
El príncipe Harry, de 36 años, y su esposa Meghan Markle, de 38, visitaron el cementerio nacional de Los Ángeles el domingo, en honor al Remembrance Sunday (Domingo del Recuerdo), día en el que el Reino Unido rinde homenaje a quienes perdieron la vida en la guerra.
Mientras que el resto de la familia real lo hizo en la ceremonia en Londres, los duques de Sussex visitaron el cementerio de Los Ángeles para honrar a los héroes de guerra.
El matrimonio fue fotografiado colocando coronas de flores, con Harry vistiendo un traje adornado con sus medallas miltares y Meghan con un atuendo negro. Ambos llevaban mascarillas camino al cementerio, aunque se los fotografió sin ellas cuando rindieron sus respetos.
La pareja real depositó flores que Meghan, de 39 años, recogió del jardín de su mansión de Montecito en las tumbas de dos soldados de la Commonwealth, uno que había servido en la Real Fuerza Aérea Australiana y otro en la Real Artillería Canadiense. También colocaron una ofrenda floral en una estatua en el cementerio que tiene una placa con la inscripción “En memoria de los hombres que ofrecieron sus vidas en defensa de su país”.



El príncipe Harry, que pasó diez años en las fuerzas armadas, pidió al Palacio de Buckingham ser parte del evento en Reino Unido, pero su solicitud de que se colocara una ofrenda con su nombre fue rechazada debido a que dejó los deberes reales en marzo, informó The Times. De acuerdo al citado medio, la negativa de la familia real “entristeció profundamente” al duque de Sussex.
Un portavoz de la pareja dijo: “Era importante para el duque y la duquesa rendir homenaje a su manera a quienes han servido y a quienes dieron su vida’, dijo un comunicado”.

Mientras tanto, en Londres, el padre de Harry, el príncipe Carlos de Inglaterra, depositó una corona en nombre de la reina Isabel y otra de su parte. El príncipe William y su esposa Kate Middleton también dejaron sus solemnes tributos.
Políticos británicos y miembros de la familia real guardaron dos minutos de silencio el domingo para rendir homenaje a los soldados muertos, en una ceremonia más minimalista que en años anteriores debido a la epidemia.
La tradicional ceremonia de entrega de coronas de flores en el Cenotafio, en el centro de Londres, se celebró este año sin público ni desfile de veteranos, debido al COVID-19 que ya ha causado más de 49.000 muertes en el Reino Unido.

Sin embargo, la mayoría de los servicios religiosos o ceremonias normalmente previstos para el “Remembrance Sunday” (Domingo del Recuerdo), celebrado cada segundo domingo del mes de noviembre, o para el 11 de noviembre, aniversario del armisticio de 1918, se celebran este año virtualmente o se han reducido drásticamente debido a la pandemia.
Inglaterra ha entrado desde el jueves en un segundo confinamiento, que limita las interacciones sociales y el gobierno ha pedido a los organizadores de eventos locales “desalentar al público de asistir”, queriendo reducir las multitudes “al mínimo”.
El domingo por la mañana, el príncipe Carlos, heredero de la corona, depositó una corona de amapolas, que convirtieron en símbolo de la memoria desde que estas flores rojas volvieron a crecer en los campos de Francia y Bélgica, donde murieron muchos británicos durante la Primera Guerra Mundial.
Con información de AFP
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