Luis Rubiales declara que el beso a Jennifer Hermoso fue consentido

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El expresidente del fútbol español dijo en su juicio por agresión sexual que había pedido permiso para besar a la jugadora estrella tras el triunfo del equipo nacional en el Mundial Femenino de 2023.

Luis Rubiales, quien dimitió como máximo responsable del fútbol español tras besar por la fuerza a una jugadora, declaró el martes en su juicio por agresión sexual que lo hizo como muestra de afecto en "una situación de extraordinaria alegría".

Rubiales también ha sido acusado de coacción en relación con el episodio, en el que dio un beso a la jugadora, Jennifer Hermoso, mientras se encontraban en el campo durante la ceremonia de entrega de medallas tras el triunfo de España en la Copa del Mundo Femenina 2023.

Rubiales negó haber hecho nada malo durante el encuentro con Hermoso. Hablando en un juzgado cercano a Madrid, dijo: "No se gana un mundial todos los días", y añadió que había besado a otras jugadoras en momentos de celebración.

También dijo que había pedido permiso antes de besar a Hermoso, describiéndolo como un beso rápido. "Le pregunté: '¿Puedo darte un besito?', y me dijo: 'Vale'", declaró a un fiscal. Hermoso dijo poco después del episodio que "en ningún momento consentí el beso que me propinó".

"No pude reaccionar. Fueron milésimas de segundo", declaró más tarde, añadiendo que había sabido inmediatamente que el acto no era normal.

"Me estaba besando mi jefe", dijo. "Esto no debe ocurrir".

El beso, y las consecuencias que le siguieron, se convirtieron en un momento decisivo tanto para el país como para el deporte, al enfrentar una cultura machista con los avances más recientes en materia de igualdad de género en el fútbol español. La victoria por 1-0 de España sobre Inglaterra culminó el rápido ascenso de la selección en el fútbol femenino, pero la celebración dejó al descubierto el sexismo con el que las jugadoras tienen que lidiar.

Rubiales, de 47 años, quien se enfrenta a dos años y medio de prisión si es declarado culpable, declaró ante el tribunal el martes que sus acciones no habían sido agresivas. Cuando un fiscal le preguntó por qué había sujetado la cabeza de Hermoso durante el beso, declaró que el gesto fue "como dar un abrazo, es algo espontáneo".

En las imágenes de video se ve cómo Rubiales envuelve a Hermoso entre sus brazos, le sujeta la cara entre las manos y le planta un beso directo en la boca.

Cuando los fiscales lo presionaron sobre lo apropiado de sus acciones como responsable de fútbol hacia una jugadora, negó tener una relación jerárquica con Hermoso.

"Tengo una relación jerárquica sobre los trabajadores de la federación, no de las jugadoras", declaró.

En entrevistas realizadas los días posteriores al incidente de 2023, Rubiales reaccionó de manera frívola a parte de la indignación pública. El martes dijo que esa respuesta había sido inapropiada. Dijo que había intentado convencer a Hermoso de que publicaran una declaración conjunta en video para responder a la creciente indignación, pero negó haberla amenazado.

El juicio comenzó la semana pasada con el testimonio de Hermoso, de 34 años, quien describió el beso como el momento que "manchó uno de los días más felices de mi vida".

Hermoso, que juega profesionalmente en México, declaró también que funcionarios de alto cargo del fútbol la habían presionado para que dijera que Rubiales no había hecho nada malo.

Otros tres hombres, entre ellos Jorge Vilda, entrenador del equipo en el Mundial, están acusados de coacción, y los fiscales afirman que presionaron a Hermoso para que retirara su denuncia y restara importancia al incidente. Cada uno de ellos podría enfrentar una pena de 18 meses.

Hermoso fue apartada de la selección española tras el episodio, pero el lunes la actual seleccionadora nacional femenina, Montse Tomé, declaró que la exclusión de Hermoso "no fue un castigo".

Tomé, que se convirtió en entrenadora del equipo en septiembre de 2023 tras el despido de Vilda, compareció ante el tribunal cerca de Madrid como testigo de la defensa.

En agosto de 2023, Tomé y otros 10 miembros del cuerpo técnico femenino de España publicaron una declaración colectiva en la que condenaban las "inaceptables actitudes y manifestaciones" de Rubiales.

El nombramiento de Tomé como sucesora de Vilda, sin embargo, fue visto por algunos como una continuación del antiguo liderazgo. Tomé había trabajado con Vilda como su ayudante y había ordenado a las jugadoras que asistieran a la concentración de entrenamiento. También era vista por las jugadoras como una persona que ofreció poco apoyo práctico a Hermoso e ignoraba las peticiones de cambios estructurales en la federación de fútbol.

Hermoso, durante su testimonio, dijo que la federación prácticamente la había abandonado tras sus quejas. Dijo que los funcionarios solo querían "salvar su reputación".

Inmediatamente después del beso, Rubiales ofreció una tibia disculpa y se resistió a las peticiones de dimisión. La federación española de fútbol emitió un comunicado en el que citaba a Hermoso calificando el beso de gesto "consentido y espontáneo". Durante su declaración, Hermoso dijo que nunca había aprobado el comunicado.

En medio de una presión creciente y un apoyo en declive, Rubiales dimitió como jefe de la organización nacional de fútbol, la Real Federación Española de Fútbol, en septiembre de 2023.

Rubiales podría no enfrentarse a una pena privativa de libertad aunque fuera declarado culpable. En España, si alguien sin antecedentes penales es condenado a dos años o menos, no suele ir a la cárcel.

Lynsey Chutel es una reportera del Times radicada en Londres que cubre noticias de última hora en África, Medio Oriente y Europa. Más de Lynsey Chutel