El rey Carlos III se reunirá con el papa Leo XIV en un histórico servicio ecuménico en el Vaticano

El evento, que será transmitido por los medios de la Santa Sede, marcará la primera vez que un monarca inglés o británico reinante rece frente al público con un papa, desde la ruptura entre Enrique VIII y Roma en 1534

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El Papa León XIV recibirá
El Papa León XIV recibirá al Rey Carlos III en la Santa Sede (Europa Press)

El rey Carlos III participará este jueves en una oración pública junto al papa León XIV en el Vaticano, marcando un hecho histórico para las relaciones entre la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia Católica.

Ambos líderes encabezarán un servicio ecuménico en la Capilla Sixtina, transmitido en directo por los medios vaticanos, bajo el emblemático techo pintado por Miguel Ángel. El acto resaltará el compromiso compartido con la conservación y la protección del medio ambiente, una causa que el monarca británico defendió de manera continua.

Según AFP, el monarca de 76 años, quien ostenta el título de gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra, llegó la noche del miércoles a Roma acompañado por la reina Camila, en lo que el Palacio de Buckingham describió como una visita de Estado “histórica”.

A las 10:45 (08:45 GMT), la pareja real tiene previsto arribar al Palacio Apostólico para sostener conversaciones privadas con el pontífice, quien asumió el liderazgo de los 1.400 millones de católicos del mundo en mayo tras el fallecimiento del papa Francisco.

El Vaticano publicó una imagen
El Vaticano publicó una imagen del papa Francisco sin cánulas de oxígeno durante su encuentro con el rey Carlos y Camila, el pasado 10 de abril de 2025

Posteriormente, a mediodía (10:00 GMT), Carlos III y la reina asistirán al servicio ecuménico junto a León XIV y el arzobispo de York, Stephen Cottrell, actual principal clérigo de la Iglesia de Inglaterra. Este encuentro reunirá tradiciones católicas y anglicanas, con la participación conjunta del coro de la Capilla Sixtina y el de la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor, una de las residencias reales.

La última ocasión en que un monarca inglés o británico rezó públicamente con un papa se remonta al periodo previo al cisma originado en 1534, cuando el entonces rey Enrique VIII rompió formalmente con Roma tras la negativa papal a anular su matrimonio. Este quiebre estableció al soberano como cabeza de una iglesia separada, iniciando siglos de distanciamiento institucional.

Según explicó Hyacinthe Destivelle, sacerdote francés y miembro del dicasterio del Vaticano para la promoción de la unidad cristiana, “el anglicanismo nació en reacción a la Iglesia Católica, y por tanto en oposición”, aunque agregó que “esto ya no es así, pese a las diferencias teológicas persistentes”.

A pesar de la brecha religiosa, las dos iglesias han experimentado un acercamiento progresivo. En 1961, la difunta reina Isabel II fue la primera monarca británica en visitar la Santa Sede tras la escisión. Una reforma legal en 2013 eliminó la prohibición de que los sucesores al trono se casaran con católicos, si bien todavía deben profesar la fe protestante.

La reina Isabel II y
La reina Isabel II y el papa Francisco durante un encuentro en el Vaticano en 2014 (REUTERS/Stefano Rellandini)

La Iglesia de Inglaterra presenta diferencias doctrinales relevantes frente al catolicismo, como la ordenación de mujeres y la autorización para que sus sacerdotes contraigan matrimonio. Recientemente, Sarah Mullally fue nombrada la primera mujer en ocupar el cargo de arzobispo de Canterbury, aunque aún no asumió oficialmente.

Además, la agenda real incluye una ceremonia en la Basílica de San Pablo Extramuros de Roma, recinto con lazos históricos con la corona inglesa. Allí, Carlos III será distinguido como “Confratre Real” y recibirá un asiento especialmente diseñado para él y sus sucesores. La visita coincide con la celebración del Jubileo, evento de un año que congrega a millones de peregrinos en la Ciudad del Vaticano.

El viaje se produce también en un contexto delicado para la casa real, tras las recientes revelaciones sobre el príncipe Andrés por su relación con el caso del fallecido delincuente sexual estadounidense Jeffrey Epstein. Andrés renunció a su título de duque de York, decisión que, según la agencia de noticias, fue tomada bajo presión de Carlos III, y ya había abandonado sus funciones oficiales en 2019.

Carlos III mantuvo contactos regulares con la Santa Sede en el pasado, incluida una reunión privada con el papa Francisco días antes de su muerte en abril. Envió a su hijo y heredero Guillermo al funeral de Francisco, y a su hermano, el príncipe Eduardo, a la misa de inauguración del papa León XIV.

AFP