La prueba de resistencia de Cory Booker

Durante 25 horas seguidas, el senador demócrata por Nueva Jersey Cory Booker pronunció en el pleno del Senado el discurso más largo de la historia de la cámara sin detenerse para comer, ir al baño o siquiera sentarse.

"Definitivamente, mi cuerpo la está pasando mal ahora mismo", admitió Booker en una entrevista el miércoles por la noche. "Pero mi espíritu está muy contento".

El senador, que empezó a hablar el lunes por la noche para condenar al gobierno de Trump y siguió hablando hasta el martes por la noche, les comentó a los periodistas que, antes de empezar a hablar, no había bebido agua desde el domingo por la noche, para no tener que detenerse e ir al baño. También relató que había ayunado durante los días previos al discurso.

Booker mencionó que, durante el discurso, su anillo inteligente Oura Ring le preguntó en repetidas ocasiones si estaba haciendo ejercicio. En un momento dado, cuando llevaba unas siete horas hablando, el anillo le mostró que su ritmo cardiaco se disparó a más de 100 latidos por minuto, donde permaneció durante un buen tiempo. Cuando por fin se acostó (después de hablar con los periodistas, comerse un plátano en un guardarropa del Senado y beber mucha agua) durmió unas seis horas y media.

Ser capaz de pronunciar un discurso tan largo, sin ningún tipo de pausa, es "una proeza física asombrosa, sin duda alguna", afirmó Santina Wheat, médica especialista en medicina familiar del Hospital Northwestern Medicine Delnor en Illinois.

También va en contra de todos los consejos que les da a sus pacientes sobre mantenerse hidratados, descansar mucho y, sí, ir al baño cuando lo necesitan.

Pasar tanto tiempo sin ir al baño puede aumentar el riesgo de desarrollar cálculos renales o infecciones urinarias, señaló Wheat, quien agregó que sus amigos médicos habían especulado sobre si Booker llevaba o no un pañal para adultos. (Su director de comunicaciones le dijo a un periodista de NPR que el senador no llevaba ni una sonda ni un pañal).

Booker, de 55 años, dijo que la deshidratación le produjo "calambres", algo que, según los médicos, puede ocurrir cuando los músculos no descansan y la gente no ingiere suficientes líquidos y electrolitos.

La deshidratación también puede hacer que la gente se sienta más fatigada. También puede provocar sequedad de boca y hacer que sea aún más difícil permanecer de pie durante un periodo prolongado, indicó Joseph Herrera, jefe del departamento de rehabilitación y rendimiento humano del Sistema de Salud Mount Sinai.

Si no ingiere suficientes nutrientes, la gente puede marearse y aturdirse, sobre todo en periodos de estrés, añadió Herrera, quien suele decirles a las personas que se someten a retos físicos extenuantes, como carreras largas, que coman entre dos y tres horas antes, para que su organismo pueda digerir los alimentos y esté nutrido para la tarea que tiene por delante.

Estar de pie tanto tiempo es físicamente agotador: "Tu cuerpo va en contra de la gravedad", explicó Herrera. Eso ejerce presión sobre el cuello, las rodillas, la espalda y las caderas, lo que puede provocar dolores, ya que los músculos se esfuerzan por mantener el equilibrio y mantenerte erguido. Booker mencionó que tomó Motrin para el dolor muscular.

Cuando estás de pie durante horas, añadió Wheat, la sangre se acumula en la parte inferior del cuerpo y no puede llegar tan fácilmente al corazón. Wheat les escribe notas a los pacientes con determinadas afecciones médicas para explicarles que deben sentarse más o menos cada hora en el trabajo para evitar esto.

Booker se dispuso a hablar durante el tiempo que le fuera físicamente posible. Hubo pausas periódicas en las que sus colegas demócratas le hicieron preguntas, pero, la mayoría del tiempo, Booker fue el único orador y habló sobre los primeros meses del nuevo gobierno del presidente Donald Trump.

Hablar durante tanto tiempo exige mucha energía cognitiva, afirmó Indira Gurubhagavatula, especialista en medicina del sueño en el Sistema de Salud de la Universidad de Pensilvania.

Además, cuando se duerme poco o nada, es especialmente difícil hilar pensamientos coherentes: las personas que no duermen en toda la noche pueden tener dificultades para prestar atención, advirtió Gurubhagavatula. Dormir poco o nada durante una sola noche puede afectar la memoria a corto plazo o dificultar la concentración lo suficiente como para no ser elocuente. (Cuando Booker llegó a casa, contó que se sentía "como drogado").

Una noche sin dormir también te sienta mal en general. Puede provocarte dolores de cabeza, mareos y náuseas. Según Gurubhagavatula, a algunas personas les resulta más difícil controlar la coordinación muscular cuando están privadas de sueño, lo que significa que son más propensas a tropezar y caerse o a que se les caigan las cosas.

Booker, por su parte, no parecía cansarse. De vez en cuando se apoyaba en el atril mientras hablaba. Pero incluso en los últimos minutos de su discurso, habló alto y claro, gesticulando con las manos para enfatizar sus comentarios.

Algunas investigaciones demuestran que la motivación puede ayudar a las personas a superar el agotamiento. Eso podría explicar por qué Booker fue capaz de aguantar tanto tiempo, dijo Jennifer Heisz, profesora asociada de la Universidad McMaster.

"Cuando la misión es muy significativa y tiene un propósito, podría anular la sensación de fatiga", afirmó.

Esa dedicación fue evidente cuando Booker terminó su discurso el martes por la noche. Su voz vaciló un poco mientras se apoyaba en el atril. Pero sonrió antes de decir finalmente: "Cedo la palabra".

El senador demócrata por Nueva Jersey Cory Booker reacciona mientras habla con periodistas tras superar el récord del discurso más largo del Senado en el Capitolio de Estados Unidos, en Washington, el martes 1.° de abril de 2025. (Eric Lee/The New York Times).