Geopolítica y empresas, un riesgo para entender

El mundo cambió, y esas reglas globales que medio se respetaban y esa ‘normalidad’ en las relaciones económicas entre países y empresas, se acabó. Depende del CEO y de las juntas directivas prepararse para enfrentar este nuevo futuro incierto, lleno de riesgos, pero también de oportunidades

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¿Cuántos líderes de empresas pequeñas,
¿Cuántos líderes de empresas pequeñas, grandes o gigantes entienden que hoy la geopolítica es parte fundamental de su negocio? REUTERS/Evelyn Hockstein

¿Cuántos líderes de empresas pequeñas, grandes o gigantes entienden que hoy la geopolítica es parte fundamental de su negocio? ¿Cuántas tienen equipos especializados para entender lo que hoy pasa en el mundo, lo que pasa mañana y cómo eso cambia sus perspectivas de negocio, de resultados y de balance?

La verdad no muchas, quizás el 15 por ciento, dicen los expertos en el tema. Los CEOs tienen tantas preocupaciones que la geopolítica no hace parte de ellas. Sin embargo, como dijo un expositor en un evento al que asistí la semana pasada, “si los CEOs no están interesados en la geopolítica, la geopolítica sí esta interesada en ellos”.

El mundo cambió, y esa predecibilidad, esas reglas globales que medio se respetaban y esa ‘normalidad’ en las relaciones económicas entre países y, por ende, empresas, se acabó. Producir el mejor producto, al más bajo costo y venderlo en todo el mundo es ya cosa del pasado. Hoy la geopolítica determina acceso a mercados, acceso a tecnología, reciprocidad o presión política que, además, cambia cada día.

Hoy tienes aranceles de 0,
Hoy tienes aranceles de 0, mañana del 50 y en una semana del 35 por ciento. Hoy tienes toda tu cadena de producción en China o grandes empresas en Rusia y mañana tienes que diseñar planes para rehacer, vender o cerrar un negocio. cnsphoto via REUTERS/File Photo

Hoy tienes aranceles de 0, mañana del 50 y en una semana del 35 por ciento. Hoy tienes toda tu cadena de producción en China o grandes empresas en Rusia y mañana tienes que diseñar planes para rehacer, vender o cerrar un negocio. Para no ir más lejos, el comercio de Colombia con Venezuela llegaba a 6 mil millones de dólares en el 2007 y 5 años después era casi 0. ¿Estaban las empresas colombianas analizando el entorno geopolítico de esa relación? No nos digamos mentiras, la respuesta es no. ¿Lo están haciendo ahora, cuando puede cambiar la situación en Venezuela y darse una gran bonanza? Tampoco. ¿O están viendo la nueva guerra contra los cárteles de las drogas que va a llegar a Colombia y va a cambiar dramáticamente el entorno fiscal y de divisas del país? No deberían perderlo de vista.

Los CEOs de las empresas tienen que entender que la relación de China y Estados Unidos va a empeorar, aunque aún no sabemos por cuánto. Ya se habla de lucha de poder en ese país, pues un sector muy grande, les dicen el grupo de Shanghai, ve en este nacionalismo radical un gran peligro para sus negocios y para el futuro de China. Hoy la avanzada de Temu para vender productos chinos por todo el mundo, ya se ve, pues pasó de 3 millones de dólares en el 2022 a 73 billones en el 2024, va a acabar con la pequeña industria y el pequeño comercio en nuestros países. Estados Unidos ya puso impuestos a estos productos y seguramente otros países harán lo mismo. ¿Puede Brasil hacerlo cuando China es su principal socio comercial? Los CEOs de las empresas tienen que tener acceso a esa información digerida y analizada con consecuencias para su negocio.

¿Los CEOs de las empresas de energía o de agricultura saben lo que se viene en materia de precios de fertilizantes, petróleo o diésel? Ucrania, poco a poco, y cada día con mucha más eficiencia, ataca todo el sistema de producción y exportación de petróleo y sus derivados en Rusia. Ya hay zonas de Rusia con racionamiento de combustible y la exportación de diésel está en peligro ante un posible desabastecimiento. ¿Cómo se reacciona ante una situación de estas? Y cómo no se sobre reacciona, pues si hay un acuerdo de paz la situación vuelve en unos años a la normalidad.

¿Los CEOs de las empresas
¿Los CEOs de las empresas de energía o de agricultura saben lo que se viene en materia de precios de fertilizantes, petróleo o diésel?. REUTERS/Valentyn Ogirenko/Archivo

Lo único que no pueden hacer los CEOs es ignorar el nuevo mundo. Equipos de expertos integrados a sus juntas directivas, y no solo a los ejecutivos, que permanentemente hagan escenarios sobre los cuales se puedan tomar decisiones, son ya parte del nuevo escenario que las empresas deben abordar. Lo que es claro es que no reaccionar es aún peor que sobre reaccionar pues de lo segundo se sobrevive mientras de lo primero seguramente no.

La gran empresa de cerveza japonesa Asahi sufrió un ataque cibernético que paralizó su producción por una semana y todavía no logra volver a la normalidad. La gran mayoría de hackers son rusos, chinos y norcoreanos y, si bien lo hacen en muchos casos para sobornar a las empresas, su accionar está auspiciado y protegido por sus países, pues saben que tienen en esos equipos un gran instrumento de guerra. Hace casi dos años, una empresa colombiana que hace negocios con compañías de Israel sufrió un ataque cibernético de unos hackers palestinos y se demoraron meses en recuperar la normalidad.

Hoy la inteligencia de mercados sin análisis geopolítico sirve poco. Hay muchas consultoras que hacen algo de este trabajo, pero es clave tener equipos propios, pues el ADN de las empresas debe estar impregnado de esta nueva realidad. Hay casos de gran éxito, como Shell, Siemens, Maersk, Caterpillar y hasta Blackrock, que tiene un ‘dashboard’ (panel de control) de riesgos geopolíticos para sus decisiones internas y para sus clientes.

¿Cuánto le costó a las
¿Cuánto le costó a las empresas alemanas, que no tenían ese equipo y no prepararon escenarios, la invasión rusa de Ucrania y la dependencia de energía que tenían de ese país? No era difícil advertir el inmenso riesgo, y posibilidad, de que esto sucediera. REUTERS/Maxim Shemetov/

¿Cuánto le costó a las empresas alemanas, que no tenían ese equipo y no prepararon escenarios, la invasión rusa de Ucrania y la dependencia de energía que tenían de ese país? No era difícil advertir el inmenso riesgo, y posibilidad, de que esto sucediera después de la invasión de Crimea. Lo que Putin antes había hecho al invadir partes de Georgia en el 2008, al enviar apoyos militares a la dictadura Siria y al apoyar, incluso con fuerzas militares, a grupos separatistas en Moldavia, Armenia y Azerbaiyán mostraban un patrón y una conducta.

América Latina es hoy uno de los principales escenarios de la batalla geoestratégica entre occidente y China, aunque habría que sumar a Rusia e Irán en este eje autoritario. Las consecuencias apenas se comienzan a ver, en poco se van a sentir, y el CEO que no se prepare para entender estos nuevos retos y alistar a sus empresas para navegarlos está corriendo un gran riesgo. Lo que hoy pasa en Venezuela con la armada norteamericana es apenas el principio de una profunda transformación geopolítica en el continente que ya se está dando y que va a tener inmensas consecuencias.

Hace apenas unos años uno de los barcos de guerra más importantes de Irán atracó en Brasil, Venezuela y Cuba. Hoy, como respuesta a la fuerza naval norteamericana en Venezuela, China envió al caribe su barco hospital Ruta de la Seda para presentarse como un actor altruista. Claro, esos barcos pueden tener todo tipo de equipo de comunicaciones para espionaje y vigilancia. No sería la primera vez.

La exaltación de China como
La exaltación de China como socio de empresas mexicanas era total. Siempre me tocó levantar la mano para advertirles del riesgo que se venía y que pocos meses después se volvió realidad.. REUTERS/Henry Romero

En octubre del año pasado estuve en un evento de empresarios en Ciudad de México donde hablé sobre el tema de China, Rusia e Irán en América Latina. En muchas de las otras conferencias la exaltación de China como socio de empresas mexicanas era total. Siempre me tocó levantar la mano para advertirles del riesgo que se venía y que pocos meses después se volvió realidad.

El mundo cambió y no va a volver atrás. Depende del CEO y de las juntas directivas de las empresas prepararse para enfrentar este nuevo futuro incierto, lleno de riesgos, pero también de oportunidades. Como decía mi mamá, no hay peor ciego que el que no quiere ver, y hoy en el mundo empresarial hay muchos ciegos, muchos tuertos y unos pocos con los anteojos de la geopolítica muy bien puestos listos para librar las batallas que ya se ven venir.