El primer ministro de Canadá, Mark Carney, afirmó el martes que su gobierno utilizará todo el tiempo disponible para alcanzar un acuerdo comercial con Estados Unidos, en medio de advertencias de Washington de imponer aranceles del 35% a partir del 1 de agosto.
“Estamos buscando el mejor acuerdo para Canadá. Solo aceptaremos el mejor”, declaró Carney durante una reunión con líderes regionales canadienses en Ottawa, en la que abordaron estrategias para reforzar la economía y las relaciones comerciales del país. Consultado por la posibilidad de cerrar un pacto antes del 1 de agosto, el primer ministro respondió: “Ya veremos”.
Las negociaciones con Washington se han intensificado desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió el pasado 11 de julio que impondría nuevos gravámenes a las importaciones canadienses si Ottawa no toma medidas contra el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos o no elimina lo que la Casa Blanca califica como barreras comerciales injustas.
Está previsto que en los próximos días, sin fecha confirmada, el ministro canadiense de Relaciones Comerciales con Estados Unidos, Dominic LeBlanc, viaje a Washington para continuar las negociaciones. La oficina del primer ministro no especificó si el encuentro incluirá una reunión directa con funcionarios de la administración Trump.

Carney destacó que su gobierno está evaluando cómo mejorar la coordinación con los gobiernos provinciales para fortalecer vínculos con aliados internacionales. “Somos conscientes de que el entorno comercial global está cambiando y de que algunos países se están retrayendo y restringiendo el acceso a los mercados, pero hay aún más países que se están abriendo a ellos”, afirmó.
En su declaración, agradeció a las autoridades regionales por sus iniciativas comerciales con Europa y con “socios de todo el mundo”, aunque no precisó qué acuerdos bilaterales están actualmente en negociación.
El primer ministro insistió en que su gobierno busca relaciones comerciales estables con países considerados confiables y subrayó que Canadá no cederá ante presiones que puedan comprometer su modelo económico.
La amenaza arancelaria estadounidense se produce en un contexto de creciente tensión comercial entre ambos países. Aunque no es la primera vez que la administración Trump recurre a medidas punitivas como instrumento de presión, la magnitud del posible arancel representa un nuevo nivel en la disputa bilateral.
Fuentes del gobierno canadiense indicaron que Ottawa evalúa medidas de respuesta si los aranceles se concretan, incluyendo recursos ante la Organización Mundial del Comercio. Sin embargo, Carney evitó hacer comentarios sobre eventuales represalias y reiteró que la prioridad es “proteger el empleo y la competitividad de Canadá”.
El resultado de las conversaciones en Washington será clave para determinar si los dos principales socios comerciales de América del Norte logran evitar un nuevo conflicto económico.
(Con información de REUTERS y EFE)
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