Un taxista en Turquía escapó por poco de una roca gigante que se desplomaba colina abajo durante un deslizamiento de tierra, según muestran las imágenes de vigilancia publicadas el jueves 23 de octubre.
La roca se deslizó colina abajo durante las obras de una excavadora en la zona montañosa, según la agencia de noticias turca Ihlas.
El taxista, que se había detenido en un restaurante en la ladera de la colina, fue advertido por un transeúnte y escapó por poco de la roca, cayendo al suelo mientras huía.
La roca rodó colina abajo y cruzó la carretera sin dañar a otras personas ni vehículos, según los informes.
El fenómeno
Los deslizamientos de tierra y rocas son fenómenos naturales que ocurren cuando una masa de suelo o material rocoso se desprende y se desplaza cuesta abajo por efecto de la gravedad. Este tipo de eventos se registran con mayor frecuencia en zonas montañosas o de pendiente pronunciada, y pueden provocar graves daños a la infraestructura, además de pérdidas de vidas humanas.

Las principales causas de los deslizamientos son las lluvias intensas, los sismos, la erosión del terreno y la actividad humana. Cuando el suelo se satura de agua, pierde cohesión y se vuelve inestable, facilitando el desprendimiento. A esto se suman factores como la deforestación, la construcción de caminos sin estudios geotécnicos y el cambio de uso del suelo, que alteran el equilibrio natural de las laderas.
El cambio climático también influye de manera directa. Los especialistas advierten que el aumento en la frecuencia y la intensidad de las precipitaciones extremas incrementa el riesgo de deslizamientos en muchas regiones del mundo. Además, las variaciones térmicas aceleran la degradación de los materiales rocosos, haciendo que las pendientes sean aún más vulnerables.
En términos de mortalidad, los deslizamientos son una de las amenazas geológicas más letales.
De acuerdo con datos del Banco Mundial y la Organización Meteorológica Mundial, causan miles de muertes cada año, especialmente en países en desarrollo. Las zonas rurales, los barrios informales y las comunidades que habitan en laderas son las más afectadas debido a la falta de planificación territorial y de sistemas de alerta temprana.