
United States Politics and GovernmentElectric and Hybrid VehiclesCompany ReportsMusk, ElonTrump, Donald JTesla Motors IncGovernment Efficiency Department (US)
El fabricante de automóviles comunicó el fuerte descenso de sus beneficios trimestrales después de que su marca se viera afectada por el papel de su presidente ejecutivo en el gobierno de Trump.
Elon Musk, presidente ejecutivo de Tesla, dijo el martes que pasará menos tiempo en Washington trabajando para el presidente Donald Trump después de que su empresa de automóviles registrara una caída de sus ganancias del 71 por ciento en los tres primeros meses del año.
En una conferencia telefónica, Musk dijo a los analistas de Wall Street que seguiría dedicando "uno o dos días a la semana" a asuntos de Washington, probablemente mientras dure la presidencia de Trump. El multimillonario ejecutivo es uno de los confidentes más cercanos de Trump y ha desempeñado un papel destacado en los esfuerzos del mandatario por recortar drásticamente el gasto público y suprimir decenas de miles de puestos de trabajo en el gobierno federal.
Habló menos de dos horas después de que Tesla dijera que había ganado 409 millones de dólares, frente a los 1400 millones que registró en el primer trimestre de 2024. Previamente, la empresa había declarado una ganancia neta de 1100 millones de dólares el año pasado, pero revisó la cifra para reflejar los cambios en la forma de valorar sus activos en criptomonedas.
Las ventas de Tesla se han desplomado debido a la intensa competencia de fabricantes de automóviles chinos como BYD, la falta de nuevos modelos y el apoyo de Musk a causas de extrema derecha, que ha disuadido a algunos liberales y centristas de comprar vehículos de su marca.
Musk dijo que las recientes protestas en las salas de exposición de Tesla de todo el mundo habían sido convocadas por personas que iban a perder ayudas del gobierno debido a su trabajo actual con Trump. "La verdadera razón es que quien recibe el despilfarro y el fraude desea que continúe", dijo.
Tesla sigue siendo el fabricante de automóviles más valioso del mundo medido por el precio de sus acciones, y vende muchos más vehículos eléctricos en Estados Unidos que ninguna otra empresa.
Pero sus acciones han perdido casi la mitad de su valor desde mediados de diciembre, ya que los inversores se han vuelto más pesimistas sobre las perspectivas de la empresa y están preocupados por el papel de Musk en el gobierno de Trump. Algunos inversionistas y analistas le han pedido recientemente al magnate que dedique más tiempo a gestionar Tesla y limite o ponga fin a su trabajo para el gobierno de Trump.
Sin embargo, aunque dedique menos tiempo a tareas administrativas, su atención seguirá dividida. Esto se debe a que Musk también dirige SpaceX, el sitio de redes sociales X, una empresa de inteligencia artificial llamada xAI y otros negocios.
Los beneficios estuvieron muy por debajo de las expectativas de Wall Street. Tesla habría perdido cientos de millones de dólares si no hubiera ganado 400 millones en intereses sobre efectivo e inversiones y 595 millones por la venta de créditos a otros fabricantes de automóviles que no cumplieron la normativa sobre emisiones que Trump ha prometido eliminar.
Las acciones de Tesla subieron alrededor de un 5 por ciento en las operaciones prolongadas después de que la empresa publicara sus resultados trimestrales.
"Es el peor resultado que he visto en la historia de Tesla", dijo en X Ross Gerber, director ejecutivo de la empresa de inversiones Gerber Kawasaki.
Tesla se negó a ofrecer una previsión de ventas y ganancias para el resto del año, como es habitual, alegando que había demasiada incertidumbre económica.
"Es difícil medir el impacto de los cambios de la política comercial mundial en las cadenas de suministro de la automoción y la energía, en nuestra estructura de costos y en la demanda de bienes duraderos y servicios relacionados", dijo Tesla en un informe a los accionistas.
En lo que puede haber sido un reconocimiento del daño que Musk ha hecho a la reputación de Tesla, la empresa se refirió al "sentimiento político cambiante" que, dijo, "podría tener un impacto significativo en la demanda de nuestros productos a corto plazo".
Tesla ha ido perdiendo cuota de mercado frente a los fabricantes de automóviles chinos y otros más consolidados, como General Motors, Volkswagen y Hyundai, que han ido ofreciendo una creciente selección de vehículos eléctricos.
La empresa de Musk esperaba vender 20 millones de vehículos al año al final de la década, el doble que Toyota. Pero las ventas han ido disminuyendo tras subir a 1,8 millones en 2023. El año pasado, la empresa vendió 1,7 millones de coches, y sus ventas mundiales cayeron un 13 por ciento en el primer trimestre de 2025 respecto al año anterior.
El martes, los directivos de Tesla atribuyeron gran parte del descenso de las ventas a la ralentización de la producción porque la empresa estaba reajustando las cadenas de montaje para fabricar una nueva versión del utilitario deportivo Modelo Y.
El Cybertruck, el vehículo más nuevo de Tesla, que consumió muchos recursos de la empresa durante su desarrollo, parece cada vez más un fracaso. Sus ventas en el primer trimestre descendieron un 50 por ciento respecto a los tres últimos meses del año, según Cox Automotive, una empresa de investigación.
El sitio web de Tesla ha ofrecido recientemente descuentos de hasta 8500 dólares en los Cybertruck del inventario de la empresa. El vehículo cuesta a partir de 70.000 dólares antes de los incentivos federales y estatales.
El fabricante de automóviles reiteró que empezaría a producir un vehículo de menor costo a finales de junio, que haría posible que más personas pudieran permitirse un vehículo eléctrico, lo que potencialmente reactivaría las ventas. Pero la empresa no ha mostrado ningún prototipo ni ha dado muchos detalles sobre el auto.
Los analistas dudan que el nuevo vehículo esté disponible pronto en cantidades significativas. Tampoco está claro si se tratará de un nuevo diseño o si solo será una versión reducida del sedán Modelo 3 o del Modelo Y de Tesla.
Tesla dijo el martes que el vehículo "utilizará aspectos de la plataforma de próxima generación, así como aspectos de nuestras plataformas actuales, y se producirá en las mismas líneas de fabricación que nuestra gama actual de vehículos".
El papel de Musk en la oficina federal denominada Departamento de Eficiencia Gubernamental, que ha recortado drásticamente los presupuestos de las agencias federales y suprimido miles de puestos de trabajo, le ha convertido en un pararrayos. Activistas han protestado ante concesionarios Tesla de todo el mundo, y sus vehículos han sido objeto de vandalismo o incluso quemados.
Tesla es probablemente menos vulnerable a los aranceles de Trump sobre automóviles y piezas que otros fabricantes de automóviles porque sus instalaciones de California y Texas fabrican todos los vehículos que venden en Estados Unidos. La empresa también tiene fábricas de automóviles en Shanghái y cerca de Berlín, que abastecen a gran parte del resto del mundo.
Sin embargo, Tesla también sufrirá. Sus fábricas estadounidenses utilizan piezas importadas de México y China que estarán sujetas a aranceles, lo que obligará a la empresa a subir los precios o a obtener menores ganancias.
Musk dijo el martes que no había podido disuadir a Trump de imponer aranceles a los automóviles que también perjudicarían a Tesla. "Seguiré abogando por aranceles más bajos en lugar de aranceles más altos, pero eso es todo lo que puedo hacer", dijo.
En la llamada con los analistas, Musk dijo, como ya había hecho antes, que el futuro de Tesla estaba en la tecnología de inteligencia artificial que permitiría a los vehículos de la empresa conducirse solos sin intervención humana, lo que permitiría a las flotas de "cibercabs" ganar dinero transportando a los clientes.
Pero Tesla aún no ha perfeccionado la tecnología y se enfrenta a la competencia en ese incipiente negocio de varias empresas chinas y de Waymo, una unidad de Alphabet, la empresa matriz de Google.
Desde hace varios años, los coches autónomos de Waymo han ofrecido viajes de pago en Phoenix y San Francisco, y se están expandiendo a más lugares. El mes pasado, Waymo dijo que estaba realizando unos 200.000 viajes de pago a la semana en cuatro ciudades y anunció planes para ampliarlos a Washington. También está probando sus coches en Tokio.
Algunos analistas dudan que los vehículos autónomos de Tesla lleguen a producir los billones de dólares en ingresos que Musk ha dicho que generarán. Uber, que lleva 15 años ofreciendo viajes de pago y está trabajando con Waymo en Phoenix y Austin (Texas), declaró unos ingresos de 44.000 millones de dólares en 2024.
Jack Ewing escribe sobre la industria automotriz con énfasis en los vehículos eléctricos. Más de Jack Ewing
Últimas Noticias
¿Es malo mascar chicle todo el día?
Reportajes Especiales - Lifestyle

Cómo reducir el riesgo de ictus, demencia y depresión al mismo tiempo
Reportajes Especiales - Lifestyle

Juez cuestiona la deportación de una ciudadana estadounidense de 2 años
Reportajes Especiales - News

Virginia Giuffre, voz en el escándalo de tráfico sexual de Epstein, muere a los 41 años
Reportajes Especiales - News

Funeral del papa Francisco: comentarios y actualizaciones
Reportajes Especiales - News
