de ABC News, el presidente Donald Trump insistió en que el hombre que su gobierno había deportado por error a El Salvador tenía tatuado el nombre de una banda en la mano.

"En los nudillos", dijo Trump, "tenía MS-13".

Hagamos pausa aquí. Regresemos aproximadamente una semana, cuando Trump, en una publicación hecha en redes sociales, mostró una fotografía del hombre, Kilmar Abrego Garcia, en la que aparecía con cuatro tatuajes, uno en cada dedo. Había una hoja, una cara sonriente, una cruz y una calavera. En la foto, por encima de esos símbolos se había superpuesto el término alfanumérico "MS13", que esencialmente hacía las veces de pie de foto, descifrando los tatuajes. (Algunos expertos en bandas han puesto en duda que sean realmente símbolos de la MS-13).

En la entrevista con Moran, el presidente parecía creer que los caracteres que se habían agregado en la foto que mostraba triunfalmente en la publicación que hizo en redes sociales en realidad eran tatuajes. Con cautela, Moran intentó aclarar las cosas, pero Trump no estaba dispuesto a escuchar.

"Espera un momento", dijo. "Eh, Terry. Terry. Terry".

Moran volvió a intentarlo: "No tenía las letr…".

"No hagas eso", interrumpió Trump. "M-S-1-3. Dice M-S-1-3".

Cuando Moran dijo que esos caracteres habían sido añadidos a la foto digitalmente, parecía que Trump iba a perder los estribos. El intercambio dio vueltas y vueltas mientras el presidente insistía, cada vez más exasperado, en que esos números y letras que tanto deseaba que el mundo viera realmente existían, marcados con tinta en los nudillos de ese hombre.

No era capaz de admitir que Abrego Garcia no tenía "MS-13" tatuado en la mano.

"¿Por qué no simplemente dices: 'Sí, lo tiene'?", le dijo finalmente Trump a Moran, "¿Y, ya sabes, pasas a otra cosa?".

Cuando se le preguntó el miércoles sobre este intercambio, Kush Desai, portavoz de la Casa Blanca, afirmó que los tatuajes de Abrego Garcia eran la insignia de la violenta banda. Sin embargo, Desai se negó a responder preguntas sobre por qué Trump no aceptaba que Abrego Garcia en realidad no tenía "MS-13" tatuado en la mano y que la fotografía con la que había posado en su publicación en las redes sociales había sido alterada.

El subtexto de la discusión sobre los tatuajes en los nudillos es el siguiente: el gobierno de Trump ha enfrentado un creciente escrutinio por parte de los tribunales debido a su manejo del caso de Abrego Garcia, y ha optado por responder a ese escrutinio librando una guerra en el terreno de la opinión pública.

En lugar de divulgar información detallada sobre los pasos que debería dar para cumplir la orden de la Corte Suprema de "facilitar" la puesta en libertad de este hombre, el gobierno publica declaraciones y fotografías en las que insiste con su opinión de que Abrego Garcia es un delincuente. Ese era el punto de la publicación original de Trump sobre las manos tatuadas.

Todo forma parte de una ofensiva mediática por parte del gobierno. Esta semana, el césped de la Casa Blanca está adornado con carteles que muestran los nombres, rostros y presuntos delitos de migrantes que han sido deportados.

¿Abrego Garcia y sus tatuajes? No es exactamente la imagen clara y contundente que Trump preferiría.

Los asesores del presidente han argumentado repetidamente que dos tribunales habían "dictaminado" que Abrego Garcia es miembro de la MS-13. En realidad, él nunca ha sido acusado ni condenado por pertenecer a la banda. Sin embargo, durante su proceso de deportación se presentaron pruebas de que pertenecía a la MS-13, y los jueces decidieron que eso era suficiente para mantenerlo bajo custodia durante el proceso.

De hecho, un juez de inmigración dictaminó en 2019 que no se podía expulsar a Abrego Garcia a El Salvador porque allí podría sufrir persecución o violencia por parte de una banda. El juez le permitió permanecer en Estados Unidos, y obtuvo un permiso de trabajo. Un juez federal también ha considerado que las pruebas de que Abrego Garcia es miembro de una banda son ambiguas.

"Las 'pruebas' contra Abrego Garcia consistían en nada más que su gorra y sudadera con capucha de los Chicago Bulls, y una alegación vaga y no corroborada de un informador confidencial que afirmaba que pertenecía a la camarilla 'occidental' de la MS-13 en Nueva York, un lugar en el que nunca ha vivido", escribió la jueza Paula Xinis en una orden emitida este mes.

El gobierno de Trump se ha enfocado cada vez más en los tatuajes para identificar a migrantes venezolanos como miembros de bandas que podrían ser deportados a la prisión de El Salvador. Los funcionarios de migración han mencionado marcas como coronas y relojes como prueba de pertenencia al Tren de Aragua, la banda transnacional con raíces en Venezuela. En un esfuerzo por determinar la afiliación de los inmigrantes a la banda, el Departamento de Seguridad Nacional creó una tarjeta de puntuación y asignó a los hombres puntos por distintos aspectos de sus tatuajes. Tener tatuajes asociados a la banda valía cuatro puntos. Tener ocho puntos se consideraba prueba de pertenencia a una banda.

Sin embargo, expertos en aplicación de la ley han cuestionado que los tatuajes en general constituyan una prueba fiable para identificar a los miembros de una banda. Nada de esto concuerda con el mensaje que Trump ha estado promoviendo, tanto en sus publicaciones en redes sociales como en su entrevista en ABC News el martes por la noche.

Shawn McCreesh es reportero en la Casa Blanca para el Times y cubre el gobierno de Trump.

Zolan Kanno-Youngs es corresponsal del Times en la Casa Blanca, donde cubre la información sobre el presidente Donald Trump y su gobierno.