Hamás entrega rehenes muertos a Israel con ataúdes y provocaciones

Reportajes Especiales - News

Guardar

Israel-Gaza War (2023- )TerrorismKidnapping and HostagesPalestiniansCivilian CasualtiesHamasGaza StripIsraelShiri Bibas

Shiri Bibas, una mujer israelí, y sus dos hijos pequeños, Ariel y Kfir, estaban entre los restos devueltos, según Hamás. Un funcionario de alto rango de la ONU calificó la exhibición del grupo de "abominable y cruel".

El jueves, Hamás entregó lo que aseguró que eran los restos de cuatro israelíes secuestrados durante el ataque del 7 de octubre de 2023 en Israel, entre ellos una mujer y sus dos hijos pequeños, a quienes se les consideraban casos emblemáticos de la brutalidad del asalto de Hamás.

Un grupo grande de palestinos se reunieron cerca de la ciudad de Jan Yunis, en el sur de Gaza, para presenciar la entrega histriónica organizada por Hamás: se colocaron cuatro ataúdes en un escenario con una pancarta en la que aparecía una imagen caricaturesca y vampírica de Benjamín Netanyahu, el primer ministro israelí. De fondo sonaba una música triunfal.

En uno de los ataúdes había una foto de Kfir Bibas, quien tenía menos de nueve meses cuando fue secuestrado. A pocos metros, otro cartel amenazaba con que si Israel volvía a la guerra contra Hamás, aún más rehenes regresarían en ataúdes.

A kilómetros de distancia, los israelíes veían la escena con horror y angustia, un contraste evidente con la catarsis evocada por las recientes liberaciones de rehenes que habían sobrevivido. Los dirigentes israelíes habían prometido derrocar a Hamás y regresar al país a los aproximadamente 250 rehenes que el grupo militante y sus aliados secuestraron en octubre de 2023.

Pero algunos de los rehenes han vuelto a su país sin vida.

Los críticos en Israel dicen que Netanyahu tiene al menos parte de la culpa, argumentando que siguió adelante con su campaña contra Hamás en lugar de acordar antes un alto al fuego que habría salvado algunas vidas.

Y a pesar de más de un año de guerra devastadora, la demostración de fuerza de Hamás en el intercambio reveló que el grupo seguía dominando en Gaza. Decenas de hombres armados --la mayoría vestidos con las cintas verdes de Hamás-- patrullaban la zona del intercambio.

El jueves, los ataúdes con los restos de los rehenes fueron los símbolos más recientes.

Volker Türk, alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, calificó la exhibición de "abominable y cruel", y añadió que "va en contra del derecho internacional".

Hamás identificó a los cuatro rehenes muertos como Shiri Bibas y sus hijos, Ariel y Kfir, y Oded Lifshitz. Cuando fueron capturados, Bibas tenía 32 años, Ariel 4 y Kfir 9 meses; Lifshitz tenía 83 años.

El ataque sorpresa dirigido por Hamás también resultó en la muerte de alrededor de 1200 personas, entre ellas los padres de Bibas. La campaña implacable de Israel contra Hamás en Gaza se desencadenó poco después, una respuesta en la que han muerto decenas de miles de palestinos y que ha dejado gran parte del enclave en escombros.

Hamás afirmó que las cuatro personas cuyos restos fueron devueltos el jueves murieron a causa de ataques aéreos israelíes, algo que las autoridades israelíes aún no han confirmado.

Israel y Hamás están en las últimas semanas de un alto al fuego de 42 días que comenzó a mediados de enero. Como parte de la tregua, Hamás acordó entregar a 25 rehenes israelíes vivos y los cuerpos de otras ocho personas a cambio de más de 1500 prisioneros palestinos en poder de Israel.

A cambio de los cuerpos, se espera que Israel libere a las mujeres y menores de Gaza que fueron detenidos durante la guerra, generalmente sin cargos formales.

Dos funcionarios israelíes dijeron que estaba previsto liberar a palestinos detenidos el sábado, en parte para dar tiempo a que Israel realice pruebas forenses e identifique los cadáveres devueltos. Hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hacer comentarios públicos.

Mientras la lluvia caía, funcionarios del Comité Internacional de la Cruz Roja --que ha actuado como intermediario para los intercambios-- colocaron los cuatro ataúdes en vehículos blancos. Israel confirmó posteriormente que habían llevado las cajas a las fuerzas israelíes.

Isaac Herzog, presidente de Israel, dijo que "no hay palabras" para la agonía de ver los ataúdes. Muchos israelíes están ahora profundamente familiarizados con los nombres y rostros de los rehenes, cuyas imágenes han sido omnipresentes en el país desde su secuestro.

"Nuestros corazones --los corazones de toda una nación-- están destrozados", escribió Herzog en las redes sociales. "En nombre del Estado de Israel, inclino la cabeza y pido perdón. Perdón por no protegerlos aquel terrible día. Perdón por no traerlos a casa sanos y salvos".

Bibas y sus hijos, junto con Lifshitz, fueron secuestrados en Nir Oz, una de las comunidades más afectadas durante el ataque. Aproximadamente una cuarta parte de los 400 habitantes del pueblo murieron o fueron tomados como rehenes.

El marido de Bibas, Yarden Bibas, también fue secuestrado. En imágenes de la escena que ahora están grabadas en la memoria nacional de Israel, se podía ver a una aterrorizada Bibas --cubierta con una manta-- abrazando a Ariel y a Kfir contra su pecho mientras se la llevan militantes armados.

En noviembre de 2023, Hamás publicó una declaración en la que anunciaba la muerte de Bibas y de los dos niños. El grupo también publicó un video propagandístico en el que aparecía Yarden Bibas, mientras seguía cautivo, sollozando en respuesta a la noticia. Los grupos de derechos humanos han dicho que estos videos equivalen a crimenes de guerra.

Bibas fue liberado a principios de febrero como parte del acuerdo de alto al fuego.

Lifshitz, periodista jubilado, fue capturado junto con su esposa, Yocheved Lifshitz. Hamás la liberó más tarde por lo que llamó "razones humanitarias", pero se negó a liberar a su esposo. Antes de la guerra, Lifshitz se había ofrecido como voluntario para llevar a hospitales a los gazatíes que buscaban tratamiento médico en Israel.

En las últimas semanas, tanto israelíes como palestinos han asistido a emotivos regresos a casa.

Los rehenes israelíes, muchos de ellos delgados y pálidos, se reunieron con sus familias tras muchos meses en la madriguera de túneles de Hamás.

Y los prisioneros palestinos --algunos de los cuales también salieron de las cárceles israelíes con aspecto demacrado-- también abrazaron a sus seres queridos. Algunos cumplían cadena perpetua por atentados mortales contra israelíes, mientras que muchos otros no habían sido acusados de ningún delito.

Se espera que el sábado Hamás libere a los últimos seis rehenes vivos que se incluían en la primera fase del alto al fuego a cambio de más prisioneros palestinos. Los restos de otros cuatro rehenes serán liberados el fin de semana siguiente.

Pero el futuro de la tregua tras la primera fase, que termina a principios de marzo, sigue envuelto en la incertidumbre.

Israel y Hamás no han acordado las condiciones para extender el acuerdo a una nueva fase que pondría fin de forma concluyente a la guerra, liberaría a los rehenes vivos restantes y supondría la retirada total de las fuerzas israelíes. Esta semana, el gobierno catarí --que media en las conversaciones junto con Egipto y Estados Unidos-- dijo que las negociaciones sobre el asunto aún no habían comenzado formalmente.

El presidente Trump ha presionado a ambas partes para que lleguen a un acuerdo. Pero Israel se ha negado a tolerar cualquier control de Hamás en Gaza, mientras que Hamás se ha mostrado poco dispuesto a disolver sus batallones de combatientes armados o a enviar a sus dirigentes de Gaza al exilio.

Aaron Boxerman es reportero del Times y cubre Israel y Gaza. Está radicado en Jerusalén. Más de Aaron Boxerman