Todo indicaba que seria la boda real del 2020. Sin embargo, la princesa Beatrice de York y su prometido, el el empresario italiano Edoardo Mapelli Mozzi, debieron suspender la fecha de su enlace previsto para el 29 de mayo. El motivo: la cuarentena declarada en el Reino Unido para combatir la pandemia de coronavirus que afecta al mundo.
La hija mayor del príncipe Andrés y Sarah Ferguson y el financista de 37 años no piensan por ahora en una nueva fecha, según anunció la revista People. “No hay planes para cambiar de lugar o para celebrar una boda más grande. Ellos ni siquiera están pensando en su boda en estos momentos. Ya vendrá el tiempo para reorganizarse, pero aún no estamos ahí”, señaló una fuente a la revista.
En las ultimas horas trascendió que la nieta de la reina Isabel II finalmente habría decidió emigrar a Italia, y tomar otro camino lejos de la Corona británica. Con esta decisión -si bien Beatrice no mantiene el mismo papel que su primo Harry- sería la segunda salida del año de un miembro de la realeza.
La mudanza de país también tendría otra motivo: “Escapar hacia una vida más tranquila, lejos de la prensa”, luego del escándalo del príncipe Andrés por los lazos con el pedófilo Jeffrey Eipstein. Phil Dampier, escritor experto en la Familia Real británica, asegura que la princesa “ha tenido que aguantar mucho, postergando su boda y también el escándalo de su padre con el caso Epstein”. La decisión de mudarse a Italia, donde ella podría seguir con sus negocios inmobiliarios, no resulta descabellada pues Edoardo desciende de una familia noble del país y Beatrice estaría “deseando alejarse de todo”.
Actualmente la hija de Sarah Ferguson se encuentra en modo cuarentena en la casa de su suegra, Nikki Williams-Ellis en Chipping Norton, una localidad británica de Oxfordshire. La pareja se conoce hace una década, fueron amigos y luego llegó el amor. Su historia se hizo oficial el 26 de septiembre de 2019 la Casa Real británica anunció el compromiso matrimonial de la princesa Beatrice de York con Edoardo Mapelli Mozzi, quienes se habían comprometido durante un fin de semana en la Costa Amalfitana a inicios de ese mes.
A diferencia de Kate Middleton, Meghan Markle y la princesa Eugenie, la boda de Beatrice y Mozzi estaba planeada como una celebración más pequeña por pedido de los novios, que habían expresado su deseo de realizar algo más “discreto”.
Si finalmente se confirma la mudanza, sería el segundo abandono que se produce dentro de la la Casa Real en los últimos meses, otro dolor de cabeza para la reina Isabel II.
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