Seguridad Social y Robots Sexuales: Musk se sale del guion con Joe Rogan

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(On Politics)

Con respecto a la tarea de reducir la talla del gobierno, el presidente Donald Trump ha afirmado en repetidas ocasiones que no se verán afectados los programas populares que actúan como red de seguridad, incluidos el Seguro Social y Medicaid, y ha hablado de ellos con tacto.

Durante una entrevista de tres horas con el presentador de pódcast Joe Rogan el viernes, pareció que Elon Musk no había recibido ese memorándum.

"El Seguro Social es el mayor esquema Ponzi de todos los tiempos", aseveró Musk.

Ese momento les ofreció una oportunidad inmediata a los demócratas, que acusaron a Musk de pretender recortar las prestaciones para las personas mayores y discapacitadas. Además, creó un nuevo dolor de cabeza para los republicanos, que han batallado para explicar cómo piensan recortar drásticamente el presupuesto sin recortar programas populares como Medicaid.

Estos son los riesgos notables y a veces surrealistas inherentes a la decisión de Trump de convertir su presidencia en una especie de coproducción con un multimillonario mundialmente famoso y a menudo indisciplinado. Y la entrevista los dejó al descubierto.

La aparición (la entrevista en solitario más extensa de Musk desde el inicio del segundo gobierno de Trump) ofreció una ventana a su visión del mundo, por momentos cruda y contradictoria. Musk defendió las acciones de su Departamento de Eficiencia Gubernamental, al que en varias ocasiones calificó de existencial, aunque en otras le restó importancia a su alcance, y también habló más sobre cuestiones que no son seguras para el trabajo, como los robots sexuales de inteligencia artificial.

He aquí algunas conclusiones de la conversación.

Muskreconoció que tiene objetivos muy amplios.

Musk reconoció en repetidas ocasiones lo radicales que son sus objetivos y describió su proyecto de reducir drásticamente la plantilla del gobierno, recortar contratos y eliminar normativas como una "revolución" contra la burocracia federal.

"Normalmente, la burocracia acaba con facilidad con las revoluciones", afirmó. "Esta es la primera vez que no lo hace, que la revolución podría realmente triunfar".

Admitió que es muy diferente del ritmo más lento de cambio visto durante el primer gobierno de Trump.

Pero en ocasiones le restó importancia a su cargo.

Varias demandas contra Musk y su departamento cuestionan cuáles son sus tareas específicas y si está legalmente obligado a ser más transparente en torno a su trabajo.

En la entrevista, Musk parecía muy consciente de la necesidad de restarle importancia a su cargo. Aunque calificó sus acciones de transformadoras, presentó a su departamento como un asesor no vinculante para las agencias gubernamentales.

Expuso sus creencias futuristas.

Musk describió la IA como "algo que debería preocuparnos", pero dio a entender que se había involucrado en la tecnología para desarrollar un sistema que "no te diga que equivocarse de género es peor que una guerra nuclear".

Musk dijo que cree que la IA será más inteligente que cualquier humano individual en uno o dos años y predijo que la IA será más inteligente que todos los humanos juntos en 2029 o 2030. Mencionó que cree que hay una probabilidad del 80 por ciento de que la IA tenga un "buen resultado" y que hay un 20 por ciento de probabilidad de "aniquilación".

También habló de su viejo sueño de poblar Marte, que describió como "increíblemente importante para garantizar la supervivencia a largo plazo de la civilización".

Musk invocó numerosas teorías conspirativas.

En un momento dado, Musk pareció referirse a un principio de la llamada teoría del gran remplazo, que sostiene que las élites occidentales quieren "remplazar" a los estadounidenses blancos por inmigrantes.

"Cuantos más ilegales puedan traer los demócratas, más probabilidades tendrán de ganar, así que eso es lo que van a hacer", explicó.

A continuación, describió una teoría conspirativa según la cual los liberales planean convertir en azules los estados indecisos legalizando a los inmigrantes que viven ilegalmente en el país, la describió como un "intento de destruir la democracia en Estados Unidos" y compartió que impedir ese resultado fue la "encrucijada" que lo llevó a apoyar a Trump.

"Seremos un país unipartidista permanente, un Estado socialista azul profundo permanente, en eso se convertirá Estados Unidos", sentenció.

Durante la entrevista, Musk también sugirió que el gobierno mantenía en secreto "una montaña de pruebas", incluidos videos y grabaciones, realizadas por Jeffrey Epstein; especuló que los programas del gobierno federal para prevenir la propagación del ébola estaban en realidad implicados en la creación de nuevas cepas del virus; y afirmó sin pruebas que "un montón de viejos blancos realmente buenos y con talento" que eran controladores aéreos habían sido expulsados de la Administración Federal de Aviación para hacerles sitio a mujeres y personas de color menos cualificadas.

"No debemos poner en peligro la seguridad pública por una filosofía demente", reflexionó.

Musk dijo que no es un nazi… y pareció restarles importancia a tales acusaciones.

En un momento dado, Rogan le preguntó a Musk sobre su experiencia de haber comprado Twitter, "¿y que luego la gente te llame nazi por eso mismo que compraste?".

Musk pareció responder con juegos de palabras. "No me lo esperaba", dijo, pronunciando aparentemente la palabra "nazi" en medio de la frase, un chiste que también ha hecho por escrito. "Es un clásico", comentó.

"La gente se traga cualquier cosa", dijo, y pareció pronunciar el apellido de Joseph Goebbels, el político nazi, en vez de la palabra "tragar" en inglés.

Rogan opinó que era "extraño" que se hubiera acusado a Musk de hacer un saludo nazi porque hizo un gesto parecido con la mano tras la toma de posesión de Trump. "Ahora, nunca puedo señalar las cosas en diagonal", se lamentó Musk.

"Espero que la gente se dé cuenta de que no soy nazi", afirmó Musk, añadiendo que una persona tendría que invadir Polonia, cometer genocidio e iniciar guerras para ser considerada nazi. "La guerra y el genocidio son la parte mala, no sus costumbres y su forma de vestir", señaló.

Musk y Rogan hablaron de robots sexuales impulsados por inteligencia artificial.

Inesperadamente, en los primeros minutos de la entrevista Rogan y Musk, que es asesor especial del presidente y tiene un despacho en el edificio de oficinas ejecutivas Eisenhower, hablaron sobre la rapidez con que podrían comercializarse los robots sexuales impulsados por tecnología de IA.

"Probablemente en poco tiempo", calculó Musk, que recientemente presentó su propio software de IA. "Tal vez menos de cinco años".

"¿De verdad?", preguntó Rogan. "¿Emitirá calor?".

"Quizá puedas tener lo que quieras", respondió Musk, y luego los dos hombres dialogaron sobre la posibilidad de tener sexo con una "mujer peluda" o con un extraterrestre de la película "Avatar".

Elon Musk, director del llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental, durante la firma de una orden ejecutiva con el presidente Donald Trump en el Despacho Oval de la Casa Blanca en Washington, el 11 de febrero de 2025. (Eric Lee/The New York Times)