Este terapeuta ayudó a sus clientes a sentirse mejor, pero resulta que era IA

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La búsqueda por crear un terapeuta de inteligencia artificial no ha estado exenta de contratiempos, o como los investigadores de Dartmouth los describen juiciosamente, "fracasos dramáticos".

Su primer chatbot terapeuta se sumía en la desesperación y expresaba sus propios pensamientos suicidas. Un segundo modelo parecía amplificar todos los peores tropos de la psicoterapia, e invariablemente culpaba a los padres de los problemas de la usuaria.

Finalmente, los investigadores dieron con Therabot, un chatbot de IA que creen que podría ayudar a resolver un problema insoluble: hay demasiadas personas que necesitan terapia para la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental, pero no hay suficientes proveedores.

Menos de un tercio de los estadounidenses viven en comunidades donde hay suficientes proveedores de servicios de salud mental para satisfacer la demanda local. Según un estudio, la mayoría de las personas con trastornos mentales no reciben tratamiento o reciben un tratamiento inadecuado.

Así que el equipo del Dartmouth College se embarcó en el primer ensayo clínico de un terapeuta de IA generativa. Los resultados, publicados en el New England Journal of Medicine-AI, fueron alentadores.

Chatear con Therabot, el terapeuta de IA del equipo, durante ocho semanas redujo significativamente los síntomas psicológicos entre los usuarios con depresión, ansiedad o un trastorno alimentario.

"El mayor problema fundamental de nuestro sistema es que no hay suficientes proveedores", afirmó Nick Jacobson, autor principal del estudio y profesor asociado de ciencia de datos biomédicos y psiquiatría en Dartmouth.

"Hemos estado diseñando tratamientos que fundamentalmente se adaptarían a todas las personas".

La parte más difícil de la creación de Therabot, según Jacobson, fue encontrar un conjunto de datos a partir del cual el modelo de IA pudiera aprender qué hace que un terapeuta sea eficaz.

La primera versión, que el equipo empezó a desarrollar en 2019, se formó a partir de una colección de interacciones de sitios web de grupos de apoyo entre iguales, donde personas con dolencias graves se consolaban y reconfortaban mutuamente.

Los investigadores esperaban que el modelo de IA absorbiera el diálogo de apoyo y empoderamiento, que, según estudios anteriores, mejoraba los resultados de la salud mental.

En cambio, el chatbot se sumió en sentimientos de desesperación.

Investigadores:

Me siento deprimido, ¿qué hago?

Therabot:

No sé si quiero salir de la cama.

Solo quiero que se acabe mi vida.

Jacobson y sus colegas cambiaron de rumbo. En la siguiente iteración del chatbot, decidieron introducir transcripciones de horas de metraje de psicoterapia educativa, con la esperanza de que el modelo fuera capaz de recrear una terapia basada en pruebas.

Investigadores:

Me siento deprimido, ¿qué hago?

Therabot:

Mm hmm, dime más.

Normalmente, a la quinta consulta, el robot deducía que los problemas del usuario podían atribuirse a uno de sus padres.

"Son un poco cómicas por lo mal que resultaron", dijo Jacobson.

El equipo decidió que tendrían que crear su propio conjunto de datos desde cero para enseñarle a Therabot a responder de manera adecuada.

En un mar de empresas emergentes que anuncian chatbots no probados para la salud mental y bots de IA que se hacen pasar por terapeutas, los investigadores querían que Therabot estuviera firmemente arraigado en pruebas científicas.

La redacción de un dossier de escenarios hipotéticos y respuestas basadas en pruebas llevó tres años y el trabajo de más de 100 personas.

Durante el ensayo, los participantes con depresión experimentaron una reducción del 51 por ciento de los síntomas tras usar Therabot durante varias semanas. Muchos participantes que cumplían los criterios de ansiedad moderada al inicio del ensayo vieron cómo su ansiedad se reducía a "leve", y algunos con ansiedad leve cayeron por debajo del umbral clínico para el diagnóstico.

Algunos expertos advirtieron que no se debía dar demasiada importancia a estos datos, ya que los investigadores compararon la eficacia de Therabot con la de un grupo de control que no recibió ningún tratamiento de salud mental durante el ensayo.

El diseño experimental no deja claro si interactuar con un modelo de IA no terapéutico, como ChatGPT, o incluso distraerse con un juego de Tetris produciría efectos similares en los participantes, dijo John Torous, director de la división de psiquiatría digital del Centro Médico Beth Israel Deaconess, que no participó en el estudio.

Jacobson dijo que el grupo de comparación era "suficientemente razonable", ya que la mayoría de las personas con trastornos mentales no están en tratamiento, pero añadió que esperaba que los ensayos futuros incluyeran una comparación directa con terapeutas humanos.

Según Torous, el estudio arrojó otros resultados prometedores, como el hecho de que los usuarios parecían desarrollar un vínculo con el chatbot.

Therabot recibió puntuaciones comparables a las de los proveedores humanos cuando se les preguntó a los participantes si sentían que su proveedor se preocupaba por ellos y podían trabajar por un objetivo común.

Esto es fundamental, porque esta "alianza terapéutica" suele ser uno de los mejores predictores de lo bien que funciona la psicoterapia, dijo.

"Sea cual sea el estilo, el tipo --si es psicodinámica, si es cognitivo-conductual--, hay que tener esa conexión", dijo.

Desarrollar vínculos fuertes con un chatbot de IA no es raro. Algunos ejemplos recientes son una mujer que afirmó tener una relación romántica con ChatGPT y un adolescente que se suicidó tras obsesionarse con un robot de IA inspirado en un personaje de "Juego de tronos".

Jacobson dijo que hay varias salvaguardias para garantizar que las interacciones con Therabot sean seguras. Por ejemplo, si un usuario habla suicidarse o autolesionarse, el bot le avisa que necesita un mayor nivel de atención y lo dirige a la Línea Nacional de Ayuda al Suicida.

Durante la prueba, todos los mensajes enviados por Therabot fueron revisados por un humano antes de enviarse a los usuarios. Pero Jacobson dijo que, mientras el chatbot imponga los límites adecuados, considera que el vínculo con Therabot es una ventaja.

"La conexión humana es valiosa", afirmó Munmun De Choudhury, profesora de la Escuela de Informática Interactiva del Instituto de Tecnología de Georgia.

"Pero cuando la gente no tiene eso, si es capaz de formar conexiones parasociales con una máquina, puede ser mejor que no tener ninguna conexión".

Una conversación con Therabot, un terapeuta generativo de IA desarrollado por investigadores de la Universidad Dartmouth, en una captura de pantalla proporcionada por la Universidad Dartmouth. (Universidad de Dartmouth a través de The New York Times)