'The White Lotus': 7 preguntas para el final de la 3.ª temporada

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TelevisionThe White Lotus (TV Program)

La temporada más larga de la serie llega a su fin con el capítulo de mayor duración hasta ahora. ¿Qué les depara a los personajes?

La tercera temporada de The White Lotus ha sido la más larga de la serie, ya que su creador, Mike White, ha dedicado ocho episodios en lugar de seis o siete a contar las historias de turistas superricos y sus turbios problemas personales. El tiempo extra ha permitido a White bajar un poco el ritmo, para adaptarse a las vibras más meditativas del complejo turístico de lujo de Tailandia donde se desarrolla esta temporada.

¿Pero ha habido violencia? Oh, sí. ¿Sexo pervertido? De lo más pervertido. ¿Misterios sin resolver? Por supuesto. Todo lo que los fans esperan de The White Lotus ha abundado esta temporada. El episodio 1 empezó con disparos, y en las semanas siguientes hemos visto robos a mano armada, delitos de guante blanco, múltiples amenazas y discusiones violentas y --ay-- incesto fraternal.

Ahora que esta temporada se acerca a su gran final el domingo por la noche --con unos 90 minutos, será el episodio más largo de la serie hasta la fecha--, he aquí algunas de las preguntas que esperamos obtengan respuesta.

¿Conseguirá Gaitok un ascenso?

Puede que no parezca la cuestión más urgente a la que se enfrentan los personajes de The White Lotus este año, pero creo que al final de la temporada resultará ser muy importante. De acuerdo, una de las mayores quejas sobre esta temporada --especialmente en comparación con las temporadas 1 y 2-- es que White no ha integrado al personal del complejo turístico en la acción tan bien como suele hacerlo. Pero cada semana, el guardia de seguridad de la puerta principal, Gaitok (Tayme Thapthimthong), se ha ido acercando al corazón de la trama. En el episodio 7, se dio cuenta de que un gran atraco cometido en el complejo a principios de temporada probablemente fue perpetrado por un compañero de trabajo, Valentin (Arnas Fedaravicius), y sus dos amigos rusos.

Gaitok ha tenido problemas con sus jefes desde el robo. Ha dudado de sí mismo, preguntándose si es demasiado blando para seguir su sueño y convertirse en uno de los guardaespaldas bien pagados del matrimonio propietario del complejo, Jim (Scott Glenn) y Sritala Hollinger (Patravadi Mejudhon). Atrapar a los rusos podría ser justo lo que la carrera de Gaitok necesita, y también podría ganarse el corazón de su interés amoroso, Mook (Lalisa Manobal), una compañera de trabajo con ambiciones propias.

¿Conseguir un buen trabajo con un sueldo considerable es la clave de la felicidad? Esta es una de las grandes preguntas que The White Lotus se plantea cada temporada, y también es la razón por la que la historia de Gaitok es importante.

¿Se reconciliarán las amigas?

En el episodio de la semana pasada, tres amigas de toda la vida --la famosa actriz Jaclyn (Michelle Monaghan), la esposa conservadora del magnate de la tecnología Kate (Leslie Bibb) y la abogada divorciada de Nueva York Laurie (Carrie Coon)-- tuvieron una agria discusión, después de que Jaclyn se liara con Valentin, con quien Laurie había estado coqueteando. Laurie se marchó enfadada y pasó una noche desastrosa en la que salió con Valentin y sus amigos rusos estafadores a una pelea de Muay Thai --y al final huyó a medio vestir de una de sus amigas molestas--, mientras Jaclyn y Kate se quedaron y discutieron un poco más.

Así que este decadente viaje de chicas debe de ser un fracaso, ¿no? Puede que no. A lo largo de esta temporada, Laurie ha dicho que algo así ocurre cada vez que se juntan. Jaclyn hace de instigadora, intenta que sus amigas se suelten y se pongan salvajes, y luego Jaclyn acaba acaparando de nuevo el protagonismo, dejando a Laurie y Kate furiosas. Sin embargo, las chicas siguen reuniéndose cada pocos años.

¿Mi predicción? Las amigas estarán bien. Estas tres disfrutan de un vínculo que solo comparten las personas que, en el fondo, como que se odian.

¿Sobrevivirá el negocio de Tim?

Justo cuando empezaban las vacaciones de su familia en Tailandia, el magnate de Carolina del Norte Tim Ratliff (Jason Isaacs) se enteró de que su empresa en casa se estaba desmoronando. Al parecer, Tim hizo algún turbio negocio internacional --los detalles aún no están claros-- y, como resultado, sus bienes han sido embargados y el gobierno está revisando sus finanzas. Tras unos cuantos episodios, Tim dejó de comunicarse con su abogado y sus empleados y empezó a refugiarse en el whisky, las pastillas y las ensoñaciones suicidas.

Lo último que Tim supo es que se enfrentaba a la cárcel y a la ruina económica. ¿Pero es posible que ocurriera algún milagro durante los días que estuvo desconectado? No estaría fuera de lugar en esta serie. White es conocido por hacer pasar a sus personajes por un infierno y luego concederles un nuevo comienzo.

¿Se hará budista alguno de los Ratliff?

La única razón por la que los Ratliff fueron a Tailandia fue porque la hija universitaria de Tim, Piper (Sarah Catherine Hook), afirmó estar trabajando en una tesis sobre un monje local. Más tarde admitió que, en realidad, solo quería ver el templo cercano, porque tiene planeado pasar hasta un año --o quizá más-- viviendo y meditando con los budistas. Su hermano pequeño, Lochlan (Sam Nivola), quien tiene problemas de confianza en sí mismo y complejos sexuales, ha dicho que quiere unirse a Piper en este viaje espiritual.

¿Alguno de los dos lo hará? ¿O tiene razón su madre, Victoria (Parker Posey), al decir que están demasiado acostumbrados a las comodidades de la clase alta como para conformarse con una vida de oración? He aquí una idea radical: quizá su despiadadamente materialista hermano mayor, Saxon (Patrick Schwarzenegger), siga el ejemplo de Piper y adopte una nueva forma de vida. Saxon se vio sacudido por una noche de bebida, drogas y sexo que vivieron él y Lochlan, que incluyó algunos besos y manoseos incestuosos entre los dos hermanos. Es posible que ambos quieran desaparecer durante un tiempo.

Tim también podría ser candidato a la conversión, dado que puede estar a punto de perderlo todo. (Además, habló con el monje favorito de Piper y le gustó lo que oyó.) ¿El único Ratliff con pocas probabilidades de probar una nueva religión? Esa sería Victoria, una cristiana orgullosa, aunque en su mayoría no practicante, que ha estado rezando para que Piper vuelva al dios preferido de los Ratliff, diciendo: "Quizá Jesús la salve de esos budistas".

¿Se vengarán los Hollinger de Rick?

Una de las subtramas más extrañas de esta temporada ha tenido que ver con un hombre atribulado y misterioso, Rick Hatchett (Walton Goggins), quien se presenta como una especie de violento criminal o mercenario, aunque en realidad no sabemos mucho sobre su pasado. A Rick le contó su madre que su padre fue asesinado antes de que él naciera y que Jim Hollinger fue el responsable de su muerte, después de que el padre de Rick desafiara una de las apropiaciones de tierras de Jim en Tailandia. Rick llegó al White Lotus con su novia Chelsea (Aimee Lou Wood), mucho más joven, mucho más dulce y mucho más sentimental, y casi inmediatamente la abandonó para ir a Bangkok a enfrentarse a Jim.

Rick urdió un plan en el que se hacía pasar por productor de cine junto a un viejo amigo, Frank (Sam Rockwell), para llegar a Jim a través de Sritala Hollinger, una actriz y cantante retirada. Pero cuando llegó el momento de castigar a Jim, Rick se acobardó, eligiendo en su lugar empujar al viejo al suelo y luego huir. Los Hollinger saben que Rick es un huésped en el White Lotus. Parece muy probable que vuelvan a la propiedad en el final de temporada, y hagan que Rick responda por su agresión.

¿Sobrevivirán Belinda y Zion?

Cada temporada de The White Lotus ha traído de vuelta al menos a un personaje del año anterior. En la tercera temporada, la principal cara conocida es Belinda Lindsey (Natasha Rothwell), gerente de un spa en el Hawaii White Lotus, que apareció en la primera temporada. Belinda se hizo amiga de una de las huéspedes de ese hotel, Tanya McQuoid (Jennifer Coolidge), quien iba a financiar el negocio independiente de spa de Belinda, hasta que, en lugar de eso, Tanya se fugó con un hombre, Greg Hunt (Jon Gries). Tanya y Greg fueron los personajes que regresaron en la segunda temporada, y esta terminó con la muerte accidental de Tanya mientras intentaba frustrar un complot de asesinato, al parecer organizado por los socios de Greg.

En la tercera temporada, Belinda llega a Tailandia en un retiro de trabajo, acompañada por su hijo Zion (Nicholas Duvernay). Allí se sorprende al ver a Greg --que ahora se hace llamar "Gary"-- viviendo en una lujosa casa cerca del centro turístico con su novia francocanadiense de la alta sociedad, Chloe (Charlotte Le Bon). Greg también se sorprende al ver a Belinda, y en el Episodio 7 la aparta en una fiesta para ofrecerle un trato: le dará 100.000 dólares si ella acepta dejarlo seguir viviendo una vida de lujo y paz en Tailandia.

Ahora que se acerca el final, Belinda no ha decidido si aceptar la oferta de Greg. Zion la insta encarecidamente a que lo haga. Todo esto importa debido a nuestra última pregunta importante.

¿Quién muere?

Al igual que las dos temporadas anteriores de The White Lotus, la tercera temporada comienza con un flashforward. Vemos a Zion en una sesión de terapia, interrumpida por el sonido de unos disparos. Mientras corre a buscar a su madre, Zion ve correr a varias personas no identificadas, y luego ve un cuerpo flotando en un estanque. Suponiendo que se trate de un cadáver --y en The White Lotus siempre se trata de un cadáver--, aún tenemos que averiguar a quién pertenece.

Ten en cuenta que puede que la muerte no sea un asesinato, y puede que no sea el resultado de esos disparos. (Al principio de la temporada, varios empleados del White Lotus advirtieron a los huéspedes que tuvieran cuidado con la flora y la fauna locales, porque hay animales y vegetación peligrosos en los alrededores). Aun así, no cabe duda de que algo terrible está a punto de ocurrir. Casi todos los personajes de esta temporada corren algún tipo de peligro, ya sea por la gente con la que se han cruzado o por su propia y profunda desesperación. Se acerca un ajuste de cuentas. Llega el domingo por la noche.