La economía alemana se contrajo un 0,3% en el segundo trimestre debido a que los aranceles estadounidenses frenaron las exportaciones

Alemania fue el único integrante del G7 que no logró crecer en los últimos dos años

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Una línea de producción del
Una línea de producción del fabricante de automóviles alemán Mercedes-Benz en una fábrica en Rastatt, Alemania, el 4 de junio de 2025. REUTERS/Christoph Steitz/Foto de archivo

La economía de Alemania registró una contracción del 0,3% en el segundo trimestre respecto a los tres primeros meses del año, según informó la oficina de estadística alemana el viernes. La caída se atribuye a un descenso de la demanda desde su principal socio comercial, Estados Unidos, después de varios meses de adquisiciones anticipadas por parte de las empresas alemanas ante la entrada en vigor de aranceles estadounidenses.

El organismo oficial revisó a la baja su estimación inicial de una contracción del 0,1%, lo que refuerza las expectativas negativas sobre una recuperación sostenida de la mayor economía de la Unión Europea en 2025. “Parece cada vez menos probable que se materialice una recuperación sustancial antes de 2026”, dijo Carsten Brzeski, jefe global de macroeconomía de ING, citado por la fuente.

Alemania fue el único integrante del G7 que no logró crecer en los últimos dos años, y las crecientes tensiones comerciales amenazan con colocar al país en trayectoria de recesión por tercer año consecutivo, algo inédito en la historia alemana de posguerra. Reactivar la economía es una de las prioridades del nuevo gobierno, especialmente ante el temor a que los aranceles estadounidenses, impulsados por el presidente Donald Trump, agraven la situación de un aparato exportador ya debilitado. Desde el 5 de abril rige un arancel base del 10% sobre productos alemanes en Estados Unidos.

El gobierno alemán aprobó un paquete denominado “impulsor de inversiones”, que contempla mejores opciones de depreciación para las empresas, así como un compromiso de aumentar el gasto en defensa, infraestructura y de reducir el impuesto de sociedades. El Ministerio de Economía advirtió que serán necesarias más medidas y consideró insuficientes las aprobadas hasta el momento. “Lo decidido hasta ahora no es suficiente, se necesita más para que Alemania vuelva a ser competitiva y retome el crecimiento”, expresó un portavoz del ministerio.

En el segundo trimestre tampoco se produjeron aportaciones positivas del comercio exterior. Las exportaciones totales de bienes y servicios descendieron un 0,1% respecto al trimestre anterior. La producción industrial, en particular, tuvo un desempeño peor del esperado, y la inversión cayó un 1,4%. El consumo de los hogares apenas repuntó un 0,1%, mientras que el gasto público aumentó un 0,8%.

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Empleados de Bosch en una sala limpia con luz amarilla en la planta de fabricación de la compañía en Reutlingen, cerca de Stuttgart, Alemania, el 16 de junio de 2017. REUTERS/Michaela Rehle/Foto de archivo

El comercio bilateral entre Alemania y Estados Unidos alcanzó en 2024 los 253.000 millones de euros (293.000 millones de dólares estadounidenses), lo que consolidó a Estados Unidos como el mayor socio comercial alemán. En julio, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos alcanzaron un acuerdo marco comercial, pero de momento solo se aplica el arancel base del 15% y Bruselas sigue a la espera de medidas adicionales para sectores como el automotriz.

En contraste con el clima general, el sector privado alemán experimentó un ligero repunte en agosto, impulsado por la industria manufacturera, que vio aumentar los pedidos, según el índice HCOB Flash Germany Composite Purchasing Managers Index. El economista sénior de Commerzbank, Ralph Solveen, consideró que la economía repuntará en los próximos trimestres gracias a los recortes de tasas de interés del Banco Central Europeo y a una política fiscal más expansiva. No obstante, Solveen anticipó que la recuperación será moderada debido a los problemas estructurales de la economía alemana y a los aranceles estadounidenses más elevados.

Los datos refuerzan la preocupación sobre el panorama incierto para la economía alemana, que encara desafíos tanto en el ámbito interno como en su relación comercial con Estados Unidos.

(Con información de Reuters)